Pais De Los 4 Pisos

Hace 30 años, el escritor puertorriqueño José Luis González, publicó la primera versión de su famoso ensayo El país de cuatro pisos en la edición número 99 de la revista Plural de México, publicación fundada en 1971 por el premio Nobel Octavio Paz.

El ensayo fue en respuesta a la pregunta que le hiciera un grupo de puertorriqueños egresados de las facultades de Ciencias Sociales, en su mayor parte de la Universidad Nacional Autónoma de México, que se agruparon en el Seminario de Estudios Latinoamericanos. La pregunta fue la siguiente: ¿Cómo crees que ha sido afectada la cultura puertorriqueña por la intervención colonialista norteamericana y cómo ves su desarrollo actual?

JLG, de raíces boricuas y dominicanas, utilizó la metáfora del edificio de cuatro pisos para explicar su punto de vista sobre el desarrollo de la cultura puertorriqueña y comienza con una cita del teórico marxista italiano, Antonio Gramsci, quien afirma que la Nación-Pueblo y la nación-retórica, son dos tendencias que surgen de la historia, mientras subraya que la historia como propaganda política tendía a crear una unidad nacional desde fuera y contra la tradición basándose en la literatura, cuando los intelectuales deben nacionalizar la cultura al aproximarla al pueblo desteorizándola.

Cada piso del ensayo de González se refiere a una etapa de la historia de Puerto Rico, primero como colonia del imperio español y luego como colonia del imperio angloamericano.

El Primer piso comprende el periodo de 1515-1815 cuando se produjo la exportación de esclavos de África para explotar las riquezas naturales de la isla, evento de dio paso al surgimiento de una clase mulata.

El segundo piso se inicia en 1815 con la Real Cédula de Gracia que propició a su vez el blanqueamiento de la sociedad boricua hasta el arribo de miles de soldador angloamericanos en 1898.

Por su parte el tercer Piso da inicio en 1898 con la invasión militar correspondiente a la Guerra Hispanoamericana, acción que dio paso a su vez a un proceso de americanización del gobierno y la sociedad colonial, hasta que en 1952 los puertorriqueños eligen su primer gobernador y aprueban la constitución del Estado Libre Asociado.

El cuarto piso inicia en 1952 con la fundación del Estado Libre Asociado, fórmula de gobierno que se extiende hasta nuestros días, y al que González ve como un estado transitorio que se encontraba en decadencia en 1979 pero que ha sobrevivido milagrosamente tres décadas más hasta llegar a 2009 con una expectativa de vida adicional.

González también analiza la situación del independentismo dentro de ese país de cuatro pisos y las causas por las cuales – delaciones aparte – el ideal de la independencia nacional no se ha producido, en el tercer piso por la negativa de los puertorriqueños ricos a financiar las luchas libertarias y en el cuarto piso debido a que las clases populares fueron seducidas y subordinadas por un estado dependiente de transferencias federales.

En una entrevista antes de morir, González dijo que no veía el nacimiento de un nuevo piso. Algunos pensaron que los neuyoricans que regresaron o los dominico-boricuas que se integraron podrían conformar un nuevo piso, pero este aclaró que los pisos de su ensayo no eran étnicos sino histórico sociales. En fin, se trata de un ensayo histórico social en el mejor sentido marxista, algo así como los Siete ensayos de interpretación peruana de Juan Cargos Mariátegui. Muchos, erróneamente, han interpretado el ensayo como una radiografía racial.

Ahora bien, hay una pregunta que surge en estos momentos en Puerto Rico a raíz de la victoria del primer gobernador republicano con mayoría legislativa desde de la creación del ELA: Con el desmontaje estructural y administrativo del ELA y la implantación del neoliberalismo republicano, ¿Estaremos asistiendo al nacimiento del quinto piso?

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