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Partidos Politicos


Enviado por   •  19 de Octubre de 2013  •  12.793 Palabras (52 Páginas)  •  303 Visitas

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INTRODUCCION

Los partidos políticos existentes actualmente en República Dominicana tienen una corta historia. Sólo es posible trazar sus orígenes en torno a 1930, cuando Trujillo se instaló en el poder. Algunos fueron organizados en el exilio, pero la mayoría son posteriores a la muerte del dictador, en 1961. No los hubo durante el siglo XIX y sólo existieron caudillos que dominaron la política dominicana desde el establecimiento de la República en 1844 hasta el asesinato de Heureaux en 1899. Tras su muerte emergieron tres grupos personalistas: los Horacistas (seguidores de Horacio Vásquez), los Jimenistas (seguidores de Juan Isidro Jimenes) y los Velasquistas (seguidores de Federico Velásquez). Durante la ocupación norteamericana adoptaron nombres de partidos políticos.

Bajo la dictadura de Trujillo la actividad política fue controlada, permitiéndose el Partido Dominicano que era su aparato de propaganda. Las dominicanas obtuvieron el derecho a voto con Trujillo en 1942 y su principal organización, la Acción Feminista, se trasformó poco después en la Rama Femenina del Partido Dominicano.

Diversos partidos se organizaron fuera del país, entre ellos el Partido Revolucionario Dominicano, PRD, la Vanguardia Revolucionaria Dominicana, VRD, y el Partido Nacional, PN. En 1959 fue fundado el Movimiento Revolucionario Catorce de Junio que se mantuvo en la clandestinidad hasta la muerte de Trujillo.

Para las elecciones de 1966 había trece partidos registrados, siendo el PRD y el Partido Reformista, PR, los de mayor significación. El PRD es de vertiente de izquierda y fue fundado en 1939 por Juan Bosch en el exilio, quien ganó las elecciones de 1962 tras la muerte de Trujillo. El Partido Reformista fue fundado por Joaquín Balaguer en 1963 y ha gobernado a contar de 1966 en reiteradas oportunidades. Desde sus inicios ha contado con la presencia y participación activa de mujeres, quienes ocuparon importantes cargos políticos y de representación bajo los gobiernos de Balaguer. En 1978 se produjo una apertura política al llegar al poder el Partido Revolucionario Dominicano, PRD.

En las elecciones de 1990, por primera vez, la casi totalidad de los partidos presentaron programas de gobierno donde el tema mujer ocupaba un lugar relativamente importante. Sin embargo, no se reflejó en las candidaturas presentadas por los partidos.

En la actualidad, la presencia femenina en los partidos políticos acusa la misma estructura de los demás países de la región: a medida que asciende la escala de dirección del partido, disminuye la proporción de mujeres.

En 1993, entre diez partidos políticos para los que se obtuvo información, la mayor participación femenina estaba en la dirección del Partido Reformista Social Cristiano, ex Partido Reformista, con el 25,6% de los cargos. En el otro extremo, la Unión Patriótica no tenía ninguna mujer en su dirección. En tres partidos representaban menos del 5% y en otros cuatro entre el 10 y el 27%.

Un partido político es una asociación de individuos unidos por ideales comunes y que persiguen como meta alcanzar el control del gobierno para llevar a la práctica esos ideales.1 Es el encargado de presentar candidatos para ocupar los diferentes cargos políticos. Para eso, movilizan el apoyo electoral. También organizan la labor legislativa, articulan y agregan nuevos intereses y preferencias de los ciudadanos.2 Es esencial para estructurar el apoyo político a determinados programas, intereses socioeconómicos y valores. Agrega las preferencias de los ciudadanos, forma gobiernos y establece acuerdos políticos en el ámbito legislativo.3+

Historia

Siempre han existido grupos que difieren acerca del modelo de convivencia y que compiten unos con otros, pero los partidos políticos con una organización y función específica surgen a mediados del siglo XIX como consecuencia del régimen democrático representativo y de la expansión del sufragio. Desde un enfoque institucional Maurice Duverger diferencia:

Durante muchos años los actores tradicionales en el quehacer político y público fueron los partidos políticos y el Estado, éste último a través de sus diferentes órganos. Los partidos políticos, que representaban cada uno en el pasado reciente una cosmovisión particular y un proyecto de sociedad y del Estado, monopolizaban la intermediación entre la ciudadanía y el gobierno, entendido éste como la personalización del Estado. Articulaban las demandas de los distintos sectores de la sociedad y las formulaban al gobierno en busca de respuesta pertinente y oportuna. Los temas o asuntos que no eran articulados y formulados por los partidos, difícilmente podían ser conocidos por las instancias de¡ gobierno. Además de esta función, esencial en el sistema político, le correspondía también con exclusividad a los partidos la preparación y entrenamiento de los cuadros dirigenciales que ocuparían los cargos de la administración pública, así como la presentación de los candidatos a los cargos electivos.

El Estado, por su parte, tenía asignada la conducción del país y la realización de las funciones, tareas y actividades que aseguraban la estabilidad del sistema y el bienestar material y espiritual de los ciudadanos y ciudadanas. Además de sus responsabilidades de dirección y control tenía también los de ser el principal motor de la economía y del desarrollo social. Todo lo que se exigía para un funcionamiento adecuado del sistema político y de bienestar de los ciudadanos quedaba en el ámbito de las acciones del Estado-Gobierno y de los partidos políticos.

Partidos políticos y gobiernos asumían todo el proceso político, quedándole solo al ciudadano la elección de las autoridades cada cuatro años, en el mejor de los casos. Se estableció una especie de división de trabajo entre los ciudadanos y la clase política: el pueblo elegía a las autoridades para que decidan y gobiernen, correspondiéndole a los Partidos la exclusividad de la intermediación entre la sociedad y el Estado.

Independientemente de la opinión que se pueda tener sobre la sociedad civil, lo cierto es que su presencia es un hecho y los hechos no se pueden negar. Sólo admiten interpretaciones.

La historia política de cualquier país, sobre todo la reciente en América Latina y en la Europa Central, al menos, evidencia importantes roles desempeñados por organizaciones sociales, sobre todo en los procesos de transición de regímenes autoritarios a la democracia y de la consolidación de ésta, como también en el acompañamiento de sectores sociales y territoriales en actividades de enfrentamiento y solución de problemas que les aquejan, surgidos o agravados por la reducción de los

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