Pastorela

Narrador: Esta historia trata de una pareja de novios llamados María y José que durante su noviazgo, María queda embarazada y deciden iniciar una nueva vida en unión libre. Entonces rentan una casa donde conocen a sus nuevos vecinos, una familia de cuatro integrantes que influenciarán mucho en su nueva etapa.

José: Bienvenida a nuestro nidito de amor.

María: Bueno me parece muy, muy, muy colorido.

- Por su expresión de María se notaba inconforme con su casa, pero no le importaba porque se encontraba a lado del amor de su vida.

Narrador: Los vecinos al darse cuenta de los nuevos inquilinos comienzan a cuchichear entre ellos.

Vecina mamá Concha: Hijas, ¿ya se dieron cuenta que tenemos nuevos vecinos?

Hija menor Fátima: Si mamá, deberíamos darles la bienvenida.

Hija mayor Teresa: ¿Cómo crees?, pensarán que somos chismosas.

Papá Pancho: Para todo hay forma, ofrécele unas galletas de bienvenida y una vez que estés ahí, pregunta si tienen comida para que te regale, ¡muero de hambre vieja!

Mamá Concha: Entonces llevaré las galletas. Ustedes saben que me gusta el chisme, soy la número uno.

- Mamá concha compra un paquete de galletas y las sirve en un plato y se dirige a la casa de la pareja).

Narrador: Mamá Concha se dirige a casa de María y José, toca la puerta en varias ocasiones hasta que obtiene respuesta.

Mamá Concha: Buenas tardes vecina, le traje unas galletitas de bienvenida.

María: ¡Gracias!, no se hubiese molestado.

Mamá Concha: No hay problema, pero déjeme pasar para ayudarla con la mudanza.

María: Sí, claro, pase. (Con tono irónico).

Mamá Concha: Y dime, ¿cómo te llamas?

María: María, ¿y Usted?

Mamá Concha: Concepción, pero las muchachas de la colonia me conocen como Concha.

María: ¡Ah!, ya sé quién es usted, estoy segura que es aquella famosa mujer que sale en la página de videos, esa que se llama “yo tubi”.

Mamá Concha: No es “yo tubi”, es YouTube.

María: Ese YouTube, yo tubi, o como se diga.

Mamá Concha: Si, es YouTube, lo sé porque a mis chamacas les gusta esa onda.

María: Entonces, ¿si es Usted la del video?

Mamá Concha: Sí, es que a mí me gusta mover el bote y seguro me grabaron bailando… a muchos les gusta como lo hago.

María: Pero, yo no hablo de un video de baile.

Mamá Concha: ¿Ah no?, entonces, ¿de qué hablas chamaca?, dime que ya me dejaste con la duda.

María: Ese video que hasta con la Señorita Laura llegó, ese de ¡Suéltala Conchi! ¡Suéltala!

Mamá Concha: Fooooooo, ¡escúchame bien María!, esta es una ofensa muy grande hacia mi persona, ¡yo soy una mujer honorable en esta colonia!, no hago escenas baratas.

María: Ya doña Concha, discúlpeme, en verdad pensé que era Usted. Mire, para que se le quite el coraje le invito un café.

Mamá Concha: No gracias, me tengo que ir, deje los frijoles en la estufa.

María: Bueno, ¡que tenga lindo día!

- Sale mamá Concha de la casa de María y se dirige a su casa de prisa.

Mamá Concha: ¿Qué creen?

Fátima: Qué paso mamá.

Mamá Concha: ¿Pero qué creen?

Teresa: ¿Qué rayos pasó Concha?, ya deja de estar con tu suspenso.

Mamá Concha: Esta bien, pero no es necesario que hieras mis sentimientos.

Teresa: Ya déjate de tonterías.

Mamá Concha: ¡Ay Dios!, se me están durmiendo mis manos, se me está paralizando mi cara, se me está enchuecando la boca, me van a matar de coraje ¡y madre sólo hay una!, se me está durmiendo mi brazo, esto es infarto al corazón.

Teresa: Concha, el infarto da en el brazo izquierdo.

Mamá Concha: ¡Es cierto!, el izquierdo también me está doliendo.

Mamá Concha: ¡Ya no cargo a los peregrinos este año!

Teresa: Ya Concha, deja tu drama y di ¿qué pasó con los nuevos vecinos?

Fátima: Cuéntanos madre, que pasó con los nuevos vecinos.

Mamá Concha: Pues que la vecina está preñada y son más pobres que nosotros.

Teresa: Vaya, ¿puede haber una pobreza peor que la de nosotros? Wooooouuuu, ahora me siento mucho más mejor.

Fátima: Mamá, lo importante es que hay salud.

Teresa: ¡Ay Bibi!, ¿por qué no eres normal? ¿Crees que el payaso vive de aplausos?

Narrador: Estos conflictos en la familia de mamá Concha y papá Pancho siguieron durante tres días más.

A la mañana siguiente, María se dirige a casa de Doña Concha a llevarle una invitación para una fiesta que está organizando en su casa.

Teresa: ¿Qué quieres? ¿Quién eres tú?

María: Hola, soy María y soy tu nueva vecina.

Teresa: ¿Y eso a mí qué?

María: Pues les traigo una invitación para la fiesta que estoy organizando, les espero en mi casa.

Teresa: ¡Ya qué! (le cierra la puerta en la cara a María).

Teresa: Veamos de que se trata esto. (Lee la invitación).

Teresa: ¡Ash!, qué infantil es esto, obviamente yo no iré.

- Los diablos aparecen de la nada y le susurran al oído.

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