Pensamiento Politico De Simon Bolivar
solarteenyer10 de Noviembre de 2012
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Semblanza biográfica y asimilación de sus primeras ideas políticas
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios nació el 24 de
julio de 1783 en Caracas. Hijo de una familia de criollos acaudalados, a los dos
años de edad –a la muerte de su padre–, heredó una gran fortuna. Desde peque-
ño recibió una amplia educación, sobre todo de sus mentores Simón Rodríguez
y Andrés Bello. Este último presentó en 1799 a su discípulo con Alejandro
Humboldt, quien junto con el botánico Aimé Bonpland llegó a Caracas procedente de Europa después de haber obtenido permiso de España para visitar las
colonias americanas a fin de hacer una descripción científica de ellas.
Ese mismo año de 1799 los familiares de Bolívar decidieron enviarlo
a España para completar su educación, haciendo previamente una estadía de
tres meses en la Nueva España, entrevistándose con el virrey Miguel José de
Azanza, a quien Bolívar le expuso sus puntos de vista sobre la Revolución
Francesa, con los cuales, como es lógico suponer, no coincidió.Número 27 / enero-junio 2005 129
EL PENSAMIENTO POLÍTICO DE SIMÓN BOLÍVAR, pp. 125-144
Durante su estancia en Madrid y por intermediación de su paisano Manuel Mallo, oficial de la guardia real, Bolívar participó de lleno en la vida de
la alta sociedad hispana, inclusive llegó a jugar pelota con el principe Fernando, quien después se convertiría en el rey Fernando VII.
En 1802 viaja a Francia, donde visita Bayona, Amiens y París. Regresa
nuevamente a Madrid y en mayo contrae matrimonio con María Teresa Rodrí-
guez. Días después la joven pareja se marcha a Caracas, donde a los pocos meses de casado Bolívar enviuda. Este trágico suceso le cambió la vida a Bolívar,
quien tiempo después llegó a afirmar que “...si no hubiera enviudado quizá mi
vida hubiera sido otra; no sería el general Bolívar ni el Libertador...”.
A finales de 1803 realiza su segundo viaje a Europa. Vive un tiempo en
Madrid, donde se ponen ciertas restricciones a los extranjeros, particularmente a los franceses y a los criollos, por lo que se traslada nuevamente a París,
donde conoció a la alta sociedad francesa.
Cierta vez Bolívar entabló conversación con Humboldt, a quien preguntó si consideraba que había llegado la hora a las colonias americanas para
liberarse de España. La respuesta del científico alemán fue que la América
Española ya estaba madura para ser libre, pero que carecía de un gran hombre
para iniciar el movimiento.
Este viaje a Paris coincidió con la coronación de Napoleón Bonaparte
como emperador de Francia, a la cual asistió, y a quien consideró con inclinaciones al despotismo, aunque lo admiraba como militar.
En 1805 se encuentra en Viena con su antiguo mentor Simón Rodríguez,
con quien decide emprender un viaje por Europa a pié. Ambos regresan a
Francia y el 6 de abril inician el viaje planeado. Se dirigen a Italia, concretamente a Milán, donde presenciaron otra coronación de Napoleón, pero esta
vez como rey de Italia. Después de viajar por Venecia, Ferrara, Bolonia, Florencia y Perugia, llegaron a Roma, donde el embajador español lo invitó a
visitar al Papa Pio VII, a quien Bolívar se negó a besar la cruz estampada en
la sandalia pontificial.
Platicando posteriormente, el 15 de agosto de 1805, en las afueras de
Roma, Simón Rodríguez comentó a Bolívar la necesidad de liberar América
y que él encabezara este movimiento. Bolívar quedó pensativo un rato, dio
razón a su maestro y pronunció su famoso juramento de Monte Aventino de
luchar por la independencia:130 Revista Venezolana de CIENCIA POLÍTICA
ROSENDO BOLÍVAR MEZA
¡Juro delante de usted, juro por el Dios de mis padres, juro por ellos,
juro, juro por mi honor, y juro por la patria que no daré descanso a mi
brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos
oprimen por voluntad del poder español¡
5
.
Posteriormente los viajeros pasaron a Nápoles y luego a París. Meses después
Bolívar, atendiendo los consejos de Rodríguez, abandonó Europa. En su retorno a Caracas se detuvo en Estados Unidos, donde se encontró y conversó
con gente necesaria para la causa que pensaba emprender.
No solo los viajes, sino también el estudio lo ilustraron. En una carta al
general Francisco de Paula Santander, Bolívar reseña parte de su formación
académica y política estudiando lectura y gramática con Simón Rodríguez, su
principal mentor y ferviente admirador de los enciclopedistas franceses, particularmente de Rousseau, cuyo Emilio –libro que propagaba nuevos métodos
sobre educación– lo consideraba una suprema revelación. Quería hacer de su
discípulo un hombre parecido a Emilio, a quien Rousseau dotaba de todas las
virtudes ciudadanas. Es él quien introduce a Bolívar en el estudio de la Revolución Francesa, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
y en las virtudes del sistema de gobierno republicano.
También aprendió letras y geografía con el profesor Andrés Bello, quien
hizo conocer a Bolívar las inmortales obras de Homero: La Iliada y La Odisea, así como los textos de Dante, Virgilio, Quevedo y Cervantes.
Posteriormente continuó sus estudios de matemáticas en Europa en la
Academia de San Fernando en Madrid, al igual que idiomas, bajo la dirección
del marqués de Uztáriz, oriundo de Caracas, quien era partidario de la política
ilustrada y de los enciclopedistas franceses. Gracias a él Bolívar estudió a
fondo las obras de Locke, Voltaire, a los clásicos de la antigüedad, historiadores, oradores y poetas de España, Francia e Inglaterra
6
. Así pues, a diferencia
de lo que suele creerse, las influencias en el pensamiento político de Simón
Bolívar no solamente provienen de los filósofos o revolucionarios franceses,
sino también de los subversivos españoles y americanos. A pesar de ello, el
pensamiento bolivariano fue adquiriendo características propias conforme se
suscitaba la guerra de independencia y el ejercicio del poder.
A pesar de la influencia de los clásicos griegos y romanos, la Ilustración
francesa y los españoles e ingleses liberales, Bolívar ajustó su ideología a la
realidad propia de Latinoamérica. Precisó conceptos y formuló doctrinas surgidas de las necesidades del gobierno, comprometiéndose a construir nuevos
modelos para las nuevas naciones
En el “Discurso de Angostura” pronunciado por Bolívar el 15 de febrero
de 1819, da a conocer algunas de sus principales ideas políticas. Definió una
concepción realista y pragmática de la política al entenderla como el arte de
lo posible:
No aspiremos a lo imposible, no sea que por elevarnos sobre la región
de la libertad, descendamos a la región de la tiranía. De la libertad absoluta se desciende siempre al poder absoluto, y el medio entre estos dos
términos es la suprema libertad social. Teorías abstractas son las que
producen la perniciosa idea de una libertad ilimitada
7
.
En este mismo discurso pronunció que las naciones de América deben regirse
con leyes propias, justas, legítimas y sobre todo útiles. La excelencia de un
gobierno no consiste en su teoría, en su forma, ni en su mecanismo, sino en ser
apropiado a la naturaleza y al carácter de la nación para quien se instituye.
Bolívar describe los tres siglos de dominio español sobre la América
hispana de la siguiente manera: Un continente separado de España por mares
inmensos, más poblado y más rico que ella, sometido tres siglos a una dependencia degradante y tiránica.
Por ello, para él los objetivos del movimiento de independencia son
dos: “sacudir el yugo español, y amistad y comercio con la Gran Bretaña”.
Pretendía la independencia de América por la América misma. Sin embargo,
conocía de la necesidad de vincularse con la Gran Bretaña, ya que por sí sola
América Latina no podría lograr sus propósitos, motivo por el cual consideraba que sólo el apoyo de Inglaterra podría contribuir al proceso independentista latinoamericano.
A cambio del apoyo de Inglaterra en favor de la causa de los independentistas, Bolívar ofreció entregar al gobierno británico las provincias de Panamá y Nicaragua, para que formara de estos países el centro del comercio
del universo por medio de la apertura de canales que, “rompiendo los diques
de uno y otro mar, acerque las distancias más remotas y haga permanente el
imperio de la Inglaterra sobre el comercio
8
.
Respecto a su propuesta de formación de los gobiernos latinoamericanos, se nota claramente la influencia de Rousseau, al establecer que se requiere la base de un espíritu nacional que modere la voluntad general y limite la
autoridad pública
9
, es decir, denota claramente su concepción republicana y la
necesidad de conformar un Estado-nación como condición para la integración
y sobrevivencía de las naciones independientes.132
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