Plan De Ayala

Programa revolucionario redactado en noviembre de 1911 por Otilio Montaño a partir de las ideas de Emiliano Zapata. El plan fue proclamado el día 28 en la población de Ayoxustla, situada en Puebla, por una Junta Revolucionaria que encabezaba el propio Zapata. El “Plan libertador de los hijos del Estado de Morelos”, que tal era su nombre, reformaba el de San Luis y acusaba al Presidente Francisco I. Madero de haber violado los sagrados principios que juró defender bajo el lema de “Sufragio Efectivo, No Reelección”, ultrajando la fe, la causa, la justicia y las libertades del pueblo; de buscar la satisfacción de sus ambiciones personales, de haber impuesto en la vicepresidencia a José María Pino Suárez, de violar el inmortal Código de 1857 y de haber intentado establecer una dictadura más oprobiosa que la de Porfirio Díaz. Más adelante se desconocía a Madero como Jefe de la Revolución y se proclamaba como sustituto a Pascual Orozco, en su ausencia, a Emiliano Zapata.

De los 15 artículos del documento, el sexto, el séptimo y el octavo se han considerado la base del agrarismo mexicano y, por lo tanto, los más importantes. En ellos, los zapatistas establecían que de los terrenos, montes y aguas usurpados por los hacendados, científicos y caciques a la sombra de la tiranía y la justicia venal entraran en posesión los pueblos y ciudadanos que tengan sus títulos correspondientes. En el caso de tierras adquiridas legalmente por los hacendados se establecía el derecho a expropiarlas, ‘prevía indemnización de la tercera parte de esos monopolios’, con el fin de que los pueblos y ciudadanos de México obtengan ejidos, colonias, fundos legales para pueblos o campos de sembradura o de labor, y se mejore en todo y para todo la falta de prosperidad y bienestar de los mexicanos. A los hacendados que se opusieron a la Revolución, se les amenazaba con la nacionalización total de sus bienes.

El documento concluye con una exhortación al “pueblo mexicano”, en la que se le llamaba a “apoyar con las armas en la mano este Plan”, ya que así se lograría “la prosperidad y bienestar de la Patria”. El Plan fue reformado el 30 de mayo de 1913, tras el asesinato del presidente Madero, para desconocer tanto al gobierno del General Victoriano Huerta como a Pascual Orozco y para designar como único jefe del movimiento a Emiliano Zapata. El documento fue ratificado en San Pablo Oxtotepec el 19 de Julio de 1914 bajo el lema de “Reforma, Libertad, Justicia y Ley”.

En esta ocasión, los firmantes impugnaban el despotismo de Huerta hacia el pueblo y, en especial, a los trabajadores. El documento volvió a ser reformado por Genovevo de la O y Gildardo Magaña entre otros, mediante el Plan de Milpa Alta, el 6 de agosto de 1919, tres meses después del asesinato de Zapata por los carrancistas.

- EL ORIGEN

El origen del Plan de Ayala se encuentra en las fallidas negociaciones que sostuvieron Madero y Zapata entre julio y agosto de 1911, cuando los zapatistas fijaron como condición para desarmarse el cumplimiento de las promesas de recuperación y reparto de tierras a los pueblos, según lo estipulado por Madero en el Plan de San Luis, así como la elección de autoridades locales comprometidas con la revolución. Son bien conocidas las vicisitudes de esas fallidas negociaciones. Movido por el propósito de garantizar a los hacendados y al gobierno federal encabezado por León de la Barra que se acabaría el clima de inestabilidad que prevalecía en el territorio de Morelos por la insurrección de los zapatistas, Madero buscó que éstos depusieran las armas y aceptaran que sus demandas se resolviesen a través de los canales institucionales. Pero la postura conciliadora de Madero fracasó ante el endurecimiento del gobierno federal y ante las provocaciones de su ejército, cuya beligerancia contra los insurgentes evidenció una falta de control por parte de Madero, cosa

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