Primera Guerra Mundial

La Primera Guerra Mundial

Al iniciar el siglo XX, los avances científicos y tecnológicos junto con la acumulación de riquezas generó nuevas expectativas de vida. No obstante, en agosto de 1914, Alemania, Francia e Italia se aprestaban a entrar en un conflicto bélico que dejó un saldo de destrucción jamás visto y que trajo cambios imprevisibles. Sin embargo, ninguno de los gobiernos involucrados planeaba una guerra prolongada y de consecuencias tan graves.

Las causas

El suceso que detonó la guerra fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando (heredero del trono austriaco) y de su esposa Sofía, el 28 de junio de 1914 en Sarajevo (capital de Bosnia), territorio que había sido anexado al Imperio Austro – Húngaro en 1908.

Detrás de esto había diversas situaciones que condujeron a la guerra: la competencia entre las potencias imperialistas por el dominio de mercados y colonias, conocido como hegemonía económica. Alemania buscaba expandirse, las colonias alemanas en Asia eran codiciadas por Japón y Francia pretendía recuperar Alsacia y Lorena.

El sistema de alianzas militares fue otro factor decisivo para que el conflicto cobrara dimensiones mundiales, dividiéndose en dos grupos: la Triple Alianza (o potencias centrales) formada por Alemania, Austria – Hungría e Italia y la Triple Entente (los aliados) formada por Francia, Rusia y Gran Bretaña.

A causa de la tensión por el control de Marruecos se estrecharon los lazos entre Gran Bretaña y Francia en contra de los intereses alemanes. Durante la crisis de los Balcanes, Alemania apoyó a Austria – Hungría contra Rusia, que ayudaba a Serbia. Estas alianzas crearon las condiciones para que en 1914 la Triple Alianza y la Triple Entente se enfrentaran, y posteriormente otros países se integraran a la guerra.

Ambos bloques contaban con una sólida infraestructura militar gracias al desarrollo tecnológico generado a partir de la Segunda Revolución Industrial; en laboratorios secretos se inventaron y mejoraron armas con mayor poder destructivo. Surgiendo la carrera armamentista, donde se pagaba por información confidencial militar y el servicio de espionaje. Los ejércitos se reorganizaron y se decretó el servicio militar como obligatorio.

El nacionalismo. Los intereses económicos de cada potencia encontraron una justificación en la defensa de la soberanía nacional, según la cual un país propio no debía subordinarse a ningún otro país.

El movimiento obrero. Las huelgas se convirtieron en una lucha común. Rusia vio en la guerra una válvula de escape a sus conflictos sociales internos.

Prolegómenos de la guerra

La autoría del asesinato del archiduque Francisco Fernando en 1914 recayó en una organización secreta de origen serbio llamada la Mano Negra. El gobierno austro – húngaro exigió a Serbia el castigo inmediato y el derecho de intervención. Ante la negativa, Austria – Hungría le declaró la guerra. Como trasfondo estaban las pretensiones expansionistas serbias en la región de los Balcanes. Serbia recibió el apoyo de Rusia y el gobierno alemán dio el respaldo a los austro – húngaros para declarar la guerra a Serbia y Rusia.

Ante la posible intervención de Francia, el gobierno germano puso en marcha un plan militar estratégico que consistía en operar en dos frentes al mismo tiempo: Alemania en la parte occidental y Austria en la oriental.

El ejército alemán se dirigió a Francia e intentó acceder por Bélgica, pero este país le negó el paso. Los germanos entraron por la fuerza, violando así en derecho de neutralidad de los belgas. Gran Bretaña le declaró la guerra a Alemania ante la amenaza que representaba en Europa Occidental. En agosto de 1914, las principales potencias europeas se encontraban en guerra.

La fase inicial (1914 – 1915)

Suecia, Noruega, Dinamarca, Holanda, Suiza y España se mantuvieron neutrales. Japón declaró la guerra a Alemania y le arrebató sus colonias en Asia Oriental, y luego, aunque mantuvo su apoyo a los aliados, no participó en más acciones bélicas.

En el frente occidental, las fuerzas anglo – francesas detuvieron a los alemanes en la Batalla de Marne (1914). El ejército francés cavó trincheras, que se convirtieron en líneas de ataque. Los enemigos hicieron

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