REVOLUCIÓN MEXICANA

LA REVOLUCIÓN MEXICANA

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La revolución mexicana nació en un panorama de insatisfacción contra la política elitista y oligárquica de Porfirio Díaz, que había favorecido a los más privilegiados, sobre todo a los terratenientes y a los grandes capitalistas industriales.

Si bien el país gozaba de prosperidad económica, las continuas reelecciones de Díaz causaban insatisfacción política entre las nacientes clases medias, en tanto que los beneficios de la prosperidad no habían alcanzado a los grupos más pobres de la sociedad.

La revolución mexicana, que contribuyó a formar el México contemporáneo, no tuvo un carácter homogéneo, sino que consistió en una serie de revoluciones y conflictos internos, protagonizados por distintos jefes políticos y militares que se fueron sucediendo en el gobierno de la nación.

La revolución tuvo aportaciones como: La frase: sufragio efectivo, no reelección -a menudo atribuida a Francisco I. Madero- tiene su origen con Porfirio Díaz en el Plan de La Noria, la cual utilizó contra el presidente Benito Juárez en 1871, y en el Plan de Tuxtepec contra el presidente Sebastián Lerdo de Tejada en 1876. Posteriormente la retomaría José Vasconcelos, quien participó con Madero en la campaña presidencial de 1909, para emplearla contra del propio Porfirio Díaz, por lo que el principio de sufragio efectivo, no reelección, fue incorporado en el Plan de San Luis, documento que condensa los postulados maderistas contra la dictadura porfirista.

En sus orígenes, las primeras tentativas revolucionarias, inspiradas por Francisco I. Madero que pretendían el derrocamiento de Porfirio Díaz, que se había mantenido en el poder durante más de treinta años; sin embargo tras el triunfo de los maderistas, la necesaria reconstrucción del país se vio dificultada por las disputas entre las tropas revolucionarias.

1“La razón y lo racional son indesligables del proceso de construcción histórica que va dando contenido y forma a la relación que los sujetos entablan entre sí y con la naturaleza” […]

Francisco I. Madero utilizó la razón y lo racional para contribuir con hechos que marcaron esta etapa de la revolución mexicana, como fue asumir el poder Ejecutivo con carácter provi¬sional. Aseguró que en la democracia se crearía el ambiente adecuado para resolver los problemas económicos sociales del país.

Su triunfo aplazó el elemento revolucionario, en lugar de consolidarlo, ya que se basó en antiguas fuerzas porfiristas para configurar su gobierno. De hecho, compartió Porfirio Díaz dos ideas:

1.-“La razón y lo racional son indesligables del proceso […](Orlando Plaza)

• El flujo continuo de capitales

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