Reclusorios o Penitenciarias

Reclusorios o Penitenciarias

La construcción de cárceles, de centros penitenciarios en México, en la Ciudad de México fueron pensados con el fin de “rehabilitar”, de “reinsercionar” de “readaptar” a los sujetos transgresores de una norma, de una ley, del contrato social. Algunos centros fueron inaugurados con la pompa y circunstancia del momento, porque el sistema penitenciario que se adoptaba en ese momento, se pensaba era el “súmmum” a los problemas sociales que daban origen a los actos ilícitos o ilegales, Se emitieron normas y reglamentos, y claro, todo tuvo un origen de copiado extranjero. Puede decirse que de lo poco que no se trató de imitar en México, pero si se imitó de México, fue el Juicio de Amparo.
También las particularidades de los intentos de creación de presidios estatales y federales, así como las incidencias propias de los estados que se opusieron en principio por la vulneración a su autonomía estatal y capacidad de auto gobierno, siendo razonable ya que tal parecía, se estaban tomando principios de una monarquía ya inexistente. Para esos tiempos, a bandazos de consolidación política, México era ya una República, cuya etimología nos lleva a la definición del latín: RES=COSA PUBLICA. Por lo tanto, había que acotar la esfera de actividad legislativa y ejecutiva.
El presidente Adolfo López Mateos, durante su mandato, creó lo que se llamaba “PATRONATO PARA REOS LIBERTADOS” que en su estricto sentido, sería una fundación para acoger a los reos que habían sido liberados después de purgar una condena, pero que carecía de un reglamento de funcionamiento adecuado. Derivado de lo que significa en la sociedad el saber que un ciudadano es un ex presidiario, con todo lo que implica como la discriminación, el mal trato, el ser mal visto, esta propuesta no perduró. Las cárceles en un momento dado empezaron a ser más organizadas, desde el personal penitenciario que en ellas laboraba, hasta en la selección de los presos y los detenidos, antes todos estaban en convivencia desmedida e inapropiada.
Convivían los asesinos, los violadores, los menores, los enfermos dando como resultado un índice negativo de “readaptación” a la sociedad en todos sus estratos. No había talleres, no había medidas de seguridad ni higiene, y eso elevaba más el costo social a corto plazo de tenerlos a todos juntos y revueltos.
Se pensó en un momento en tener ocupaciones laborales que ayudaran a una verdadera “readaptación social” de los presos, se hizo uso de las islas marías como un centro de reclusión, digamos autosustentable, pero siempre hubo obstáculos legislativos o políticos que no permitieron llegar a buen fin las propuestas al respecto, hasta se crearon dependencias encargadas de darle lustro a la ocupación laboral en los centros penitenciarios, algunas han desaparecido, otras como el INACIPE (Instituto Nacional de Ciencias Penales) persisten como un centro de investigación en materia jurídica.
Son los tratados que México ha suscrito con diferentes países en materia de ejecución de sentencias penales, con el fin de que los presos en México de origen extranjero, purguen la pena por el delito análogo a la legislación de su país, en su país de origen, lo malo de estos actos de humanidad, es que la pena aquí impuesta por un delito análogo en la legislación del país con el que se tiene firmado el tratado, no siempre es la misma. Por lo tanto, el reo “repatriado” puede correr con la suerte de poder ser liberado más pronto que aquí en México.

Un esbozo histórico, pleno de conocimientos, de datos, con la velada propuesta de que esto se puede y se debe mejorar, echando mano de todas las modernidades jurídicas actuales, modernidades que el cambio de las circunstancias han obligado a las diferentes evoluciones y reformas a las leyes penales, siempre con el fin de no dejar lagunas legales a la interpretación judicial y jurídica.
Para que esos cambios puedan suceder, es necesario conocer las doctrinas y las propuestas que dieron origen a los conceptos aquí vertidos, porque si no se conoce la historia y el desarrollo del trabajo penitenciario en México, se corre el riesgo de permanecer anquilosado en materia de conocimientos jurídicos en el ámbito penitenciario con los agregados que este conlleva como son la pena, la aplicación de la pena, la prisión y cómo en verdad, se debe transformar a un individuo en una persona que aporte un provecho a la sociedad donde se desenvuelva, no que le cause una lesión o un perjuicio.

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