Revolucion Francesa

Revolucion Francesa

REVOLUCION POLITICA…DE SANGRE

...Dije a un grupo de sans-culottes que sería decoroso limpiar toda esa sangre humana. “¿Por qué habría de limpiarse? –me dijo uno de ellos –es la sangre de los aristócratas y de los rebeldes. Que los perros la laven lamiéndola.”

La revolución francesa sin duda es la revolución de la locura, el terror y la sangre, que dejó un gran legado a las culturas posteriores y que sentó las bases del los derechos humanos, los principios de libertad y de igualdad. Pero ¿Por qué de la locura, del terror y de la sangre?

Francia en la segunda mitad del siglo XVIII pasaba por una gran crisis financiera producto de las continuas guerras, las malas cosechas de la década de 1770 y los grandes lujos del rey y de la corte; además de una sociedad muy desigual dividida en estamentos, estructura todavía aún del feudalismo: nobleza, clero y estado llano; en la que en los últimos, había nacido anhelos de libertad e igualdad; éstos factores más las ideas de libertad surgidas con la independencia de los Estados Unidos conllevaron a una serie de disgustos internos entre los pobladores.

Como medida a la crisis financiera se implementaron una serie de impuestos, que las clases sociales con mayor riqueza se negaron a pagar, pues obviamente esto reduciría sus ingresos; por lo que se convocó el 5 de mayo de 1789 a los Estados Generales, reunión que no se había hecho desde 1614, los votos hechos en la reunión serian por estado y no por representantes, motivo que solo acabó por aumentar aún más los disgustos de la clase media (grandes comerciantes, banqueros y burgueses) hacia la nobleza y el clero, conduciendo así, a su separación del resto de la reunión para formar La Asamblea Nacional.

Como clase media defendían sus propios intereses, deseaban tener libertades tales como de expresión, religión y muchas otras despertadas durante ese época; también quería tener acceso a los cargos públicos que hasta entonces solo eran ocupados por los nobles declarando así, una igualdad entre todos los hombres.

La Asamblea Nacional tuvo como objetivo la formulación y la creación de una constitución. El 20 de junio, los diputados del tercer estado llegaron al punto de reunión y encontraron las puertas cerradas; así, se trasladaron a un recinto cercano, destinado para jugar tenis y juraron (de ahí el denominado Juramento del Juego de Pelota) que continuarían reuniéndose hasta tener redactada una constitución para Francia.

Se iniciaron así una serie de levantamientos urbanos y rurales a los que se unieron una multitud de campesinos; que sin duda, tenían los mismos ideales de los iniciadores de este movimiento, pueblo que perseguía libertad y reconocimiento igualitario como las demás clases sociales; y cómo no, si vivían en completa miseria, pagaban altos impuesto y no tenían derecho a opinar sobre los asuntos del gobierno y por consiguiente mucho menos ocupar algún cargo en la administración pública, he aquí la gran desigualdad social.

Uno de los levantamientos más importante fue el asalto de la Bastilla, símbolo de autoridad real y del antiguo régimen, el 14 de julio de 1789.

El 26 de agosto la Asamblea Nacional decreta los Derechos Humanos del Hombre y del Ciudadano, documento que posteriormente seria base de las constituciones de otras naciones. Sin embargo, éste no contemplaba la figura de la mujer, las mujeres eran vista muy inferiores ante los hombres, eran subestimadas, sólo servían para el cuidado de los niños y los quehaceres del hogar. ¿Cómo sería posible estoy? ¿Acaso la mujer hoy en día no ocupa un lugar importante en la sociedad? Mas sin embargo, las concepciones acerca de las capacidades de la mujer eran muy distintas a las que hoy se tienen. Motivo por el cual un grupo de mujeres encabezada por Olimpia de Gouges declaran los Derechos de la mujer y de la Ciudadana, en la cual hacía hincapié en que las mujeres debían gozar de los mismos derechos que los hombres; desafortunadamente este intento no fue escuchado por la Asamblea Nacional.

Por su parte, la iglesia católica sufrió serias transformaciones: fue secularizada, sus tierras fueron confiscadas y tantos los obispos como los sacerdotes ahora debían ser elegidos por el pueblo y recibir sus pagos por parte del Estado, pero el papa se negó a tales medidas; ésto, la convertiría desde ahora en enemiga de la Revolución

La Asamblea Nacional se convierte en Asamblea Constituyente y en 1791 terminan la redacción de la nueva constitución, que establecía una Monarquía Constitucional. Todavía no se llegaba al objetivo final, quitar la figura del rey, pues al fin y al cabo un seria una monarquía, una forma de gobierno en la que todavía seguía existiendo rey, aunque sujeto por la Asamblea Legislativa. Sin embargo, éste fue solo el primer paso hacia los ideales perseguidos.

La Asamblea Legislativa se empezó a dividir en varios grupos políticos, entre los que destacan: los partidarios de la monarquía constitucional; los girondinos, pertenecientes al sector republicano moderado, originarios del Departamento de la Gironda y los jacobinos, del grupo de los revolucionarios radicales, que querían grandes cambios, denominados así por reunirse en un ex convento de dominicos o jacobinos, éstos perseguían los intereses de la burguesía y de las clases populares.

Empero, los problemas no solo eran en el interior de Francia, los problemas entre Austria no se hicieron esperan y el 20 de abril de 1792 la Asamblea Legislativa le declara la guerra donde Francia es derrotada, por otro lado como el rey ya había intentado escaparse del país, los revolucionarios pensaron que podría traicionarlos y que estaba con los otros, por lo que decidieron apresarlo, y obligar a la asamblea a una Convención Nacional.

La convención estaba compuesta por diversos grupos sociales los girondinos, que se hallaban a la derecha de la sala, los cuales quería reformas moderadas, los jacobinos, también llamados “La montaña” ya que se sentaban en las sillas más altas en la sala de convenciones, querían reformas radicales., cuyo principal exponente fue Robespierre. La convención tuvo como objetivo llevar a juicio al rey y declarar a Francia como una república. El 20 de septiembre de 1792 declara abolida la monarquía y el 21 se proclama la República. En agosto de ese mismo año tomaron prisioneros al rey y en enero de 1793 fue pasado por la guillotina.

Todo parece indicar que es el fin de la revolución: el rey ha muerto y se ha establecido la república; pero no, todavía no se terminan los conflictos, a penas es el comienzo, desafortunadamente el inicio de la etapa más radical todavía está por venir: la época del terror.

Durante la convención, se creó el Comité de Seguridad Pública, encargado de mantener la seguridad y el orden de la nación y con éste se instala lo que se llama la época del terror, y vaya que fue de terror porque durante ese tiempo se vivieron sucesos inimaginables, totalmente desastrosos.

…filas enteras de casas, siempre las de mejor aspecto, ardían. Las iglesias, conventos y todos los refugios de los patricios se hallaban en ruinas. Cuando llegué ante la guillotina, la sangre de aquellos que habían sido ejecutados unas cuantas horas antes corría todavía por la calle… -Así apunta un testigo alemán.

El terror se había apoderado del pueblo, nadie se sentía seguro y en los revolucionarios reinaba sentimientos de locura y odio contra los antirrevolucionarios, mandaban a guillotinar a todas las personas que ya fuera por su conducta, sus contactos, sus palabras o escritos, se delataban como defensores de la tiranía o enemigos de la libertad o a aquellos que no habían manifestado de manera constante su adherencia a la revolución.

Por todas partes corría sangre y miles de cadáveres se encontraban en medio de las calles; fue realmente algo asombroso, algo inaudito; ¿acaso el precio para establecer una verdadera república eran la sangre derramada de miles de personas? La locura se apoderaba más y más de los sans-culottes, cuán odio era el sentido contra la anarquía entre los jacobinos. Cabe señalar que estos hechos fueron dirigidos por Robespierre, quién estaba obsecionado por la purificación del cuerpo político de todos aquellos que incurrían en corrupción.

Paralelamente a estos hechos espantosos, también se tomaron medidas a fin de establecer control en los precios de bienes de consumo. Las mujeres siguieron luchando por una participación activa en la vida política, se crearon clubes de mujeres revolucionarias, que desde luego fueron prohibidos por la Comuna de Paris. Con lo que respecta a la religión, se estableció una política de descristianización: se eliminó por completo la palabra “santo” de los nombres de las calles, se saquearon y clausuraron las iglesias y se animaba a los sacerdotes a contraer matrimonio, inclusive la catedral de Notre Dame fue designada como Templo de la Razón. No satisfechos con estas modificaciones también revolucionaron el calendario ¡Qué locura! Los años ya no se numerarían tomando como base el nacimiento de Cristo sino a partir del 22 de septiembre de 1792, día de la proclamación de la República Francesa, verdaderamente estaban cegados por una gran ira contra la iglesia católica; el calendario constaría ahora de doce meses con tres semanas de diez días cada uno (décadas) y el décimo día de cada semana era de descanso (décadi), con esto se reducían el número de fiestas de descanso, objetivo fuertemente recomendado por los economistas teóricos del siglo XVIII. A los meses se les dio nombres que según se pretendía, evocaran las estaciones, la temperatura o el estado de la vegetación:

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