Rojo Pitaya Verde Nopal

Rojo Pitaya Verde Nopal

El Bicentenario de la Independencia inició el 15 de Septiembre de 2010, todas las ciudades, Comunidades y pueblos de México se vistieron y adornaron de los tres distintivos colores verde, blanco y rojo.

Esto nos muestra como el viento no se lleva nuestros ideales si no que los eleva y más los que nuestros héroes mexicanos dejaron marcados.

Es fantasía, patria y desfiles alegóricos en el Paseo de la Reforma se escuchan tambores, notas y canticos nacionales que compiten con los que se escucharon en la consumación de la independencia. Pero nuestra fecha patria ocurrió antes de este punto, fue el 14 de Septiembre de 1813 cuando José Maria Morelos y Pavón leyó ante los diputados los sentimientos de la nación.

Nuestros signos patrios, nos recuerdan batallas triunfos y derrotas. Pero el Bicentenario llegó para rememorar los momentos épicos y los retos que se nos presentan como nación libre e independiente.

Todo México comienza la cuenta regresiva para el más grande grito de nuestra historia independiente, cada campanazo nos hace sentirnos orgullosos de ser mexicanos y terminar con nuestro aliento gritando ¡VIVA MEXICO!

Se han cumplido 200 años del levantamiento de Hidalgo y nuestra victoria frente a los españoles. 200 años después de que el ejército insurgente busco en Atotonilco la fuerza divina y tomo el estandarte de la Virgen de Guadalupe. Luego Morelos tres años después muestra el primer desfile patrio.

Ahora ya nacida nuestra patria cumple 200 años. Ella la tierra que nos vio nacer, nuestra gente, nuestra forma de vivir y de recordar lo vivido.

En el segundo capítulo el autor explica aquella madrugada cuando el cura Hidalgo se levanta en armas.

Lo expresa de una manera cómica aunque no dejando de lado las fortalezas y el porte que los héroes que se mencionan merecen.

Explica todas las fechorías que habían realizado los españoles y de todos los maltratos que habían ocurrido hacia los trabajadores mexicanos, el cura Hidalgo se queda pensando un momento y decide levantarse en armas, pero antes debería reunir apoyo, quien mejor que el pueblo mismo así que sube al campanario y llama a misa, los habitantes extrañados salen de sus casas dirigiéndose a la iglesia, en ese instante el cura expone todo lo que habían hablado y el pueblo excede a apoyarlo así que ahí se da lugar al levantamiento en Dolores.

El 20 de agosto de 1813 los insurgentes tomaron la isla de la roqueta y los realistas, comandados por el coronel Pedro Vélez, se rindieron; el botín era excesivo: noventa piezas de artillería, quinientos fusiles, baúles con municiones, y un almacén de víveres.

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