Romanticismo

EL ROMANTICISMO

Es común oír la expresión “América nació romántica” basada en la coincidencia de los movimientos independentistas y el surgimiento del romanticismo como movimiento literario transportado desde Europa.

Afines del siglo XVIIO, realmente Hispanoamérica ya estaba preparada para lograr su independencia y fue de Francia de donde, en parte, vino este nuevo impulso, a través de los criollos que viajaron hacia aquel continente, por medio de algunas sociedades políticas fundadas con modelos franceses y de las logias masónicas que secretamente trabajaron en contra de los españoles. De esta manera la juventud empezó a nutrirse con ideas revolucionarias ; llegaron libros como El contrato social de Rousseau, que corrió de mano en mano.

Cuando Hispanoamérica cortó sus relaciones con la Madre Patria, buscó un nuevo camino, para encontrar libertad y otra vida por medio de las ideas renovadas, las que, literariamente hablando, coincidieron con el romanticismo.

La presencia y adopción de lo romántico van unidos, por supuesto, a fenómenos sociales. Dice Carrilla que “El romanticismo, en Hispanoamérica, coincide con el comienzo de la vida independiente de la mayor parte de los países”. “La tendencia romántica coincide con los primeros impulsos de la independencia política”, afirma J.F. Arias Campoamor. En otras palabras los movimientos de independencia política encontraban en los postulados románticos apoyo para sus ideales; la literatura romántica estaba más en consonancia con el espíritu libertario de los nuevos países surgidos de la separación de España.

Recordemos, al menos sumariamente, las características básicas del romanticismo:

FRANCISCO ALBISUREZ – CATALINA BARRIOS

1. Exaltación del yo

2. Subjetivismo exaltada

3. Idealización de personajes y ambientes

4. Sentimientos de fracaso, como consecuencia del choque entre lo ideal y lo real (verbigracia amores imposibles)

5. Rebeldía ante las normas

6. Gusto por lo misterioso y lúgubre

7. Afición a presentar hechos mortuorios

8. Retorno a la naturaleza

9. Afición a las situaciones extremas, que crean un tono melodramático

10. Revalorización de lo popular y nacional.

Las raíces del romanticismo se hunden en el siglo XVIII y en todo el proceso cultural y económico del mismo. Por pese a la rebelión contra lo “Clásico” (encarnado en el mencionado siglo), los románticos

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