Sembrar el petroleo

     El 14 de julio de 1936, el diario caraqueño Ahora publicaba un artículo títulado "Sembrar el petróleo", del escritor venezolano Arturo Úslar Pietri, quien planteó la necesidad de redireccionar los recursos provenientes de la renta petrolera hacia el impulso del sector no petrolero de la economía nacional, con miras al desarrollo integral del país.

     El significado de la frase "Sembrar el petróleo" se resume en el siguiente párrafo del artículo de Uslar Pietri: "Urge aprovechar la riqueza transitoria de la actual economía destructiva para crear las bases sanas y amplias y coordinadas de esa futura economía progresiva que será nuestra verdadera acta de independencia. Es menester sacar la mayor renta de las minas para invertirla totalmente en ayudas, facilidades y estímulos a la agricultura, la cría y las industrias nacionales. Que en lugar de ser el petróleo una maldición que haya de convertirnos en un pueblo parásito e inútil, sea la afortunada coyuntura que permita con su súbita riqueza acelerar y fortificar la evolución productora del pueblo venezolano en condiciones excepcionales."

      Básicamente la frase “Sembrar petróleo” encierra en su metáfora la utilización de aquellos ingresos extraordinarios de la renta petrolera en constante inversión del aparato productivo nacional, para no someterse a una futura  y peligrosa dependencia económica de la exploración del crudo negro. Úslar Pietri comenzaba a vislumbrar el riesgo que corría Venezuela al depender casi exclusivamente de los altos ingresos que provenían de las exportaciones de petróleo, dejando de lado otras fuentes de producción económica como bien expresó en su editorial: “De ello y de más nada, depende que el petróleo no sea una transitoria etapa de abundancia, una corta etapa de vacas gordas, que va a pasar indiferente a los requerimientos del provenir del país y ligada únicamente al destino de los hidrocarburos del mercado mundial”

     La visión de Pietri no era concebir a la explotación petrolera como una actividad económica a futuro, sino todo lo contrario, una actividad circunstancial, cuyo provecho monetario fuera la plataforma de lanzamiento de una Venezuela industrial y productiva para próximas generaciones, donde el progreso y el desarrollo serían sus más preciados ejes.

      En el trasfondo de todo, el análisis de Úslar Pietri tenía en su origen un esquema social y de mentalidad de la vida del venezolano.  Al depender del petróleo, se generan las condiciones según él, para un estado y una sociedad “parasitaria”, ya que ambos verían como su único medio de subsistencia la cómoda renta que se obtiene de los recursos petrolíferos del país, dejando de lado los beneficios que provienen  del trabajo, el esfuerzo y la inteligencia de la gente.

     La crítica al modelo económico que comenzaba a apoderarse del estado en el año 1936, tenía en Úslar Pietri y otros pensadores de la época, un modelo progresista que contemplaban un conjunto de soluciones en su propuesta de país. Pietri insistió durante décadas que el petróleo no era ni una cosecha ni una renta, sino un constante “reinvertir” de un capital depositado por la naturaleza en el subsuelo, por lo que esa reinversión de la riqueza podría salvar a Venezuela para cuando el preciado recurso termine de agotarse. Se apunta directamente a impulsar la industria y la agricultura nacional, la ganadería, la actividad agrícola, la inversión en el campo, en modernizar el área de producción agrícola y ganadera, repoblar los bosques, mejorar los canales de irrigación entre tantas otras iniciativas que dieran al país una base sólida para el porvenir económico en su conjunto.

     Como se puede deducir, para el doctor Arturo Uslar Pietri, sembrar el petróleo, significaba, utilizar los excedentes y ahorros de la renta petrolera, en mejorar, aumentar y modernizar ampliamente las actividades del campo, tales como la agricultura y la cría de ganado, entre otras actividades ajenas a este bien. Aún cuando el doctor Arturo Úslar Pietri no lo menciona en dicho editorial, deducimos por intuición y lógica, que su mensaje de sembrar el petróleo incluía a toda aquella actividad productiva, sostenible por si sola, “ajena” a la minería, al petróleo y a negocios asociados aguas abajo del negocio petrolero.

     Parece increíble, pero hace 72 años de ese editorial, y el actual gobierno al parecer o no ha entendido o no quiere entender, lo que significa sembrar el petróleo. Esto lo afirmo, debido a que ha propuesto en el 2005, un proyecto que denomina, “Siembra del Petróleo 2005-2030”. Insólito, pero el plan siembra del petróleo para el chavismo, consiste en darle mayor valor agregado al petróleo y a sus derivados; y radica básicamente, en desarrollar y ampliar más actividades petroleras aguas abajo del negocio, lo cual en cierta forma, con algunas observaciones, hace falta fortalecer en Venezuela, pero en ningún caso, eso puede llamarse siembra del petróleo. Para ello propusieron los siguiente sub proyectos: I) Plan siembra del petróleo, II) Magna Reserva Petrolera, III) Proyecto Orinoco, IV) Proyecto Delta Caribe, V) Proyecto Venezuela Adentro, y VI) Proyecto Refinación.

     Todos esos proyectos, por más justificados que estén, lo que hacen es incrementar en grande la dependencia del venezolano del petróleo, y alejar la posibilidad de diversificar nuestra economía, e independizarnos algún día de éste.

      Un plan nacional en grande en las áreas agrícola, ganadera y turística es lo que a la mayoría de los venezolanos normales y sensatos, se nos ocurre pensar, podría ser la tan nombrada siembra del petróleo. Hoy en día se destruye al aparato productivo y se aumenta la importación de comida; la dependencia del petróleo es más marcada que antes, la diversificación no exist. Por otra parte, la producción de petróleo, de gas y de los refinados, así como las reservas; merman y van decreciendo, el campo está más abandonado que nunca y no se ven signos de que el gobierno chavista pueda hacer algo al respecto, porqué están empecinados en convertir a Venezuela en una nación socialista (estatista), sin dar alternativa al sector productivo privado.

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