Sitio De Cuautla

Después de que Miguel Hidalgo muriera, Ignacio López Rayón unifico a los insurgentes que luchaban en diferentes partes del país y dio rumbo institucional a la nueva nación. Con esto, José María Morelos se puso al frente de los insurgentes, su ejército estaba bien disciplinado y armado lo que le llevo a realizar muchas de las hazañas militares importantes para el movimiento, entre estas estuvieron las operaciones en los estados de Guerrero, Michoacán, México, Puebla, Veracruz y Oaxaca. Pero una de las más importantes fue el Sitio de Cuautla.

Morelos comenzó una campaña por el centro del país, en diciembre tomó Izúcar, y Hermenegildo Galeana conquistó Taxco. Después, Morelos marchó hacia la sierra de Puebla, y en enero de 1812 tomó Cuautla. En ese momento el en ese entonces virrey Venegas, sospechó que Morelos entraría a la Ciudad de México, así que llamo al General Félix María Calleja para que se trasladara a Cuautla y los derrotara de una vez por todas. Los insurgentes entraron a Cuautla el 31 de enero y tras entrar, Morelos fusiló a 50 soldados realistas. Leonardo Bravo comenzó a fortificar las trincheras de Cuautla, mandó abrir troneras en los conventos y en las casas principales. Mariano Matamoros logró obtener víveres y pertrechos. En total, las fuerzas insurgentes sumaban 3000, 2000 de infantería y 1000 de caballería.

El 10 de Febrero, al saber de la llegada de Calleja a Cuautla, los líderes salieron a fortificar la seguridad en la plaza y el convento de San Diego, entre todos comandaban las fuerzas insurgentes para la defensa de Cuautla. Pero todo eso no fue suficiente, ya que el 18 de Febrero Calleja inicio el primer ataque, pues contaba con más de 2000 hombres extra, gracias a los refuerzos que habían llegado desde varias partes del país. Calleja ataco con 500 hombres y Morelos se defendió, perdiendo hombres y aunque haciendo retroceder al ejercito de Calleja estuvo en riesgo de quedar prisionero, pero escapo y regresó a Cuautla.

El 2 de Mayo los realistas atacaron a los insurgentes, acomodado en tres columnas, Morelos observo la organización y dio órdenes de no atacar hasta que las tres columnas llegaran, colocando a Galeana en la retaguardia. Cuando muchos insurgentes vieron la situación perdida se oyó un grito diciendo "todo se ha perdido, han derrotado al general Galeana", los soldados insurgentes y el capitán Larios huyeron hacia la plaza. Una tropa de dragones estuvo a punto de tomar la ciudad, pero “el niño artillero” detonó un cañón con el que parte del ejercito realista se dispersó o murió dado así oportunidad al ejercito insurgente de escapar.

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