Una reunión de ministros norteamericanos y

Una reunión de ministros norteamericanos y

europeos de Relaciones Exteriores apoyó hoy el concepto de que

la economía de mercado, y no cuantiosas inyecciones de ayuda

financiera, es la mejor forma de salvar del colapso a las

economías de Europa oriental. Por supuesto que es necesaria

alguna asistencia pero tal ayuda no es substituto del

comercio. Sólo debe complementarlo , manifestó el Comisionado

Europeo Frans Andriessen en rueda de prensa en un paréntesis

de las deliberaciones de la Conferencia de 35 naciones sobre

Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE). La reunión de dos días, que concentró la atención en cuestiones que hacen a la seguridad y los derechos humanos, no tiene facultades para conceder ayuda pero fue vista como un foro adecuado para discutir estrategias tendientes a salvar a la economía de Europa oriental.

Los tres países más reformistas de la región -- Checoslovaquia, Hungría y

Polonia-- consignaron sus necesidades en un comunicado conjunto que

incluyó ayuda para reducir deudas en que incurrieron los regímenes

comunistas derrocados en 1989.

Fueron respaldados por el Secretario de Estado norteamericano

James Baker quien exhortó a Europa occidental a importar más

productos de Europa oriental, incluyendo los que menos quiere:

acero, textiles y productos agrícolas. La declaración final

de la reunión no contuvo promesas específicas pero destacó la

necesidad de mantener el apoyo a esos países empeñados en

consolidar la democracia.

Andriessen indicó que la Comunidad Europea ayudaría a Europa

oriental negociando acuerdos de asociación, permitiendo mayor

acceso a sus mercados en el bloque comercial de 12 naciones.

Señaló que las naciones industrializadas occidentales también

deberían ayudar a restablecer intercambios comerciales dentro

de la región. Para alcanzar tales objetivos Andriessen

propuso créditos triangulares otorgados por países

occidentales. Estos préstamos

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