Canción para La Magdalena

REFLEXIÓN

“Si a media noche por la carretera

que te conté

Detrás de la gasolinera

donde llené

Te hacen un guiño unas bombillas

azules, rojas y amarillas

Pórtate bien y frena.”

J. Sabina

Canción para La Magdalena

A pesar del desarrollo humano de los últimos tiempos, las personas viven cada vez menos y las preocupaciones y los afanes son cada vez más. Partiendo de este hecho innegable y teniendo como principal fuente la lectura del texto “La derrota de la Luz” del Maestro Cruz-Kronfly; quiero escribir a manera de reflexión sobre la aceptación ciega de las ideologías, dogmas culturales y la domesticación cultural que según el autor, se hacen necesarios para entrar en la cultura humana pero que, según lo menciona el mismo, puede ser el fin de la curiosidad humana y terminar en un amansamiento indefinido; y en lo particular diría que en una aflicción causante de afanes y caos personal, aun cuando se encuentre inmerso en el lugar más organizado, pero careciendo de “ese sentido” por cuestionar todo lo que nos rodea y tendiendo cada vez a convertirse en un estándar y a una vida uniforme sin incertidumbres, pero también sin espacio a lo que defiende el maestro Cruz, es decir a la crítica, el espíritu crítico y la investigación producto de la curiosidad científica, lo que da como resultado el “conocer científicamente” pero con pensamiento crítico, según lo menciona el autor.

Lamentablemente las preocupaciones propias del paradigma en el que se vive son más que suficientes para el adormecimiento de la crítica y la razón, y la aceptación ciega de la vida como se la conoce hasta ahora (o podría decirse de la cotidianidad). Siendo que se encuentra cierta dificultad a la hora de seguir el camino “equivocado”, es decir el camino del espíritu crítico, si entendemos bien las palabras del autor, entonces se entiende lo que dice el maestro Kronfly de que “no se trata de criticar por criticar”, que se debe tener una rigurosidad necesaria para llevar la investigación y la critica a resultados nuevos, firmes e importantes. Y que todo esto requiere de responsabilidad, dedicación, tiempo, conocimiento, capacidad, voluntad, deseo y hasta podría decirse que amor, por la búsqueda, la investigación, la reflexión y todo aquello que según el autor lleva al hombre a romper paradigmas y crear nuevas cosas.

Tal vez vamos entendiendo un poco cómo es que la mayoría de personas prefieren vivir su vida afanosa, corta y muchas veces sin la alegría del amor; de la manera más práctica, aceptable o tal vez más normal, sin cuestionamientos ni enfrentamientos contra sus paradigmas e institucionalidades. Y podemos entender quizás que salirse del paradigma o ver desde lejos, pueda ser desconcertante, solitario e incluso doloroso para cualquier persona que tomara el camino del pensamiento libre y la “desdomesticación”, si se puede llamar así.

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