Cronica De Una Muerte Anunciada

La novela, Crónica de una muerte anunciada, principalmente gira en torno a una cuestión de honor. El narrador nos demuestra que el honor es lo que causa que los gemelos maten a Santiago Nasar y a que el pueblo no interfiera. Mientras Crónica parece ser un cuento absorbente sobre un asesinato en la búsqueda vengativa del honor, el objetivo principal de la novela es exponer los valores perversos del pueblo que causan la muerte de Santiago. A través de la exploración de la fundación de este código primitivo de honor, el autor Gabriel García Márquez, considera la medida en cual la Iglesia Católica es responsable de imponer estos ideales imposibles al pueblo que llevaron a la muerte de Santiago Nasar.

En todas partes de la novela, hay muchos ejemplos que nos muestran la influencia del honor en el pueblo. En la novela, el honor se manifiesta en la virginidad de Ángela. Así la evidencia más obvia del poder del honor es la búsqueda de Pedro y Pablo por matar a Santiago para restaurar el honor de Ángela y su familia. Sin embargo, sus motivaciones para matar no se basan en deseos genuinos y personales, sino están influidos por la presión de una mayor fuerza comunal. Podemos ver cómo los gemelos no están dispuestos a matar en sus esfuerzos para anunciar sus intenciones a todas las personas del pueblo, en la esperanza que alguien los detenga.

Clotilde Armenta es muy consciente en su renuencia a matar. Cuando el alcalde no hace nada más que llevar sus cuchillos para detener a los hermanos, ella expresa compasión por los hermanos,

“ ‘Es para librar a esos pobres muchachos del horrible compromiso que les ha caído encima.’ Pues ella lo había intuido. Tenia la certidumbre de que los hermanos Vicariono estaban tan ansiosos por cumplir la sentencia como por encontrar a alguien que les hiciera el favor de impedírselo” (56).

La esperanza de los hermanos es que serán parados por el alcalde y que este gesto simbólico sea suficiente para restaurar el honor de su familia. El público igualmente tiene miedo de desobedecer el código, y no interfiere con la búsqueda del honor. Sin embargo, en la escena final, vemos el dolor causado por el compromiso del pueblo en seguir el código. El publico, no solo es consciente, pero está “espantado de su propio crimen” (116).

A través de enfatizar los defectos inherentes del código de honor, la novela contiene un ataque indirecto pero fuerte contra la Iglesia Católica. La novela sutilmente culpa a la Iglesia por la implementación de un ideal imposible por la conducta de los humanos. Vemos el primer símbolo en relación con la Iglesia cuando la criada accidentalmente dejó caer la pistola en la habitación de Santiago. La pistola descargó y destruyó “un santo de tamaño natural en el altar mayor de la iglesia” (6). Márquez deliberadamente apuntó el arma directamente a la estatua, un símbolo de la santidad de la Iglesia.

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