De La Revolución A La Democracia

INFORME DE LECTURA “DE LA REVOLUCIÓN A LA DEMOCRACIA”

NORBERT LECHNER

En la década de los 60 la revolución era el tema político, debido al estancamiento económico que se presentaba, y la insuficiencia que tenía el modelo capitalista, al punto que partidos de centro como la democracia cristiana de chile propone hacer una revolución en libertad en busca del desarrollo del subdesarrollo.

En la década de los 80 este tema pasa a ser la democracia y en ambos casos la movilización política se da debido al debate intelectual, esto comienza en 1978 en costa rica con una conferencia llamada “las condiciones sociales de la democracia”, a partir de ese momento se centra la atención en los procesos de transición que se dan en Brasil, Uruguay, Argentina y Chile, con esto se va conformando las instituciones democráticas, y haciendo a un lado a quienes obstaculizaban esta consolidación democrática como Perú y Bolivia.

La democracia llega como una esperanza, debido a la experiencia de desorden que se vivida con el autoritarismo en los años 70 y los distintos golpes militares que se dieron en Brasil, Perú y Chile y los que se dieron posteriormente en Uruguay y Argentina, a partir de esto se empezó a tener un significado común de democracia, los intelectuales ya no se luchaban por un proyecto, sino por el derecho a la vida de todos y comenzaron a proyectarse más; la izquierda necesitaba que el estado avanzara para acabar con la desigualdad, la miseria y demás problemas sociales. Esto se ve cuestionado por la dictadura militar, pero ya con el desarrollo del estado autoritario, se obliga a repensar la manera de hacer política y a estudiar el pensamiento neoliberal, que conlleva al fenómeno del peso de las derechas, aunque sin existir una intelectualidad de derechas, lo que no permite un debate de las posiciones liberal-conservadora.

Los intelectuales se vieron obligados, unos a exiliarse y otros a formar centros de trabajo informales en sus países, esto modifico la producción intelectual, genero incertidumbre, permitió la internacionalización de los intelectuales, la renovación de un pensamiento político en cada país, la apertura intelectual de la izquierda y la profesionalización académica de los intelectuales, todo esto ayudo a la revalorización de la democracia.

A partir de la crisis de 1982 la atención estaba en la democracia y no en el autoritarismo, neoliberales y neoconservadores ven que la política no es única ni tiene un solo significado y se comienza a buscar el significado de hacer política, buscando el reconocimiento reciproco y a partir de las diferencias.

Instaurada la institucionalidad democrática se centran en problemas como: el desempleo, la marginalidad y la inflación. Entrelazando pacto político, pacto social y pacto constitucional para su proceso de transición.

El socialismo pierde identidad y actualidad ante las sociedades en América del Sur, dando paso a un fraccionamiento organizativo; las izquierdas se interesan por los cambios socio económicos, abandonando la lucha de clases y el conflicto mismo y crean una visión armoniosa y tal vez equivoca de democracia.

Es entonces como surge desde la democracia nuevamente el tema de socialismo ya no en la creación revolucionaria de un hombre nuevo, sino en el medio de un ideal utópico y la posibilidad de una reforma institucional.

Es indiscutible que el tema de la revolución fue primordial para avanzar en los procesos de democratización de los países de América Latina, sucesos como los golpes militares, el autoritarismo y las distintas crisis conllevaron a que los intelectuales salieran de sus esferas y cambiaran gradualmente su manera de pensar y proponer la transición del autoritarismo, buscando como alternativa la conformación de la democracia y el socialismo, siendo este último con el que menos se identifican las masas, sin embargo

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