EL OLIMPO RADICAL
Enviado por 002jenni • 9 de Marzo de 2014 • Ensayo • 736 Palabras (3 Páginas) • 361 Visitas
EL OLIMPO RADICAL (constitución de 1863)
El Olimpo radical nos cubre una época en 1863 con el gobierno de Mosquera o el caucano como algunos lo llamaban. Hasta 1880 no había en el país sino liberales y conservadores. A partir de esta fecha el partido liberal, gobernante, se divide en dos grupos, uno encabezado por Núñez, partidario de hacer sustanciales reformas a la Constitución de 1863 y de darle un nuevo giro a ciertos aspectos de la política como las relaciones con la Iglesia, buscando para ello la colaboración de la opinión conservadora. Otro, el sector gobernante, que aceptando la posibilidad de hacer reformas a la Constitución defendía la gestión política y la obra de gobierno realizada por los liberales. Al primer grupo, al de Núñez, se le llamó Independiente. A los que estaban en el gobierno, alguien, no se sabe quién, les dio el nombre de Radicales. Los presidentes que gobernaban en esa época solo duraban dos años en el poder y no tenían derecho a reelección, esto se prestaba para que el gobierno cambiara cada rato de gobernante, además los gobernantes en tampoco tiempo no podían dejar mucha huella esto quiere decir que casi no podían hacer cosas notables por el país. Pero en esta época podríamos llamar a un grupo de personas “Intelectuales ideólogos y los orientadores de la opinión pública.” Como: Manuel Murillo Toro, , político, dos veces presidente de la República, muy influyente como gobernante y como publicista en la orientación de la política económica, Miguel Samper, fue quizás la figura más influyente en materias económicas. Salvador Camacho Roldan, varias veces ministro y miembro de las directivas del partido. Manuel Ancizar, uno de los primeros rectores de la Universidad Nacional, al ser reorganizada ésta en 1867 bajo el gobierno del general Santos Acosta. Aquileo Parra, Santiago Pérez, jurista, educador y periodista. Aníbal Galindo, periodista, parlamentario y escritor muy influyente en materias económicas.
En materias económicas, los radicales defendieron en la teoría y aplicaron en la práctica la política del libre cambio. En nuestra situación histórica eso quería decir eliminar ciertas prácticas monopolistas que la organización económica y fiscal de la República había heredado de la época colonial, tales como los estancos del aguardiente y del tabaco, que daban al gobierno la facultad exclusiva de señalar las zonas de producción y el monopolio de la venta de dichos artículos. Su eliminación y su reemplazo por una política de libertad de cultivo y comercialización, era una vieja aspiración de comerciantes y gentes de capital desde la época final de la dominación española. Recuérdese que ella fue una de las principales peticiones de los Comuneros de 1781. Tal política quería decir también supresión de algunos impuestos, como los que pesaban sobre la agricultura y la minería, los llamados diezmos y quintos y, finalmente, rebaja de los derechos de aduana para las importaciones y exportaciones a fin de intensificar el comercio internacional. En una palabra, limitar al mínimo la actividad del Estado en materias económicas, sobre todo evitar que pudiera convertirse en Estado empresario. Algo semejante a lo que está pidiendo, cien años después, el llamado neoliberalismo.
Al tercer gran problema que contemplaba nuestro país en el momento, la introducción de la ciencia y la tecnología modernas y la ampliación y mejoramiento del sistema general educativo, los radicales contestaron con la recreación de la Universidad Nacional -decimos recreación porque en realidad la vieja universidad del general Santander no había desaparecido totalmente, a pesar de la política romántica de los liberales del 50 que la redujo a sus mínimas funciones- y con la reforma educativa de 1870, que creó escuelas normales para la formación de maestros y estableció la escuela primaria obligatoria,
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