Edipo Rey

Introducción

La obra tragicómica Edipo Rey, fue escrita por Sófocles, uno de los tres grandes trágicos griegos, donde debido a los giros de la fortuna, Edipo pasa de la ignorancia al conocimiento de su verdadero destino. Edipo se convirtió en rey de tebas, cuando acabó con el mal que aquejaba la ciudad, luego de haber matado a Layo sin tener conocimiento de que era su progenitor. Todo lo que Edipo considera venturoso, constituirá su encuentro con la fatalidad de la que intentaba escapar. Su obra comienza cuando Edipo habla a los habitantes de tebas, de la que es rey, quienes le piden que ponga un alto a la epidemia que ha causado tantos estragos en la ciudad.

Desarrollo

El libro trata de la historia de un niño que se convertiría en el asesino de su padre, en esposo de su madre y que sería el padre de sus propios hermanos. Todo comenzó con una profesía hecha al Rey Layo, quien al visitar el oráculo divino le fue advertido que su hijo se convertiría en aquél que le diera muerte y desposara a su mujer; al escuchar esto, él se apresuró en mandar a matar con a mano de uno de sus sirvientes a su hijo recién llegado, temiendo que la profesía se cumpliera; sin embargo, ese sirviente se compadeció del bebé y sin pensar lo que sucedería al pasar los años, regalo el bebé con un garfio atravesando sus pies a un campesino que vivía con el Rey Polipo de Corinto, aquél desdichado que no podía tener hijos, siendo este el fin de aquel mal y adoptando junto con su esposa M, al pequeño como su hijo .

En un ocasión un hombre alcoholizado, le reveló a Edipo aquél secreto a voces del pueblo, que él era adoptado y realmente no era hijo de Polipo y de M, fue entonces cuando Edipo, en búsqueda de la verdad, se dirigio al oráculo para pedir que le fuera revelada la verdad, pero a cambio le fue dicha la profesía de que mataria a su padre y se casaria con su madre, situación que lo asustó y con el fin de que esto nunca se cumpliera decidio alejarse de Corinto y de sus padres para no causarles ningún daño.

Despúes se caso con Yocasta y tuvo dos hijas con ella. Como Rey de Tebas, era su obligación ver por el bien de su reino, a lo que mando a su cuñado Creón al oráculo a consultar a Febo para que les recomendara algo que salvara a su ciudad de los males. Al regresar Creón de su encargó, éste señalo que se le había dicho que debían eliminar la mancha de mal que aquejaba al reino y que esto lo lograrían sacando a todos los asesinos o vengar con la muerte, la misma muerte del anterior Rey Layo.

Fue asi como Edipo se dio a la tarea de retomar la búsqueda de los asesinos y declarar que sus castigos serían duros implicando un destierro, rechazo de todos los habitantes del reino y condena a muerte. De los asesinos solo se sabia que habían sido varios forajidos extranjeros, según la versión de un sobreviviente de los hechos y un anciano ciego que era vidente; mismo que Edipo mando llamar para que le revelara lo que sabia, pues estaba convencido de que investigando cada detalle llegarían a dar con el culpable de tal muerte.

Entonces, mando a Creón en búsqueda del vidente ciego Tiresias y una vez presente, éste se reusaba a contarle lo que sabia, mientras Edipo insistia que le dijera la verdad, a lo que el adivino se reusaba manifestando que no le quería causar ningún mal y que era mejor dejar las cosas como estaban. Edipo se aferro a conocer lo que el anciano realmente sabia y que al final le conto. Le dijo que el asesino de Layo había sido él y que seria expulsado de su tierra, que estaba ciego a lo que era su vida en realidad; sin embargo, Edipo se reusaba a creerle, tachándolo de mentiroso y pensando que se había puesto de acuerdo con Creón para quedarse con su trono; a lo que Tiresias recalcaba que lo que él decía era lo que Apolo le pedía. Edipo lo corrió de su palacio y éste se fue acompañado de un muchacho.

Edipo, al entrar Creón al palacio lo culpó de haberse aliado con Tiresias para quitarlo de su reinado, por lo que Creón se defendió pidiendo pruebas de tal hecho y argumentado que no tenía nada que desear, pues él lo tenia todo sin llevar a cuestas la responsabilidad que al rey le competía.

Edipo le confesó a Yocasta que él había matado a varias personas exactamente en el lugar donde decían que se le había dado muerte a Layo, luego de que éstos le exigieran moverse del camino y se dirigieran a él con agresividad, pero que su esperanza era que la gente decía que habían sido varios forajidos los que los habían matado y que tenía que investigar para llegar a la verdad.

Entonces, Edipo mando llamar al criado sobreviviente que había sido testigo de aquél crimen pero antes de que éste pudiera presentarse, llegó a sus tierras un mensajero de Corinto, quien se presento para manifestarle que su padre Polipo había muerto, situación que tranquilizó a Edipo al creer que la profesía que le habían advertido no se había cumplido pero aún le preocupaba lo que sobre su madre se había decretado. al manifestarle tales temores al mensajero, éste le confesó que su padre biológico no era Polipo, ni su madre Mérope, sino que él mismo lo había recibido a manos de un pastor de los de Layo y que aún podía ver que tenía las cicatrices del garfio que él había quitado de sus pies cuando éste se lo entregó.

Edipo angustiado,

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