El Celebro

Entre la ciencia, la política y la práctica

El cerebro visto en la mesa de disecciones parece cualquier cosa menos la residencia de todos los pensamientos, emociones, recuerdos y sueños. Los primeros antecedentes del estudio del cerebro humano datan de 3 mil años aC, en un manuscrito egipcio que contiene la primera descripción anatómica conocida del cerebro, así como de las capas que lo rodean. La parte más evolucionada del cerebro es el córtex, que tiene una superficie de 2 mil cm2, algo así como dos páginas de periódico que para acomodarse dentro del cráneo, se dobla en organizados pliegues.

Las células cerebrales mandan señales electroquímicas. Las neuronas son de muy distintos tamaños, por ejemplo, una neurona sensorial de la yema del dedo tiene un axón que se extiende a lo largo del brazo, en tanto que las neuronas dentro del cerebro tan sólo miden unos cuantos milímetros, asimismo, varían en su forma según la función que cumplen. El cerebro carece de terminales nerviosas, por lo que no es capaz de percibir sensación alguna, sin embargo, las capas de tejido que lo rodean, como las meninges (sucesión de media docena de capas de tejido que protegen al cerebro), pueden inflamarse, elevando la presión sanguínea y, por ende, la presión sobre la red de terminaciones nerviosas que reside en dichas meninges. El resultado es el dolor que llamamos “de cabeza”.

Por su conexión directa a través del nervio óptico, la retina es considerada como parte del cerebro y, dicho sea de paso, el único componente del sistema nervioso central que podemos observar a simple vista. Los olores suelen disparar recuerdos, esto es porque el nervio olfatorio está a sólo dos conexiones nerviosas o sinapsis de la amígdala (centro de las emociones) y a tres del hipocampo, almacén de la memoria.

Los humanos tenemos, en promedio, un cerebro que pesa 1.3% kilos, superado por el de animales como la ballena (cachalote) y el elefante, sin embargo, si calculamos el peso del cerebro en relación con el peso total del organismo, la cosa cambia totalmente, haciendo de los humanos los animales con mayor capacidad cerebral en proporción. Aunque su peso no excede 2 por ciento del total del organismo, el cerebro es un gran consumidor de recursos nutricionales: consume 25 por ciento de toda la glucosa procesada por el organismo, 20 por ciento del suministro de oxígeno en el cuerpo, 15 por ciento de toda la presión sanguínea y un litro de sangre cada minuto para su irrigación.

La parte frontal del cerebro es el centro que determina el razonamiento, las emociones y la personalidad; el hemisferio izquierdo está conectado directamente con el lado derecho del cuerpo, controlando los movimientos de éste y siendo determinante en el lenguaje, las matemáticas y la lógica; a su vez el hemisferio derecho es el que controla la parte izquierda del cuerpo

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