El Dios De Las Moscas

“El dios de las moscas”

El cuento “El dios de las moscas” por Marco Denevi es una obra que carece de una fábula específica, pero sin embargo es un cuento. Lo que es muy interesante sobre este cuento es que es posible de presentar, a pesar de no tener el formato tradicional de un cuento, información que estimula reflexión introspectiva. El uso de la literatura para romper las preconcepciones del lector sobre el universo es una marca de un autor que es apasionado por su trabajo, y eso es lo que Denevi puede lograr exactamente con “El dios de las moscas.”

Una cita de las primeras frases del cuento suministra tres tipos de figuras retóricas que hemos discutido en la clase: “El dios de las moscas era una mosca, ya verde, ya negra y dorada, ya rosa, ya blanca, ya purpúrea, una mosca inverosímil, una mosca bellísima, una mosca monstruosa, una mosca terrible, una mosca benévola, una mosca vengativa, una mosca justiciera, una mosca joven, una mosca vieja, pero siempre una mosca.” Primero, demuestra la ingramaticalidad de la literatura, porque tener una frase tan larga como esta está contra las reglas de la gramática y se destaca como un resultado. Segundo, la miríada de adjetivos que describen el dios que la frase contiene es un ejemplo directo de adjetivación. Tercero, el hecho de que muchos de los adjetivos se contradicen entre sí muestra el tema recurrente en esta clase que nada en el universo está grabado en piedra, y que pueden tomar múltiples perspectivas sobre esencialmente todo. Por estas tres razones, esta frase es particularmente poderosa.

Podría decirse que el elemento retórico más importante en este cuento es la metáfora. Esencialmente el cuento completo es una gran metáfora de la humanidad y sus varias creencias religiosas. Al igual que las personas de religiones diferentes difieren en sus sistemas de creencia sobre la idea de Dios, las religiones de las moscas difieren similarmente: “En algunas religiones carecía de alas…en otras tenía infinitas alas.” También, Denevi incluye una metáfora que se refiere al aspecto unificador de muchas de las religiones del mundo humano, la muerte: “Y para todos, cuando las moscas morían, [el dios] los conducía en vuelo arrebatado hasta el paraíso.” Las moscas del mundo imaginado llevan el mismo concepto del cielo de los humanos del mundo real. Las correlaciones entre el mundo de los humanos (el mundo real) y el mundo de las moscas (el mundo imaginado) están claras aquí, y por eso no ya rompen las preconcepciones del lector.

Sin embargo, un cambio repentino en el cuento rompe decididamente la comparación entre los dos mundos que ya ha sido formado por Denevi. La noción del paraíso sostenida por las moscas mina completamente la de los humanos. Mientras que el paraíso del mundo real es a menudo idealizado como un lugar sereno y puro, el paraíso de las moscas es descrito como “un

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