El Verdadero Valor Del Anillo

Comentario:

Al igual que el joven de la reflexión, muchas veces las personas se sienten inseguras consigo mismo, pues no se sienten valoradas o comprendidas.

¿Cuántas veces nos han hecho un comentario hiriente y hasta sin querer nos han herido? ¿Qué más que un rumor para hacerte pensar si realmente vales? Apuesto que cada uno alguna vez se ha sentido solo, ha querido llorar y encerrarse en su habitación por el hecho que sienten que desvalorizados o sus necesidades han sido postergadas, al igual que en la historia.

En la edad en la que estoy es en la cual se construye gran parte de lo que seremos en el futuro. Por lo tanto somos más vulnerables a las opiniones y prácticas de los demás hacia mi persona, en las cuales tengo 2 opciones: la primera es aceptar tales opiniones, ya sean buenas o malas, y cambiar mi verdadera persona ó dejar que esas cosas que me afectaron, que duelen al principio, me hagan más fuerte.

Yo nunca fui muy buena en matemática y cuando estaba en cuarto grado aún no entendía muy bien como se restaba. (¡Increíble!). Para un examen estudié y creí que por fin podría sacar bien la parte de la resta. Al llegar a la escuela le dije a mi profesora que ya había entendido como restar. Pero al parecer no era así. Cuando había pasado una semana después del examen, la profesora me dio el mío y cuando me lo entregó se río de mí. Me sentí triste porque me hizo sentir que nunca lograría restar correctamente.

Recuero inclusive que cuando estaba en sétimo año me corte el cabello muy corto. A mí me encantaba y me parecía que me ven bien, sin embargo cuando le mostré a mi familia el nuevo “look” me hicieron mala cara, y decían: “¿Por qué se lo hizo? ¡Se veía mejor con el pelo largo! “No se ve tan mal, tranquila ahorita le crece. Hasta un tío en una ocasión me dijo que parecía un chiquito. La reacción de mi familia me hizo sentir insegura acerca de mi aspecto, de mis decisiones y de mi feminidad. Fue un momento desagradable, sin embargo comprendí que yo decido como me quiero ver y lo que me hace sentir bien.

Opino que este texto del joven y el sabio es un reflejo de lo que muchos jóvenes pasamos en esta etapa, tratando de complacer los que la sociedad quiere que seamos sin tomar en cuenta lo que valemos teniendo cada uno algo único. Todos somos joyas y tenemos que aprender a valorarnos aunque el proceso de encontrarnos a nosotros mismos sea tan difícil.

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