El grito manso

EL GRITO MANSO.

El presente trabajo está basado en un homenaje a Paulo Freire quien se destacó en la pedagogía del siglo XX y recibió el Doctorado Honoris Causa en veintisiete universidades de todo el mundo, entre numerosos reconocimientos a lo largo de su carrera.

En él se recogen sus reflexiones acerca de los problemas que padecía la práctica de la educación. Con conceptos claros, Freire presenta los desafíos que deben enfrentar tanto los docentes como los alumnos, al sostener que una de las buenas cualidades de un profesor, es darles testimonio a los alumnos de que la ignorancia es el punto de partida de la sabiduría.

“Trabajar con la gente”, es uno de los primeros textos que encontramos en el libro que trata de una breve semblanza escrita por Roberto iglesias (tato) licenciado en sociología, quien fue amigo de Freire. En él se mencionan algunos acontecimientos de su vida, como su exilio por la dictadura de su país, como así también sus innumerables libros y por sobre todos sus aspectos personales que lo identificaban por su profunda humildad y empatía.

En la “práctica de la pedagogía crítica”, define al hombre y a la mujer como seres históricos que se forman socialmente entre incompletos, inacabados e inconclusos y de ahí surge la necesidad de la educación. Freire afirma que la práctica educativa tanto suya y como la de los demás, es la conciencia del mundo que lo crea. El ser que sabe inacabado, entra en un permanente y continuo proceso de búsqueda, no hay búsqueda sin esperanza, es por esta razón, que sostiene que la mujer y el hombre son esperanzados, no por obstinados, sino como seres buscadores.

Otro de los textos que llamo mí atención es “elementos de la situación educativa”, en este seminario-taller, Freire nos marca, que la tarea de los profesores es enseñar y la de los alumnos es aprender, Paulo Freire (2012) afirma: “(…) los objetivos cognoscibles son percibidos mediante el ejercicio de la curiosidad. De allí el cuidado que nosotros como profesores demos tener en relación a preservar la curiosidad de los niños”. (p. 38), es decir que como docentes, nunca debemos de dejar de escuchar a los niños, sino siempre darle la atención posible para no terminar “castrando” su curiosidad.

Todo tiempo educativo, es tiempo de pregunta y de respuestas. También nos habla de que sin límites no hay libertad como tampoco hay autoridad. Quien enseña aprende al enseñar y quien aprende, enseña al aprender. Por lo tanto, enseñar no es transferir contenidos al alumno.

El libro me resulto interesante, nos marca lo importante que es ayudar como docentes en la formación de los estudiantes como sujetos críticos utilizando la ideología política, que no es lo mismo que política partidaria. Considero que el lector, se encontrara con un libro de grandes riquezas de información.

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