El hombre ilustrado

Bradbury, Ray. (1951). El hombre ilustrado.

Buenos Aires: Ediciones Minotauro S.R.L, 141 paginas.

Ray bradbury Nació el 22 de agosto de 1920 en Illinois estados unidos, sin embargo se establecería finalmente con su familia en los Ángeles, California, allí termina el colegio y al no poder asistir a una universidad emprende un aprendizaje autodidacta basado en la lectura;  Reconocido escritor de novelas y relatos de ciencia ficción y fantasía, ambientado en futuros distópicos que reflejarían la angustia norteamericana ante una posible guerra nuclear, entre sus obras más reconocidas esta crónicas marcianas(1950) y su novela distópica Fahrenheit 451(1953), el mismo se considera como “un narrador de cuentos con propósitos morales” ya que en la mayoría de sus obras deja un sabor reflexivo sobre el destino de la humanidad y la decadencia de la sociedad. También incursiono en novelas policiales y en el realismo.

El hombre ilustrado es una compilación de relatos fantásticos ambientados en el futuro,  que de cierta manera están conectados, un hombre se encuentra con un señor bastante alto que busca un empleo, este al ver la situación en la que se encontraba decide invitarlo a comer y pasar la noche con él y así se da cuenta de su secreto, el hombre está lleno de tatuajes o más bien ilustraciones que en la noche se mueven y cuentan una historia sobre el futuro, sin embargo aquel que se atreva a verlas todas,  verá reflejado su trágico final.

Así el hombre se ve tentado a ver las ilustraciones y comienzan el relato de 18 historias donde cada una nos contara realidades diferentes, ya sea en la tierra, en marte, en venus o en mercurio; en una de estas realidades la tecnología es capaz de reemplazar las funciones humanas y tomar el control completo de la casa y de la vida misma de los personajes, la virtualidad será tan real hasta el punto que los leones virtuales de un cuarto de juegos para niños causaran la muerte de sus padres; en otro punto estaremos en venus donde no para de llover y algunos soldados en expedición necesitan llegar a las capsulas solares para sobrevivir, pero el clima y la fauna juegan en su contra, ¿sobrevivirán?. Un cohete sufrirá un accidente y los astronautas salen hacia el espacio esperando la muerte lentamente, buen momento para confesar lo que tanto se habían guardado. La tierra en varios relatos encontrara su fin o será invadida por marcianos, Pero en una de esas invasiones marcianas la tierra se someterá voluntariamente y como si de una trampa se tratara (tal vez recordando un poco a la guerra de Troya invertida) fascinaran a los marcianos con su tecnología y libertinaje, pero no todo será malo, en muchos relatos se encontrara la paz espiritual de los sacerdotes y hasta un padre que gasta todo su dinero para reglarle una aventura única y fantástica a sus hijos.

Personalmente creo que nos encontramos frente a una obra divertida, amena de leer dado a su división por relatos diferentes el uno del otro pero conectados por un hilo central como es el hombre ilustrado; siendo un libro bien estructurado para la compresión y como ya nos había advertido el autor con un alto contenido moral, de reflexión, no es en vano que el autor nos traslada a un mundo futurista donde analizara el desarrollo que podríamos tener como especie, la deshumanización que puede crear en nosotros la tecnología, ya nos advierte, como tal vez, busquemos separarnos de los libros intentando crear una sociedad ajena al pensamiento individual y crítico, donde seremos seres dependientes e inútiles, y que, aún más espectacular que conocer el universo y las estrellas, puede ser más gratificante y esplendido el conocer a tu familia, a tu prójimo, tus semejantes y vivir verdaderas aventuras desde el amor de tu hogar.

Finalmente y a conclusión esta obra se vuelve recomendable aun en nuestros días a décadas de su publicación, porque esas predicciones de las que nos habla Bradbury son aun posibles, y el futuro que allí se narra aun no nos ha llegado y que si actuamos a tiempo, si nos tomamos el tiempo para reflexionar tal vez no lleguemos a tan trágicos destinos.

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