El padre de México

 El padre de México

“Entre los individuos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz”, era la efeméride favorita para el mes de Marzo con la que se iniciaba los honores a la bandera en mi escuela primaria. Muchos sabíamos quién había sido Benito Juárez García, otros, no tanto.

Mucho se ha dicho de Juárez. En la primaria crecí conociendo la corta biografía de este personaje que manejaba los libros de la Secretaría de Educación Pública. Bien es enseñado en segundo grado que Juárez nació en Oaxaca y que promulgó las leyes de Reforma, pero muy poco se conocía de su formación escolar y la práctica de su profesión en su estado natal.

Después de aprenderme de memoria con ímpetu la fecha de nacimiento de Juárez -21 de marzo de 1806- pensaba en lo dichoso que debía haber resultado para él haber emigrado a la urbe a estudiar jurisprudencia en el mero Oaxaca. De vislumbrar a Juárez cuidando ovejas y otros animales, lo convertía en un hombre serio con facciones robustas que consolidó a México en una República.

Apuntes para mis hijos es un texto que Juárez dedicó a sus allegados con el único fin de explicar los hechos reales que lo envolvieron en los eventos más importantes que tuvo México: el Plan de Ayutla, la Guerra de Tres Años, la Guerra de Reforma y el Imperio. Es preciso recordar que el nombre de Juárez estuvo en boca de la población por mucho tiempo y que fue considerado un libertino –más que un liberal- por el hecho de ir en contra de lo impuesto por la Iglesia.

Me parece sorprendente leer algo que fue escrito por uno de los más importantes presidentes de México. El hecho de encontrar un texto inédito escrito por los sentimientos y las devociones de Juárez es algo sobresaliente de rescatar.

Al querer él estudiar y tener mejores oportunidades de vida, decidió estudiar en Oaxaca. Lo único existente para la población indígena en ese siglo era ser parte de la orden eclesiástica, por consiguiente el seminario se hizo presente. Sin embargo, las injusticias con que las personas indígenas eran tratadas en la escuela, y por parte del gobierno y de la iglesia, fue lo que hizo a Juárez iniciar un cambio cuando estuvo en el tuvo el poder.

        Lo que yo más admiro en Benito Juárez fue la manera pacifista y legal con la que llevo su labor en Oaxaca. Esto bien lo describe en el texto de manera tranquila y coloquial. Me parece que no exagera los hechos en que pudo ayudar al prójimo cuando las autoridades querían abusar de ellos. Sin embargo, el tampoco fue la excepción y fue exiliado en la Habana por algún tiempo.

Este inconcluso texto fue escrito por el mismo Benito Juárez. Adjudicándole así un valor irremediable a estas pocas cuartillas en las que actualmente puede ser leída. En sus letras encontramos la historia de México caminando de la mano de Juárez. Observamos la transformación y el crecimiento de un país –que como ya se dijo antes, el control del poder y de los beneficios en el país eran controlados por la iglesia- y de un personaje que actuó siempre de manera legal en beneficio del México que tanto amó.

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