Ensayo De Limites En El Amor

Una de las primeras capacidades con la que nace un ser humano es con la capacidad de amar, primero a nuestros padres y luego a lo largo de la vida a otras personas. El amor romántico es un proceso en el cual participan dos personas, las cuales experimentan los mismos sentimientos, y afecto mutuo. Lamentablemente, en algunos casos estos cambios generan una adición, que somete a una de las partes y por ende sobrepasan los límites del amor razonable y sano. Muchas veces, las parejas no se dan cuenta por qué se les va la mano en el amor y a la vez no son conscientes de a partir de que punto existen los límites del amor, por lo que relativamente les cuesta poner un límite a diversas situaciones que ya no son sinónimo de amor. Asimismo, existe una dificultad para diferenciar entre la entrega irracional; que destruye a ambas partes y la dedicación saludable; que es fructífera para una relación, como también la relación del amor con los valores y los derecho humanos. Es precisamente sobre esos temas que trata el libro de Walter Riso, “Los límites del amor- Hasta donde amarte sin renunciar a lo que soy”, los cuales desarrollaré en las siguientes líneas.

En el primer capítulo, el autor nos señala: ¿Hasta dónde debemos amar?, él nos indica que el limite lo plasma cada persona, lo cual no implica que se ame menos, sino que sea haga de una manera realista y sin hacer daño hacia la otra persona, reconociendo cuando el amor pierde su sentido vital. Riso nos dice que existen tres situaciones que indican cuando ya no se debe luchar por una relación: cuando uno de las partes deja de querer a la otra, cuando tu pareja impide que te realices como persona y cumplas tus proyectos de vida, cuando se ve afecta tu dignidad persona y te conviertes en un instrumento o pierdes tu autonomía tan solo para satisfacer a tu pareja. En un relación de pareja lo que interesa en cuanto la persona que amas le viene bien a tu vida y está directamente relacionada con tu logros y necesidades, para ambas partes.

En el segundo capítulo, Riso indica que muchas veces las personas somos conscientes cuando estamos amando irracionalmente pero actuamos con ignorancia y nos autoengañamos, llegando a acostumbrarnos a la tristeza, dolor, aburrimiento, hasta un punto que lo consideramos normal. Sin embargo, el autor señala que se llega a un punto donde empiezas a darte cuenta de la situación pero tu mente se acobarda y no es capaz de enfrentar lo que te está pasando. Riso nos deja una frase para reflexionar: “Mientras se espera vivir, la vida pasa”, personalmente creo que nos invita a pensar y abrir los ojos antes que sea demasiado tarde.

En el tercer capítulo, el autor nos indica que existen pensamientos que nos hacen idealizar al amor a un punto que justifican lo que no queremos aceptar, nos hacen permanecer en relaciones que nos hacen daño y que en un futuro nos generan un choque abrupto con la realidad, porque no todo es color de rosa como parece. Riso nos dice que el primero de estos tres mitos se da cuando creemos que solo necesitamos el amor romántico para que nuestra relación funcione, obviando a la razón, lo que muchas veces nos lleva a situaciones de ilusión a desilusión constantes. Por otro lado, el autor nos dice que existe otro mito, el cual se basa en creer que el amor es incondicional, pese a las malas actitudes de nuestra pareja, pese a infidelidades y una serie de maltratos nos solo físicos si no psicológicos, estaremos ahí, porque creemos que el amor implica estar en las buenas y en las malas, bajo cualquier circunstancia. En este capítulo el autor señala: “no es lo mismo amar a los niños pobres de África que convivir con ellos”, aquí Riso nos deja claro que el amor no es el factor principal para el éxito en la convivencia matrimonial, existen otros factores que nosotros mismos aportamos para llevarla por buen camino.

En el cuarto capítulo, Riso nos enseña que muchas veces nosotros contribuimos a muchos miedos que afectan nuestras relaciones. El autor nos indica que existen diversos pensamientos negativos que nos hacen pasar el límite de lo racional. La dependencia psicológica, la cual nos hace pensar que necesitamos a alguien superior, puesto que nos consideramos débiles e inútiles, lo que nos vuelve dependientes a nuestras parejas. La inamovilidad, cuando no nos sentimos queribles y necesitamos ser amados, por esa persona, que cuando la vamos a perder nos aferramos porque consideramos que nadie más nos volverá a amar. La indignidad esencial, cuando pensamos que no merecemos ser felices, tenemos baja autoestima, y nos sentimos seres inferiores, por ende aceptamos que nos humillen. En mi opinión, la indignidad esencial es el peor pensamiento, ya que perdemos absolutamente nuestro yo interior, quedando sumamente vulnerables y sin voluntad de

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