Ensayo sobre el libro “Mi Vida” de Isadora Duncan

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4° Ensayo sobre el libro “Mi Vida” de Isadora Duncan

(Cap. XXVI – Final Cap. XXXI)

En esta última parte el tema central que destaca es la depresión. La depresión es un trastorno del estado anímico en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante un período de algunas semanas o más.^[1]

Después de la muerte de sus hijos, Isadora entra en un mal estado anímico, comienza a tener delirios y constantes pensamientos de quitarse la vida. Si el dolor de ser madre al momento de parir, me imagino es mucho, ha de ser el doble de dolor el verlos morir. Por experiencia he escuchado a estas madres que es feo ver que se los lleve la muerte antes que a la progenitora.

Esta enfermedad invade todas las actividades de las personas, pareciera que solo es un cuerpo ocupando un espacio y se siente feo responder constantemente a las preguntas de: ¿estás bien? Y responder: si, lo estoy, colocarse todos los días la mascara de “todo esta bien” para poder enfrentar el mundo.

Es como estar encerrado con tus demonios que a cada rato te dicen lo desdichado que eres, de que no vales nada, de que la vida en si no vale nada y que a pesar de estar rodeados de nuestros seres queridos uno siente que no pertenece a ese lugar o que ese afecto no es para nosotros. La forma de dejar la depresión puede ser de muchas formas, desde comer sanamente, porque está comprobado que también es deficiencia de vitaminas hasta encontrarse espiritualmente consigo mismo, un caso, una impresión más fuerte de la que se tiene, pero en todas hay que ejercitar la mente, comúnmente se dice que hay que ganarle a la mente.

Isadora no se recupero del todo de su trágica pérdida, pero el echo de ver personas más desfavorables que ella le permitió salir de ese estado vegetativo, a veces pensamos que nuestro dolor es el único y que nadie lo va a comprender, sigue siendo parte del egoísmo de la persona. Raúl fue la persona más desventurada que conoció y que constantemente tenía pensamientos de suicidio, hasta sus hermanos lo habían llevado a cabo. Realmente no entendí esta parte, pero me generó la duda ¿se puede amar tanto a alguien y que al no ser correspondido decida quitarse la vida porque siente que no tiene otro fin? Isadora menciona. “Creo que el más elevado amor es una llama puramente espiritual, que no depende del sexo”^[2]

Es lo que trataba en el ensayo anterior, sentir placer, y el placer no solo es físico sino que se manifiesta de diferentes cosas y aumentamos el deseo con el sentir pasión. Es lo que aprendió nuestra protagonista con el triste de Raúl.

Observe que en varias etapas de su vida consulto a adivinadores y clarividentes que le daban pistas relacionadas a su futuro, también había manifestaciones del tipo sobrenatural dentro de su danza, cómo aquella vez en la que todavía no nacían sus hijos pero ya le habían dicho que iba a perder dos de las cosas que más amaba, u en otra ocasión le dijeron que iba a dejar una huella en este mundo y que iba a perdurar, los sueños perturbadores que tenía, como premoniciones que la acechaban hace que me pregunte porque el ser humano no retiene este tipo de información, porqué no ve las señales que algún ser supremo manda para poder guiarnos en el mundo. ¿Qué hubiera sido de la vida de Isadora si hubiera seguido esas señales? Ella misma menciona al inicio que nació con grandes cualidades gracias al trayecto y posición de las estrellas y planetas.

La clarividente le comenta a Isadora que es hija del sol, el sol es el astro más grande y brillante de nuestro sistema solar, la que genera vida y otorga fortaleza, por todo lo que he leído son descripciones bastante adecuadas para Isadora. No es tan explícito en la historia, pero parece ser que sí le tenia un tipo de fetiche por las cosas que le indicaban su futuro, ya en los últimos episodios de su vida vuelve a relatar su experiencia.

Retomando el tema de la depresión, desasosiego y preocupación, las personas buscamos las formas de llevar “amena” la situación, realizando diferentes actividades que aplaquen nuestro monstruo interno, hay quienes la encuentran en una plática, en ver un atardecer, en escuchar música, en bailar, otros en comer (como yo) o no comer (también yo), en el caso de Isadora la encontró estando en su automóvil, no describe completamente la situación pero imagino que era la que conducía a una velocidad alta y sentía alivio a sus pesares; esta situación también llamo mi atención, porque pensé que su danza, su arte es la que iba a traerla de regreso a la “vida” y mi sorpresa fue que no, también una temporada no le importó, lo relego, supongo que el dolor, y también el amor, de una madre es la fuerza más poderosa de la naturaleza al grado de olvidar lo que realmente nos apasiona.

Los humanos no estamos en este mundo para permanecer solos, somos de naturaleza sociable, todos necesitamos de todos. El gran apoyo en estos malos momentos de Isadora fue su gran amiga Eleanora Duse, ella de cierta forma la comprendía, le pedía que hablara de sus hijos para que Isadora pudiera dejar salir todo el dolor que cargaba, la mimaba, la entretenía y juntas se cultivaban; Duse trataba de encaminar a nuestra protagonista en su carril del arte hasta que lo logro y la animo a que hiciera ese viaje por América del Sur.

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