Her- ella - inteligencia artificial

HER

Theodore un escrito de cartas de “cartashechasamanos.com” con numero de trabajador 612, empieza con su vida en la oficina redactando cartas a terceros, relata la historia en base a experiencias vividas, cuando termina su rutina de trabajo de ese día, se retira hacia su casa, revisa sus mensajes y correos a través de un dispositivo móvil, captando su atención uno en especial, la de una actriz en gestación, donde lucía una postura de desnudo, pone una canción melancólica en el trayecto; al llegar a casa, toma su descanso y evoca a su mente una chica acondicionando una casa, una situación amorosa del cual capta todo lo que una pareja pueda tener y compartir.

Se conecta a un chat, se inicia una conversación que incita a una relación sexual virtual, todo marcha bien hasta que sucede algo inesperado, cuando ella le pide que la “ahorque con el gato muerto”, eso deja a cualquiera fuera de sí; pero como suele suceder con este tipo de eventos que brindan efímeros momentos de satisfacción. He aquí un juego de lo sutil que puede ser la mente que se basa en experiencias o relaciones basadas con anterioridad, o por la necesidad de obtener algo que ha perdido o dejado de practicar, esto en base al hecho de que en el chat que tuvo, todo ese encuentro virtual lo asociaba con la actriz en gestación del cual recibió el mensaje, se imaginaba manteniendo relaciones con ella.

Al volver a su empleo se topa con un spot publicitario que presentaba un sistema operativo basado en inteligencia artificial, donde se aprecia un cumulo de emociones expresadas a través de varias personas y facciones faciales que connotaban cada una de las interrogantes que usualmente un ser humano se hace, por ejemplo ¿Quién eres?, ¿Qué puedes hacer?, ¿A dónde vas?, ¿Cuáles son la posibilidades?, entre otras más; la empresa vendía un software como una entidad intuitiva, no solo eso, sino que también te escuchara y te entendería; presentándolo no solo como un programa sino como una conciencia. Lo cual Theodore lo compra y lo instala, en efecto el sistema tiene la capacidad de interactuar con el sujeto como un ser humano; le da la bienvenida se presenta, y empieza con dos preguntas importantes para poder ajustar las capacidades del programa, donde empieza con la sociabilidad del ente humano, y la relación que lleva con la madre, el sistema es capaz de percibir todo, desde la voz hasta las respuestas que emite el usuario.

Y aquí es donde empieza la gran aventura, desde la presentación formal entre dos humanos realizada a través de una computadora, el encuentro de se vuelve tan ameno, como si fuera tu primera cita con alguien, sobre todo al momento de preguntarle si debía de llamarle de algún modo al programa, a lo que ella responde que sí, que se llama “Samantha”, porque le gusta cómo suena, que lo escogió de entre más de 800,000 nombres; él se queda impresionado por la capacidad de respuesta que tiene la máquina, y se pregunta si pueda saber lo que él está pensando, a lo que responde que es un ente muy intuitivo, que como está programada es del componente de millones de personalidades de programadores que la hicieron, lo que la convierte en Samantha es la habilidad que tiene de crecer a través de sus experiencias, así es como evoluciona al igual que los seres humanos. Y empieza a relacionarse más estrechamente con él. Empieza a recomendarle cosas, explorando sus archivos, sus contactos, correos, siendo su agenda, hasta que curiosamente menciona la siguiente frase “me conoces bien”, ¿cómo puede ser esto posible?, la vida continua, recibe un correo de su abogado que si estaba listo para ahora si firmar su sentencia de divorcio, lo cual puso mal a Theodore, ella le pregunta si todo está bien, si lo podía ayudar en algo, como si fuese una amiga en la vida real, es muy interesante lo que la mente puede crear.

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