La Suerte De La Consorte

La suerte de la consorte

Sara Sefchovich

La suerte de la consorte relata la historia de México a través de las que han sido mujeres de los gobernantes; desde las doncellas en la época prehispánica hasta la más reciente primera dama, Margarita Zavala.

El libro es una gran recopilación histórica del papel de la mujer dentro de los asuntos políticos en México.

Podemos encontrar desde damas ignorantes, maltratadas e inclusive chismosas, hasta mujeres caritativas y cultas y aunque en la mayor parte de la historia de México, las mujeres no podían inmiscuirse en la política mexicana, hubo quiénes aconsejaron a sus maridos para tomar importantes decisiones respecto al rumbo del país.

Las primeras mujeres, procedentes de España por lo regular, fueron, en su mayoría damas de alta sociedad, llenas de lujos y nobles títulos, muy fiesteras, pero poco inteligentes, aunque obviamente hubo excepciones.

El siguiente período de primeras damas fue por mucho mejor, es la época que da inicio con la independencia de México, y de la cual se desatan un gran número de sucesos trascendentales en la de nuestro país.

Entre ellas podemos encontrar a una de las mujeres más importantes durante la independencia, doña Josefa Ortiz de Domínguez, esposa del corregidor de Querétaro Miguel Domínguez, quien a pesar de que fue encerrada bajo llave en su recámara después de que la conspiración fue descubierta, hizo hasta lo imposible para avisarle a Allende; también encontramos a la emperatriz Ana María Huarte de Iturbide, esposa del primer emperador de México Agustín de Iturbide, Dolores Tosta de Santa Anna, esposa de don Antonio López de Santa Anna, María de loa ángeles Lardizábal de Carrera, esposa de un presidente que lo fue por unas semanas apenas, María de la Gracias Palafox de Zuloaga de quien su vida puede resumirse en una sola palabra “sufrimiento”, la famosa Conchita Lombardo de Miramón, quien escribió sus Memorias, gracias a las cuales podemos darnos una idea más clara de lo que era el papel de la esposa del presidente en aquel entonces, una vida polémica y totalmente pública, a la que todos tenían acceso y con la cual era bastante complicado lidiar.

La gran señora Margarita Maza de Juárez, mujer paciente y leal y quién acompañó totalmente a su esposo Benito Juárez hasta el último momento, la distinguida emperatriz de México Carlota, mujer inteligente que sin duda tenía la capacidad de dirigir el país sin necesidad de su esposo en el emperador Maximiliano de Habsburgo.

En ésta época entra también Carmen Romero Rubio de Díaz, criatura que despedía fragancia de violetas en medio del fasto y fulgor de la corte porfiriana.

La última etapa es sin duda la más conocida, pues data de la revolución a la fecha. Durante este tiempo la mujer se ha reivindicado en la vida política del país asumiendo un papel sumamente importante pues dejó de ser solo “la mujer del presidente” para convertirse el primera dama de México, mujer con vida política y al igual que su esposo preocupada por el bienestar del país, aunque esto no fue en todos los casos.

Un ejemplo es la señora Soledad Orozco de Ávila Camacho, cuya única labor fue solo la de estar siempre al lado del presidente en ceremonias y actos oficiales, al contrario de Eva Sámano de López Mateos, quién emprendió una labor intensa y organizada de asistencia social; Pero sin duda una de las más importantes es María Esther Zuno de Echeverría, quién llevó a cabo el más amplio y decidido trabajo de asistencia social de que se tiene noticia en el país.

Las últimas dos mujeres antes de la actual primera dama, Angélica Rivera, quiénes por cierto marcaron la diferencia de pertenecer a la alternancia política, Martha Sahagún de Fox y Margarita Zavala de Calderón, son mujeres que antes de casarse contaban con una vida próspera e independiente, pero

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