Los Ojos De Mi Princesa

LOS OJOS DE MI PRINCESA

Introducción:

Es una de las novelas más románticas escrita por Carlos Cuauhtémoc Sánchez, quien es sobresaliente por dedicar principalmente a los adolecentes o jóvenes sus obras, tratando temas acerca de las diferentes situaciones u obstáculos que tienen que superar, así como lao problemas que comúnmente se presentan en esta etapa de la vida, presentándoles historias interesantes y que con facilidad se dan en la actualidad. Les da consejos, alternativas y una visión positiva para que se den cuenta que solamente es una etapa de la vida y que esta no durara para siempre, pero también les menciona que los que hagan en ella dependerá totalmente de su futuro, haciéndolos conscientes de ello.

Esta historia se relata en los tiempos en los que la pornografía apenas comenzaba y se encontraba con un alto esplendor, y los adolescentes eran el punto débil. Relata como un muchacho que creía ciegamente en el amor verdadero y el sentía limpiamente este por una chica, es víctima de esto. Provocándole serios conflictos a causa de esto y también a causa de su idealización por esa chica.

Este libro tiene mucha temática muy interesante y si se comprende puede aportarnos mucho para crecer como personas. Nos hace hacer conciencia y verle el lado amable a las cosas negativas y utilizarlas como herramientas para aprender.

Desarrollo:

Esta historia comienza con el personaje de José Carlos quien es un muchacho estudioso, retraído y tímido. Un día mientras iba camino a su casa, un carro rojo le detuvo el paso y le pregunto por la ubicación de una escuela. José Carlos le dio la dirección, pero esto no fue suficiente ya que el tipo le insistía que lo acompañara hasta allá, que él era un profesor que vendía productos de bilogía y que al llegar a la escuela, por haberlo acompañado le daría una recompensa monetaria. José Carlos quien era muy inocente acepto, ya que aunque no tenía necesidad económica pues unos cuantos pesos no le vendrían nada mal y más porque tenía que enamorar a una niña que le gustaba. Al entrar al carro se percató que dentro de el se encontraba su compañero de clase llamado Mario, quien era un barbaján; este se encontraba pasmado viendo unas revistas, así que surgió una alerta en José Carlos al percatarse que esas revistas contenían pornografía degradablemente sucia y explicita. Y más aún la alerta surgió cuando al querer salir de auto, se dio cuenta que estaba atrapado ya que la puerta no tenía manijas por dentro y no podría salir.

El tipo del carro rojo le dijo que no tuviera miedo, que el contenido de las revistas era algo muy normal y natural y que no le iba a pasar nada malo, y que al contrario le pregunto que si le gustaría ser actor o un artista y entonces sería él quien estuviese en esas fotos. Le dijo que solo necesitaban encontrar a dos jovencitas para iniciar con el trabajito.

José Carlos estaba aterrado y no podía dejar de lamentarse el haber sido tan ingenuo y haber caído en esa farsa, pero al mismo tiempo no podía sacar de su mente esas imágenes tan explicitas que le causaban tanta curiosidad. Estaba pensando en todo eso, cuando el carro se detuvo junto a una jovencita muy hermosa de cara pecosa. Al percatarse de quien era se quedó helado, no podía creer su mala suerte. Era la mejor amiga de la niña nueva que había entrado a su escuela y de la cual estaba perdidamente enamorado. Esa chica que estaban por engatusar se llamaba Ariadne, el tipejo le comento y pregunto varias cosas y le mostro las revistas, ella solo miraba como desconcertada; le pidió que subiera al carro y ella acepto, abrió la puerta e hizo como si fuese a subir, pero solo fue para engañar al tipo y ayudar a los muchachos, ya que vio que la puerta no se podía abrir por dentro y supuso que estaban secuestrados.

Cuando se abrió la puerta Ariadne salió corriendo hacia su casa, así como José Carlos. Mario fue tras la chica pero no logro alcanzarla.

Durante esa noche José no puedo conciliar el sueño, así que fue a la biblioteca de su casa a sacar unos libros para comprender más sobre sexualidad. Su madre noto su preocupación y vio los libros que tenía afuera. Así que platico con él, le dio consejos y le platico una bella historia, acerca de una princesa llamada Sheccid.

Esta historia decía que un día la hija de un rey fue a visitar a los presos, uno de ellos al verla se enamoró de ella y se prometió que al salir de ahí, iba a hacer todo lo posible por salir adelante, hacerse millonario y por hacerse una persona merecedora de su princesa. Salió de la cárcel y trabajó arduamente por lograr sus promesas pero aun así la princesa nunca fue de él, ya que contrajo matrimonio con otra persona; simplemente fue su inspiración para superarse y salir adelante.

Al día siguiente José Carlos estaba decidido a ir y declararle su amor a su princesa Sheccid o mínimo ir a darse a conocer que existía, ya que no quería que le pasara lo que al hombre de la historia. La observo a lo lejos y se acercó a ella preguntándole de que color eran sus ojos, ella extrañada le contesto que azules. Se presentaron y le dijo que se llamaba Justiniana Deghmetri, en lo que estaban conversando apareció Ariadne, la chica pecosa del día anterior. Exaltada inmediatamente le dijo que se alejara de, que era un pervertido y uno de los chicos de los cuales le había hablado.

Desde ese día lo veían como un pervertido y se mantenían alejadas totalmente, lo que le impedía poderles dar una explicación, alejándolo cada vez más de su princesa.

Ariadne era la jefa de grupo de su salón, y un día tenía un grave problema con su profesor de química, ya que alguien había perdido un lente del microscopio y de no aparecer, ella seria suspendía de clases. José Carlos se enteró de lo que estaba ocurriendo, así que pensó en el microscopio que le había regalado su padre; y aunque lo apreciaba mucho, no podía dejar pasar la oportunidad de quedar bien con Ariadne, aclararle todos los malentendidos y acercarse a Sheccid.

Así que rápidamente fue a su casa tomo el lente y se lo trajo a su futura amiga, esto le resulto ya que desde ese momento comenzaron a ser buenos amigos y ayudo con Sheccid.

Un día les arreglo una cita forzosa para que salieran juntos, desde ahí Sheccid lo comienza a ver como un buen amigo; lo contrario a José Carlos quien mientras más pasaba el tiempo más crecía su amor y se enamoraba de ella, así que empiezo a luchar incondicionalmente a pesar de todas las complicaciones que se les presentan y de los problemas

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