Manos Consagradas Capitulo 1

dentro del alcance del oído de la víctima, y los mejores blancos eran los chicos que usaban ropa un poco pasada de moda. Los mejores capperos esperaban hasta que se reunía un grupo alrededor de la víctima. Después competían para ver quién decía las cosas más graciosas e insultantes. Yo era un blanco especial Dada la frugalidad de mi madre, nuestra situación financiera lubía mejorado gradualmente. Mamá finalmente pudo juntar Miíiciente dinero, y volvimos a la casa donde vivíamos antes que mis padres se divorciaran. A pesar de lo pequeña que era la casa, era nuestro hogar. I loy la veo en forma más realista: más semejante a una caja de los loros. Pero para los tres en ese entonces, la casa se parecía a una mansión, un lugar realmente fabuloso. Pero mudarnos de casa implicaba la necesidad de cam­ inarnos de colegio. En tanto que Curtís continuó en el colegio Souiliwestern, yo me inscribí en el colegio Hunter, un colegio

El Gran

Problema

De Un Chico

Benjamín quería ser como los otros chicos que se vestían diferente y todo, ya que muchos chicos criticaban su forma de vestir, cuando el llego a esa escuela con tan solo verlo todos supieron que él era inteligente, él se hizo amigo de una pandilla por hacer un capear, su estima creció inmediatamente y pronto sería el mejor cappeadores de todo el colegio él se sentía bien con todo eso , el problema que tenía él era acerca de la ropa, él no quería usar ropa formal si se puede decir así él quería usar ropa apropiada como pantalones de seda sombreros con poca ala o camisas italianas, su madre estaba decepcionada con él, pero él no podía pensar màs en el pobre vestuario y en su necesidad de ser aceitado por las demás personas que asistían a esa escuela.

dentro del alcance del oído de la víctima, y los mejores blancos eran los chicos que usaban ropa un poco pasada de moda. Los mejores capperos esperaban hasta que se reunía un grupo alrededor de la víctima. Después competían para ver quién decía las cosas más graciosas e insultantes. Yo era un blanco especial Dada la frugalidad de mi madre, nuestra situación financiera lubía mejorado gradualmente. Mamá finalmente pudo juntar Miíiciente dinero, y volvimos a la casa donde vivíamos antes que mis padres se divorciaran. A pesar de lo pequeña que era la casa, era nuestro hogar. I loy la veo en forma más realista: más semejante a una caja de los loros. Pero para los tres en ese entonces, la casa se parecía a una mansión, un lugar realmente fabuloso. Pero mudarnos de casa implicaba la necesidad de cam­ inarnos de colegio. En tanto que Curtís continuó en el colegio Souiliwestern, yo me inscribí en el colegio Hunter, un colegio

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