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Pagarás


Enviado por   •  7 de Septiembre de 2020  •  Reseñas  •  1.213 Palabras (5 Páginas)  •  124 Visitas

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Pagarás  

Autores:

-Cinthya Lissette Cabrera.

-Jesus Elias Cabrera.

Personajes

  • Jhon Cavenell  
  • Charlotte Newman.  
  • Crystin Prestom.
  • El espectro.

Era una noche helada del inverno de 1886, pasadas la media noche Charlotte se encontraba en su alcoba escribiendo desesperadamente, entre gotas heladas de miedo y angustia, la carta era para su prometido Jhon, que se encontraba a dos ciudades de la villa en la que vivía Charlotte, en la cual redactaba; “Amado mío te escribo entre gritos y desesperación esta carta, espero no equivocarme contigo, o lo que pueda pasar no podrá ser borrado de mi mente, en el momento que recibas esta carta debes refugiarte lo antes posible fuerzas oscuras van tras de ti, buscad refugio en una iglesia quizás su puertas puedan evitar el paso de lo que se avecina para ti,  estaré rezando en mi balcón porque sean falacias las acusaciones de Crystin ante ti,  ella me acusa de que el banco en el que trabajas no le ha dado los ahorros de su difunto esposo, pues sabed tu que ellos son gitanos y con ellos no se meten, espero tu avaricia eterna no sea la consecuencia de tu muerte, defendí tu honor como mi prometido ante aquella mujer, pero me hizo hacer algo extraño, me hizo conjurar unas palabras ante una carta con el tallado de una mujer de ojos vendados que sostenía en sus manos una balanza y una espada, ella asegura que es el símbolo de la justicia, no debí acceder sin preguntar cuáles serían las consecuencias de los actos, en cuanto te encuentres en un lugar a salvo responded  a esta carta, espero podáis perdonarme, todo lo que hice fue porque creí en ti.”

Charlotte corrió hacia su mensajero personal para que llevase el mensaje a su prometido con el único fin que lo leyera lo antes posible para advertirle de lo que podría suceder con él, esperando una respuesta para su tranquilidad, Charlotte ordeno a uno de sus sirvientes que fueran en el caballo más veloz que tenía en su villa para llegar a Turda. Pasaron tres días tras esta gélida espera Charlotte en sus sueños veía una dama de blanco con un pañuelo, en sus ojos derramando de estos lagrimas espesas de sangre, en su mano derecha sosteniendo una larga espada oxidada de hierro mientras que en su mano izquierda mantenía una balanza a la par de sus mitades, aquel ente susurraba las mismas palabras que conjuró Charlotte, las cuales fueron: “Justicia que en mis labios estad si mi boca pronunciase mentiras mi alma llevad, aquellos que tras de mi están llevad al panteón de la muerte para así mi alma poder reposar”. En aquel momento de un súbito salto aterrada por las palabras escuchadas en el sueño Charlotte despertó, pasando así en vigilia el amanecer entre pensamientos que la carcomían, entre los bastos casos de lo que podría suceder no dejaba de pasar por su mente la muerte de Jhon, la culpa no dejaba de crecer en su interior.  

Pasados los tres días Jhon recibió la carta, este la leyó como si de un simple cuento de niños se tratase, a la cual respondió con la simple oración: “A personas como yo la justicia se moldea a nuestro favor”.  

Jhon entre mares de risa, agarro su saco y fue a la cantina cerca de su casa, con un vago pensamiento en su cabeza de lo que decía la carta, pero sin prestarle tanta importancia, cegado por su avaricia y sed de riquezas no pensaba en las consecuencias que pronto tendrían un destino tan aberrante que sería el mismo infierno quien cobrase por sus calamidades, Jhon estaba ebrio, tambaleante regresaba a su casa, chochando constantemente con las puertas y ventanas de las casas a su alrededor, ebrio absorto de la realidad solo pensaba que nunca nadie podría hacerlo pagar por sus actos, paso a paso, solo deseaba llegar a su alcoba y descansar, pero algo no estaba bien, el clima cerca suyo empezó a sentirse tenso, sentía una mirada fija en su espalda, como si alguien lo siguiera, cogió una botella y en un instante dando la vuelta y estando a punto de lanzarla no vio a nadie, Jhon empezó a preocuparse, no era nadie pero seguía sintiendo aquella aterradora mirada, sumerja en la oscuridad, esperando el momento para atacar, rompió la botella y dando un grito dijo “salid de donde estéis no juegues conmigo, muéstrate si tienes valor, revela tu escondite”, pero la calle en un inmutable silencio estaba desolada como si nadie estuviera en el mundo más que él, empezó a correr para refugiarse en su casa, sentía que cada vez más estaban cerca de él, como si alguien lo agarrara por la espalda, desesperado saco las llaves de su bolsillo, entre miedo y desesperación no podía abrir la puerta, después de intentos tras intentos entra, va a la sala de visitas, tras un cuadro que colgaba sobre la chimenea saca un arma, se quedó paralizado al escuchar que su puerta se abrió, él la había cerrado con llave y atravesado con dos barras de platina, miro de reojo el pasillo que conectaba la sala con la entrada y solo se veía un rastro de oscuridad, agarro un candelabro, y subió lentamente hacia su alcoba pues pensaba que estaría más seguro ahí encerrado, mientras subía miraba los cuadros de su casa y el terror se adueñó de su ser al ver que las pinturas no tenían ojos, casi parecía que brotasen lágrimas de sangre de estas, aterrado corrió hacia su cuarto tropezó con la alfombra y rompió el candelabro, estaba a oscuras sentía la presencia de un ente siniestro que reclamaba su alma, saco unos fósforos y encendió lo más pronto posible y no pudo evitar gritar de terror al ver en el reflejo de un espejo que se hallaba al final del pasillo, que tras de él estaba la dama que describió Charlotte en la carta, recitando la frase del conjuro con una voz profunda y siniestra, Jhon en un momento de pavor descargo las balas hacia ella, pero solo atravesaron su velo, y ella cada vez se acercaba más hacia él, entro a su cuarto cerro todo, puso un cofre y todo lo que tenía a su alcance para evitar que entrase, pero era inútil, ella estaba tras de él, solo podía gritar “ Vete, vete por favor, no he hecho nada malo, dejadme en paz” fue vano su intento e intento dispararse a sí mismo aunque ninguna bala salió, la dama, solo pronuncio “ la justicia le llega a todos Jhon, este es tu momento”.

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