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Romeo Y Julieta


Enviado por   •  19 de Febrero de 2013  •  5.058 Palabras (21 Páginas)  •  335 Visitas

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ROMEO

Y

JULIETA

ROMEO

Y

JULIETA

William Shakespeare

Grupo Editorial Tomo, S.A. de C. V.

Nicolás San Juan 1043

03100 México, D. F.

Romeo y Julieta es una de las obras más conocidas en todo el mundo, bueno, por todos aquellos que son tocados por la flecha de Cupido y se encuentran enamorados.

Romeo y Julieta, es protagonizado por dos jóvenes que, en medio de la enemistad de sus familias, enfrentan las desgracias provocadas por un rencor que desconocen. Ellos anteponen su amor a todo ese odio implícito en sus apellidos, y demostrando una fuerza avasalladora, trataban de culminar sus ilusiones. Pero las malas circunstancias tuercen sus caminos, llevándolos hasta los brazos de la muerte, para conseguir así, irónicamente, el perdón entre sus padres y amigos.

Personajes:

Escalo. Príncipe de Verona.

Paris. Joven noble, pariente del Príncipe.

Montesco. Jefe de familia. En riña con los Capuleto.

Capuleto. Jefe de familia. En riña con los Montesco. Un anciano, de la familia Capuleto.

Romeo. Hijo de los Montesco.

Mercucio. Pariente del príncipe y amigo de Romeo.

Benvolio. Sobrino de de Montesco y amigo de Romeo.

Teobaldo. Sobrino de la señora Capuleto.

Fray Lorenzo. Franciscano.

Baltasar. Sirviente de Romeo.

Gregorio. Sirviente de Capuleto.

Sansón. Sirviente de los Capuleto.

Abrahám. Sirviente de los Montesco.

Señora Montesco. Esposa de Montesco.

Señora Capuleto. Esposa de Capuleto.

Julieta. Hija de los Capuleto.

PRIMER ACTO

En la primera escena de este acto, aparece en una plaza pública de Verona, Sansón y Gregorio de la casa de los Capuleto con escudos y espadas. Hablan entre si de lo mucho que odian a los Montesco, solo porque sus amos tienen grandes desacuerdos con ellos. También comentan que si tan solo apareciese uno de ellos sin dudar desenvainarían su espada y pelearían con ellos. Pero después Gregorio dice a Sansón que ellos solo son sirvientes la pelea es entre sus amos, sin embargo esto no le importa a Sansón.

A lo lejos se acerca Abrahám y Baltasar de la casa de los Montesco, de inmediato Gregorio y Sansón desenvainan su espada, listos para pelear y atacar, no sin que antes los Montesco empiecen, así tendrán a la ley de su lado, pero los dos se provocan y comienzan a pelear los cuatro. Después entra Benvolio y trata de separarlos, pero también entra Teobaldo y pide a Benvolio que pelee con él, él no quiere más que mantener la paz y dice a Teobaldo que lo ayude envainando su espada, pero no quiere y le llama cobarde a Benvolio, esto le molesta tanto que desenvaina su espada y pelean. A esta se unen varias personas, de ambas casas. Luego entran ciudadanos y guardias con garrotes deteniendo la riña. Entra Capuleto y la señora Capuleto, de in mediato el señor Capuleto pide su espada, pues se acerca Montesco y la señora Montesco, el no podría quedarse atrás y quiere pelear, al igual que el señor Montesco. Pero para suerte de ellos el príncipe Escalo llega y detiene todo, hablando del porqué de esta riña y de lo que ha llegado a provocar. Después de todo esto se van todos de la plaza, quedándose solamente Montesco, la señora Montesco y el sobrino de la señora. Quien le pregunta qué es lo que sucedió y después de que Benvolio contesta, ella preocupada pregunta por su hijo, Romeo, y Benvolio contesta que a temprana hora lo encontró paseando, sin embrago él lo esquivo, y sin más, gustoso evitó a quien con gustoso huía de él. Montesco comenta que ya varias veces lo han visto ahí, pero desconocen la causa, Benvolio se ofrece a descubrirla. Ven venir a Romeo; Montesco y la señora Montesco se retiran, para que Benvolio y Romeo puedan conversar tranquilamente.

Benvolio saluda a Romeo y a través de una larga conversación se da cuenta de que el problema de su primo es que esta perdidamente enamorado de Rosalina, pero ella no le correspondía. Y como remedio a esto, recomendó que tratara de olvidarla y se enfocara en otras doncellas que fueran igual de bellas.

Aparece Capuleto, Paris y un sirviente, en una calle, platicando sobre la hija del señor Capuleto y lo mucho que a él le gustaría que el joven Paris la cortejara. Menciona que tiene la oportunidad de hacerlo en la fiesta que ofrecería esa misma noche, como es de costumbre, y el joven esta cordialmente invitado, en la cual podría apreciar a toda aquella doncella que se encontrara en la fiesta y elegir a la que a él le agradara, incluyendo su hermosa hija.

Capuleto da un papel a su sirviente, este contiene todos los nombres de las personas a las que debe buscar para invitarlas. Después de esto Capuleto y Paris se retiran y entran Benvolio y Romeo, quienes siguen conversando de lo que sucede a Romeo. Se encuentran al sirviente y el les pide que le ayuden a leer lo que contiene el papel, con mucho gusto Romeo accede a ayudarlo y se da cuenta de que es una lista de invitados. Por su ayuda, el sirviente invita a Romeo y Benvolio a la fiesta diciendo que si no son de la casa de los Montesco, están cordialmente invitados a la casa de su amo, el señor Capuleto, a tomar una copa de vino y divertirse. Romeo se muestra muy contento, ya que ahí podrá encontrar a su hermosa doncella Rosalinda, Benvolio le dice que sería mejor que aprovechara y se enfocara en una nueva doncella.

Salón en la casa de los Capuleto, donde se encuentran Julieta, su nodriza y la señora Capuleto. Platican sobre si a Julieta le interesaría casarse, pues varias damas aun mas jóvenes que ella ya eran madres, cuenta que ella fue madre aun más joven que Julieta, que tiene menos de catorce años de edad. Insinúa al joven Paris, y pregunta a Julieta si no le gustaría conocerlo y tratarlo más a fondo, tendría la oportunidad de hacerlo esa noche. Sin embargo Julieta contesta que las cosas se irán dando con el tiempo. Después de poco tiempo comenzaron

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