“Rugendas, un apasionado por el viaje y el arte”

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“Rugendas, un apasionado por el viaje y el arte”

Catalina Rojas Evrard

29 de marzo de 2019

Sinopsis

Un episodio en la vida del pintor viajero nos relata una historia de Johann Moritz Rugendas que en diciembre de 1837 partió de Chile, acompañado del que se convertiría en su amigo inseparable, Roberto Krause, también pintor, pero no de la misma forma que Rugenda, también iban acompañados de un cocinero y un baqueano que los acompañaran en esta aventura que se desarrolla hasta llegar a Mendoza en donde se detienen y se alojan con una familia que se apellida Godoy. Este paso por Mendoza es de suma importancia ya que allí comienza a dibujar y realiza sus primeros dibujos. Rugendas al momento de alojarse ahí tenía un sueño por decirlo así de poder apreciar un terremoto y un malón pensando en algún día poder inmortalizar eso a través de una pintura.

Rugendas ya rindiéndose al no poder apreciar estas escenas emprende su viaje.

En el transcurso de esta segunda fase de su viaje sucede algo nunca antes visto, se adentran en paisajes secos, sin vegetación ni señales de vida, Rugendas entra en desesperación al no saber porque está pasando dicho fenómeno, pero el baqueano llega a la conclusión de que esto sucedió por la plaga bíblica, las langostas.

Rugendas testarudamente decide ir a investigar por sectores cercanos que es lo que realmente pasaba, pero a Krause le parecía una idea un poco arriesgada ya que los caballos se encontraban en estado de desnutrición debido a la sequía y se veía que venía una tormenta, Rugendas no hace caso de esto y sigue con su idea y los tres se separan para poder tener una respuesta.

Tal cual lo decía Krause, se desato una tormenta, y mientras Rugendas cabalgaba en busca de vegetación dos rayos dieron con el dejando notorias marcas en su rostro, es ahí cuando todo da un giro en su vida.

Análisis de la obra

Uno de los temas que más abarca en la obra es el gran viaje y la necesidad de seguir viajando para Rugendas, y ¿porque nace esa necesidad? La necesidad de viajar que tiene Rugendas nace por el simple hecho de que en esa época no existía la fotografía como lo es en la actualidad, ahora basta con meternos a internet y buscar tal ciudad para nosotros poder pintar un fragmento de dicha ciudad, pero no siempre fue así, en cambio en los años 1800 la gente aparte de carecer de tecnologías, carecía también de fondos ya que en esa época era mucho más difícil poder viajar puesto que en principios del siglo XIX aún existía una brecha muy grande entre clases sociales y también se tardaba más.

Rugendas emprende su viaje en 1837 cuando aún la industrialización no era global y más bien esta se centraba solo en Gran Bretaña, ya a mediados del siglo XIX esta llego a Estados Unidos, pero en América del Sur en donde Rugendas empezó su viaje, aun no llegaba y por ende el ferrocarril estaba muy lejos de poder ser una opción para él.

Viajar era algo que estaba lejos del placer. Nadie viajaba si no era por obligación o por una necesidad extrema, excepto Rugendas, quien emprendió su viaje por mero placer a querer plasmar y demostrar algo que no todas las personas en esa época podían ver, ese era el fin de Rugendas poder pintar pasajes para así mostrarle a la gente que es lo que había, pintar paisajes con un fin de enseñarle a la gente y darle la oportunidad de poder ver algo a lo que no tenían acceso.

Rugendas como gran aficionado del arte tenía varios objetivos y uno era retratar un terremoto, según el libro “Rugendas habría querido retratar un terremoto, pero le dijeron que e l reloj planetario no lo favorecía” y uno se pregunta ¿para que Rugendas quería ser partícipe de esto? Y es ahí en donde volvemos a lo ya nombrado, a querer mostrarle algo a la gente, algo a lo que no estaban comúnmente acostumbrados a ver y que probablemente ni supieran que en Chile había terremotos de tan gran magnitud.

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