SIDDHARTHA

SIDDHARTHA

Primera Parte

Siddhartha es un joven brahmán que en compañía de su amigo Govinda (también brahmán) decidieron tomar la ruta de convertirse en grandes samanas, cabe añadir que los samanas son personas que suelen peregrinar durante varios días y tienen una gamma de diversos aprendizajes como lo son: ayunar por un largo periodo de días, saber escuchar a las personas de su entorno no solo personas sino al universo mismo, es decir, a su yo interno y sobre todo a Dios y por último ser pacientes, ya que andar por la senda de la paciencia los lleva directamente a encontrar la paz en la nada de su alma.

Siddhartha y Govinda al conocer las prácticas de los samanas, lamentablemente se percatan de que la vida de éstos es muy complicada ya que tienen que pasar por distintas fases para poder así llegar al Nirvana que es la felicidad plena obtenida por la pérdida de la individualidad y la incorporación que la hermosa esencia divina, así es que notan que esa disciplina no es lo que ellos deseaban y quieren hallar otra forma de descubrir la sabiduría.

Pasa el tiempo y llega a ellos un rumor sobre un majestuoso ser que ha logrado converger la máxima sabiduría es decir, el verdadero Nirvana y el sublime Sansara que es llamado Buda mejor conocido siempre con el nombre de Gotama. Gotama es el ser más perfecto, óptimo e insuperable el cual comienza a emprender su doctrina por doquier, por lo que a Siddhartha y a Govinda les ha llamado toda su atención aprenderla en su totalidad, ya que llegan a pensar que será la mejor decisión, anhelaban gozar de los frutos de aquella dirección al amor profundo, la tranquilidad y el corazón saturado de paz, por lo que disponen a ir con él.

A pesar de estar sumamente animados del hallazgo de Gotama, Siddhartha creyó dudar y le comenta al maestro de los samanas de él y de lo eminente y excelso que era, sin embargo el maestro se ofendió, ya que para él, el Gotama es un verdadero farsante que solo quería llegar a acaparar toda la fama que fuera necesaria para después quedarse con la economía de los más ignorantes, pero Siddhartha intenta convencer al maestro samana con aquel aprendizaje que un día adquirió de Gotama, explicándole que lo que ellos hacían estaba correcto, más sin embargo carecían de “algo” para llegar a lo que en verdad buscaban que justamente no era el Nirvana sino algo más allá que éste mismo, el Sansara. El maestro samana asombrado y sin pensamientos algunos para articular, es más sin palabras que decir, de tan bellos aprendizajes que Siddhartha con la mejor de las intenciones le expone, haciéndole ver que tal vez no se encontraba en un error sino más bien no poseía los elementos adecuados para llegar a donde el aspiraba, así es que no le quedo de otra más que acceder, claro todo por convicción propia y muy firme

El maestro samana les propone tanto a Siddhartha como a Govinda que fueran en busca de más y grandiosos aprendizajes como los que acababa de escuchar hace unos instantes, los dos jóvenes acceden y averiguan el paradero de este gran ser, de Gotama, pasaron varios días para poder llegar a donde él se encontraba, pero por fin lo encuentran y justo en ese momento de devenir ambos han quedado perplejos casi igual que el maestro samana cuando escucho grandes argumentos de él.

Se han encontrado con la verdad pura, como hechizados por la magnitud de la energía expedida por Gotama, era como si un Dios los estuviese observando, era sin más preámbulo el único ser perfecto que pudiese habitar en esta vida terrenal, sin embargo abismado en sus esplendorosos pensamientos, Buda solo los miro un momento y prosiguió su camino con aire modesto, sin darse cuenta del asombro de aquellos dos jóvenes que anonadados proseguían a sus espaldas.

Govinda al regresar en sí, después de haber experimentado por primera vez un estado de éxtasis impresionante que había disfrutado como nunca, se sentía sumamente emocionado y en lo único en lo que Govinda podía pensar era en tener la esperanza ede ser parte de los discípulos del gran Buda, compartir con él su doctrina tan majestuosa, estar a su lado y simplemente encontrar el mejor de los refugios en él.

Lo que Govinda aun no sabía por seguir con estragos de aquel estado en el que se encontraba era que su amigo Siddhartha tenía un pensamiento muy distinto al de él, Siddhartha no fue hasta donde se encontraba Buda para ser parte de sus discípulos, no quería ya seguir doctrina alguna, quizá se encontraba cansado o incluso había perdido la fe en ellas, pero lo que estaba seguro de encontrar por si mismo era la sabiduría, pero no como Buda o con sus enseñanzas sino por el mismo.

Tan seguro se sentía al respecto que comenzó a instalarse un sinfín de ideas en la cabeza respecto de cómo poder conseguir la máxima sabiduría él solo, su objetivo sumo era el Sansara ya que solo una persona había podido llegar a él y ese era Buda, la persona de la que solo deseaba escuchar una que otra palabra, más no sus enseñanzas y en este caso su doctrina completa, titubeo al respecto, pero nunca se dio por vencido él tenía la mayor de las certezas que lo podía lograr sin ayuda de nadie.

Incluso ya había comenzado por tener numerosos lapsos de reflexión, tan profundos que se sumergía por días en ellos, avanzaban pausadamente, hasta tocar fondo, es decir, hasta llegar a sus más desgarrados sentimientos, sentimientos que lo conducían al sendero de su esencia, desafortunadamente y a pesar de que esas reflexiones eran más que buenas lo que Siddhartha anhelaba con más fuerza que nada en esta vida era desechar el Yo, realmente lo deseaba aniquilar.

Siddhartha se temía a sí mismo y huía de su propio ser, quería ser fusionado en alma, espíritu y vida con el bosque, la montañas con todo el prójimo que le rodeaba en ese momento, a decir verdad así como Govinda se mantuvo en un estado de éxtasis, así Siddhartha cada instante en el que reflexionaba, más ansiaba la conexión por sí mismo con el ser perfecto, pero no el ser perfecto mejor conocido como Buda, sino con un ser más poderoso que él con más belleza, más misterio, más amor, en el cual se podrían apreciar los tan encantadores fenómenos de todo el mundo: El Cosmos.

SEGUNDA PARTE

Conforme paso el tiempo y Siddhartha con él, después de haber decidido no seguir más ninguna doctrina y haberse despedido de su gran amigo Govinda y dejarlo en las manos de los aprendizajes de Gotama, ya que él se encontraba en la mayor seguridad de establecerse en esa doctrina. Un día el buen Siddhartha antes de marcharse prosiguió a charlar con Gotama, pero curiosamente durante el compartimiento de ideas respecto a las doctrinas, ambos estuvieron en un gran desacuerdo,

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