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Silencio de Alfredo Rosales


Enviado por   •  14 de Mayo de 2013  •  Biografías  •  1.631 Palabras (7 Páginas)  •  260 Visitas

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Silencio de Alfredo Rosales

Somos respuestas de preguntas que nadie ha hecho. Somos preguntas que nadie responderá.

Somos un punto en el silencio. Figuras transparentes que avanzan por un camino roto. Estamos ciegos, varados en ningún lugar. Tal vez influye el hecho de que, por más que te alejes o intentes huir, el mundo siempre te alcanzará.

Yo pienso en la revancha. En ganarle de una vez y por todas a la vida. Por eso me levanto de la cama, lavo mis dientes y me digo: hoy es el día.

Camino hacia la obra en construcción más cercana. Un edificio que están construyendo desde 1978 en el municipio Cerro. En la entrada hay un cartel que reza: “ganaremos la emulación”.

Hablo con el jefe de la obra. Le explico que mi interés es aprender todo.

El jefe me entrega una carretilla y se marcha en su auto estatal, tiene que hacer no sé qué cosa urgente en la playa.

Yo pongo manos a la obra.

Arena. Cemento. Cabillas. Ladrillos. Bloques. Paredes alicatadas. Análisis profundo para prever algún movimiento sísmico. Fachadas anticiclones. Etc.

Cuando termino con el edificio, visito la mejor cooperativa de Batabanó.

Semillas. Nivel de saturación de la tierra. Cuarto menguante para sembrar. Palpar los tallos más verdes, conversar con ellos sobre el ciclo de la vida.

De regreso a La Habana, me detengo en el Aeropuerto José Martí.

Comienzo como maletero. Buenos modales. Decir siempre OK. Estar dispuesto a trabajar horas extras. Tengo madera, buena actitud y entusiasmo, mi ascenso llega rápido.

Ahora soy el Jefe del Departamento Antidrogas. De solo ver a un pasajero sé si esconde algo.

Descubro todos los intentos de tráfico y entradas ilegales de sustancias prohibidas.

Voy a muchos países a impartir cursos y posgrados.

En uno de los viajes, el avión pierde altura, el piloto se pone nervioso y yo lo reemplazo.

Me hacen un reconocimiento al volver al Aeropuerto y me convierto, ipso facto, en Piloto A.

Mis vuelos son casi diarios. Francia. Londres. Helsinki. Honolulú. Ottawa. Tokio. Ankara.

Solo descanso sábados y domingos.

Cuando aprendo a dominar otros seis idiomas, dialectos y jergas de almacén, me encargan vuelos hacia Reikiavik, Kuala Lumpur, Dar es Salaam, Ulán Bator, Nueva Delhi, Kabul.

Una noche, después de cuatro turbulencias, dos choques con ángeles soñolientos, atravieso una nube pequeña.

Dentro de ella, como gérmenes de un sueño, se agitan minúsculas gotas de lluvia.

Interesado por los sucesos atmosféricos, dejo todo y matriculo en un curso en el Instituto de Meteorología.

Tormentas tropicales. Ciclones. Huracanes. Vientecitos plataneros. Aprendo a velocidad récord.

Comienzo a dar el parte meteorológico en emisoras de radio amateur. Luego en Radio Rebelde. Luego paso a la Televisión. Canal Educativo 2. Multivisión. Cubavisión. Noticiero Estelar.

El movimiento de las cámaras, la colocación de las luces, el teleprompter, todo eso me interesa.

Dolly’s, close up, cámara Panavisión, estilo steadicam.

Mi primera película de ficción gana el Premio Coral en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. Es la historia de un hombre que se propone dominar la vida.

Fama. Popularidad. Mujeres desnudándose en la sala de mi casa.

No me queda otro remedio que ingresar en el Instituto Superior de Arte para estudiar actuación.

Orson Welles. Esquilo. Método Stanislavsky. Jean-Luc Godard escribiendo ensayos sobre mí. Marlon Brando lanzando sus películas por la ventana.

En una reunión de los Comités de Defensa de la Revolución, alguien pide mi criterio sobre el internacionalismo proletario.

Análisis inteligente. Introspección. Citas apócrifas del libro El socialismo y el hombre en Cuba, escrito por el Che.

Hablo. Diserto. Soy Hamlet con un argumento sólido en la mano izquierda. Soy Don Quijote realizando un Rond de Jambes Par Terre y embistiendo con su lanza.

Todos valoran mi condición de cuadro. Mi aptitud para irradiar verdades.

Comienzo a estudiar a fondo.

Globalización neoliberal. Comunismo científico. Errores de la Perestroika. Socialismo siglo XXI. Marx reestudiado y reaprendido.

Llegan las elecciones. Me convierto en Delegado de la Circunscripción 666.

Allí todo es terrible. Personas descarriadas. Confundidas. No tienen claro el por qué de las cosas.

Hago visitas. Les hablo sobre las posibilidades que les ofrecen la Revolución y el Socialismo.

Me escuchan a medias. No saben de qué estoy hablando.

Voy a la Biblioteca Nacional. Leo sobre la vida de Demóstenes y Catón.

Me paro encima de un banco y doy un discurso espléndido.

Ahora me escuchan un poquito más, pero siguen sin entender de qué estoy hablando.

Filosofía conmigo.

Lao-Tsé. Tales de Mileto. Platón. Séneca. Tertuliano. Tomás de Aquino. Servet. Spinoza. Schopenhauer. Nietzsche. Sartre.

Estoy inspirado. Escribo un folleto. Hago varias copias. Me leen con fruición. Ahora sí entienden. Les gusta mi estilo de narrar. ¿Por qué no escribes un cuento, una novela, una poesía?

Muy bien, respondo, y visito todos los talleres literarios.

Punto

...

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