Analisis Beats of the Nation

BEASTS OF  NO NATION

Pocas son las historias que conmueven y duelen no solo por la temática sino por lo real de la misma. Beasts of No Nation es una historia de un pequeño llamado Agu que vive en África Occidental en donde se desata una guerra civil. Un día toda su comunidad se ve en la necesidad de luchar para cuidar sus tierras. Agu vive con sus padres su abuelo, su hermano mayor y otros dos pequeños después de él, es un chico muy amado y también muy travieso. Nos muestran una vida tranquila, pese a la pobreza que se ve en toda la aldea, Agu se ve un niño muy feliz. Viven en una comunidad alejada del conflicto de la guerra civil pero un día, el conflicto bélico alcanzó al lugar forzando a los habitantes a irse de sus casas. Las mujeres y los niños de la aldea se van a la ciudad, quedándose solo los barones para luchar, el plan inicial es que Agu se fuera con su madre pues es muy pequeño aún, tendrá entre unos 7 u 8 años aproximadamente y por desgracia no puede irse con su madre, así que se queda con su padre, abuelo y hermano mayor. Y de pronto, al llegar los militares quienes pasan destruyendo todo lo que ven en el camino, comienzan una matanza y Agu se esconde con su familia, pero al ser descubiertos corren él y su hermano viendo como fusilan a sus padre y abuelo, segundos después su hermano cae herido de muerte y Agu corre sin parar hasta internarse en la maleza, pasa varios días solo entre la maleza, comiendo hierbas, hasta que la presencia de una persona le llama la atención y va hacia ella y de pronto se ve atrapado por varios seres que son parte del grupo de mercedarios. Lo atrapan y lo llevan al comandante en jefe quien ve algo “especial” en el niño y le pide a otro que lo entrene. En este momento parece que podrá tener un respiro pues por lo menos ya no está solo y tendrá comida, pero lo que desconocemos aún es el precio de esto.

Cary Fukunaga el director de esta historia, nos va mostrando en pequeñas dosis los episodios de la realidad. Vemos como se va entrenando Agu para ser un soldado, acontecimiento que nos confronta pues son muchas las realidades en las que tristemente se obliga a los niños a ser soldados, África es uno de los lugares donde su población ha sufrido bastantes guerras e infinidad de niños se ven obligados a aprender a ser asesinos, en el año 2000 fue muy aclamado el documental Promises de Justine Shapiro en el que entrevista a niños palestinos e israelíes sobre su postura con respecto a la guerra entre Palestina e Israel y por los dos lados se ven a niños educados para odiar al enemigo y buscar venganza por sus hermanos y amigos muertos. Al final, los invitan a juntarse y no todos aceptan, pero unos hermanos judíos liberales si van a visitar a los palestinos y tanto palestinos como judíos se dan cuenta que padecen el mismo dolor y temen a lo mismo. Estos dos países como África es sabido que siempre están en conflicto y que África ha sido uno de los continentes más explotado por los otros continentes.

Lo que es muy especial en el filme es el diálogo interno que tiene Agus con dios, es una narrativa casi poética en la que nos manifiesta la sensibilidad del niño, el respeto que tiene por sus valores, y su lucha interna pues él no quiere matar y le duele tener que hacerlo. Lo que hace sumamente difícil de digerir algunas cosas en esta historia es el hecho de que Fukunaga no nos da implícitas las cosas, nos deja a la imaginación aquello que no se puede nombrar, como el abuso a los niños. En una escena cuando Agu recién llega al grupo de mercenarios, están todos sentados en círculo y de pronto uno le dice a un niño de nombre Strika el cual después será amigo de Agu que el comandante lo quiere ver en su cuarto y aunque no muestran nada, nos dan a entender que el general es un tipo con gustos infantiles, más adelante el mismo Agu es víctima de estos hábitos enfermos y es justo su amigo el que lo consuela, no hay palabra alguna, solo imagen y un acto de solidaridad y empatía entre los dos niños abusados. Esto pone de manifiesto una realidad muy dolorosa, el abuso a los menores que en realidades de conflicto suelen ser completamente desapercibidas. Bueno, pues si en el día a día pasa, más en realidades donde nadie ve por nadie porque no hay cabida mas que al hecho de mantenerse con vida uno mismo.

Es muy interesante toda la estela de sacralidad que envuelve al grupo de guerrilleros, pues el personaje del comandante interpretado magistralmente por Idris Elba nos pone en una atmósfera de rituales y lealtades unidas más allá de lo físico, generando como una especie de idolatración por parte de los guerrilleros, vemos a un líder sectario con sus discípulos más que ver un grupo de luchadores. Esto es muy interesante pues nos muestran cuan débil puede ser la mente humana en situaciones extremas, se apela a la necesidad de lo simbólico para construir la realidad, justo como lo explica Freud en Totem y Tabú, el ser humano necesita arraigarse a lo mágico para soportar lo que no lo es, la realidad. Y el comandante al hacer uso de simbolismos religiosos como lo es el poder de la sangre, y algunos propios de la cultura, juega con las mentes de los demás para hacerlos sentir elegidos, cuando en realidad han sido obligados. Pero vemos un grupo de hombres y niños completamente manipulados, sucumbiendo a la violencia para no dejarse llevar por sus miedos, enfrentándose así mismos a lo peor de si mismos, verse en la más extrema necesidad de matar para sobrevivir pero cuando se permea de este tipo de simbolismos realidades tan extremas, simplemente cobran sentido y es como lo explica el antropólogo rumano Mircea Eliade, lo profano se convierte en sagrado una vez que ha adquirido un sentido para nuestras vidas y es como podemos pasar de la barbarie al rito. El comandante se endiosa tanto con su propio poder que se pierde así mismo, y al llegar con los altos mandos, esa oposición del gobierno que paga para generar conflicto como en algunos de los países de nuestro continente, pues se dan cuenta de que ya perdió rumbo y deciden que ya él no sirve más en el cargo, porque el comandante ha decidido dejar de obedecer. Y es justo la ironía de la dialéctica del amo y esclavo que explica Hegel, pues no existe amo sin ser esclavo, así vemos como el comandante quien ejercía todo el poder sobre su grupo de guerrilleros, a su vez, era el esclavo de otros que en la jerarquía del conflicto estaban por encima de él.

Sin duda alguna, estamos frente a una historia desgarradora, que nos lleva a recorrer las partes más tristes y oscuras de la condición humana, pues basta empatizar con Agus para sentirse realmente miserable y triste por él y todos los del grupo pues vemos a muchos niños y jóvenes drogarse para soportar todo lo que ven y hacen. En Agus vemos el cambio justo después de que el comandante abusó de él, claro, bajo el argumento de que él es especial, y que el ha sido elegido, pero vemos a un Agus completamente destrozado, solo, y desde ahí veremos a un Agus que ya mata, que se droga y que solo quiere que todo pase y ya.

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