Analisis Film La Casa De Los Tiempos

El terror, el miedo y suspenso habitan en ‘La Casa del fin de los tiempos’

Primer film de suspenso y terror creado en Venezuela, ‘La Casa del fin de los tiempos’, deja ver una apuesta ambiciosa e innovadora por parte del cineasta Alejandro Hidalgo, pero al mismo tiempo toma ideas generales de películas de miedo y suspenso que ya han triunfado en la gran pantalla.

La casa embrujada, la familia que se muda a su nueva casa, las apariciones paranormales son muchos de los conceptos, ya antes vistos en el cine mundial pero por primera vez alguien en el cine venezolano se atreve a intentarlo.

Con respecto al elenco de este largometraje, el director Hidalgo se le ocurrió pensar en la primera actriz Ruddy Rodríguez, para encarnar este papel, demostrando una vez más su versatilidad en escena para representar un personaje que desea descubrir el misterio que encierra su casa para proteger a su familia y en el que debe someterse largas horas de maquillaje para convertirse en una anciana, Rodríguez hace gala de sus excelentes cualidades.

Los efectos sonoros es otro de los factores que no escaparon del ‘copia y pega’, en este films sonidos como puertas rechinantes o ciertos

soundtrack que hacen un poco predecible la película, más sin embargo no dejan de quitarle emoción a las escenas de suspenso.

En cuanto al maquillaje no queda más nada que decir que ¡excelente!, la incorporación del argentino Alex Mathews, fue el toque mágico que le dio vida al largometraje, dada a sus gran experiencia en 20 largometrajes que supo como darle un efecto real a todas las apariciones, actores, al personaje de Dulce, que llegó a los 75 años cumpliendo una condena de 30 años de prisión.

Al incluir a la trama un toque de drama, con la condena de la protagonista, por encontrarla culpable de la muerte de sus hijos y esposo, todas ocurridas dentro de la casa misteriosa, al fusionar los conceptos dramáticos y de suspenso.

Lo verdaderamente novedoso, de la película viene dado por la mezcla de religiones, dejando ver catolicismo y la santería en una misma apuesta, siendo estas dos creencias venezolanas más practicadas.

La idea de incorporar spinoff, en el que la historia viaja al pasado y regresa fue quizás el punto clave de la narrativa de la película esclareciendo algunos hechos que podían causar dudas en los espectadores.

Las locaciones también fue otro gran acierto y punto de realismo en la película, ya que podemos ver los ajustes y deterioros de la casa donde surgen los hechos.

Como dato curioso para las personas amantes de la historia enezolana, puedan saber que la casa donde se rodó la película es El Castillete donde vivió, Pedro Estrada, quien

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