Babel

En la película Babel, se evidencia como la globalización “proceso de interconexión financiera, económica, social, política y cultural que se acelera por el abaratamiento de los transportes y la incorporación en algunas instituciones de TIC en un contexto de crisis económica, de victoria política del capitalismo y de cuestionamiento cultural de los grandes ideales”. (Serrano, 2006, p 9) pone en contacto a grupos humanos con culturas, lenguas y realidades sociales completamente diferentes.

El film muestra como en un mismo planeta, coexisten realidades y culturas sumamente diversas: una pareja estadounidense, una adolescente japonesa sordomuda, una niñera mejicana y una familia marroquí. “Cultura es la manera en que un grupo humano piensa, siente, se organiza, celebra y comparte la vida” (Serrano, 2006,p 48)

“A nivel social, la globalización ha creado una división entre los grupos que han conseguido dominar las TIC y enriquecerse y los que han quedado excluidos empobreciéndose. Los triunfadores tienen niveles de vida más elevados, hacen viajes de turismo y tienen acceso a la informática, medios de comunicación, etc. La otra cara de este proceso es la exclusión” (Serrano, 2006,p 43)

Mi reflexión acerca de esto, es que a pesar de la inmensa brecha social, cultural y económica que existe entre las cuatro historias que presenta la película, el punto de contacto es que valores como la generosidad, el poder mirar al otro, la entrega, el amor, el dialogo, la tolerancia y el respeto siguen siendo fundamentales para poder ser felices. El dolor y la tristeza atraviesan a todas las personas sin discriminar clase social, ni lugar en donde viven.

El matrimonio estadounidense, ante el estado grave de salud que sufría la mujer se ve obligado a confiar en personas que, por su cultura y apariencia, les provocarían desconfianza y rechazo, pero que terminarán ayudándolos desinteresadamente, a veces tendemos a creer que nuestra cultura es superior y descalificamos a la gente, solo por ser distintos a nosotros sin abrir nuestro corazón y nuestra mente para conocer su esencia.

La adolescente japonesa, inmersa en un país altamente desarrollado, que no se detiene, bombardeada por el ruido y la tecnología no logra comunicarse con sus pares ni establecer un diálogo con su padre, ambos dolidos por la pérdida de la madre de la adolescente. Nada material de lo que está a su alcance la satisface, logrará sentirse mejor en el contacto con su padre.

Otra historia que muestra la película es la de Amelia, que refleja como son maltratados sin ningún motivo, los inmigrantes en Estados Unidos, ella desinteresadamente cuida de los hijos del matrimonio estadounidense con mucho amor.

También se muestran dos niños marroquíes, muy humildes que accidentalmente hieren a la turista estadounidense mientras manipulaban un arma. En mi entorno y cultura, suena muy descabellado pensar en una criatura con un arma, pero seguramente para los padres de esos niños no lo es, y a pesar de muchas necesidades materiales que seguramente sufren los niños y de estar totalmente ajenos a los avances tecnológicos son felices y viven una infancia muy distinta a la que viven, por ejemplo, los hijos del matrimonio de Estados Unidos

Para finalizar, voy a citar una pregunta que me resulta muy interesante para seguir reflexionando del texto de Serrano (2006) “¿Qué tiene que ver el fenómeno de la globalización con la búsqueda y construcción de sentido (ideas y valores) de las personas?” (p 50)

Vemos en el film, que las personas que mayor acceso tienen a las tecnologías de la información y de la comunicación (adolescente japonesa y matrimonio estadounidense) son quizá las que mayores problemas de comunicación y dialogo con el prójimo tienen, quizá los valores humanos más fundamentales

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