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Beethoven: Sturm und Drang en un músico ilustrado


Enviado por   •  5 de Julio de 2020  •  Informes  •  2.372 Palabras (10 Páginas)  •  330 Visitas

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“Beethoven: Sturm und Drang en un músico ilustrado”.

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Alumno: Andrés Lucas Navarrete M.
Profesor: Luis Merino

Contenido

1) Introducción        3

2) Biografía        3

Comienzos:        3

Primer Período (hasta 1802):        4

Segundo periodo (hasta 1816):        4

Tercer período:        5

3) La Gran Fuga Opus 133        5

Mirada desde la sociabilidad:        6

Mirada desde las instituciones:        7

Mirada desde la modernidad:        8

4) Posteridad de la obra y conclusión.        9

5) Bibliografía.        9

1) Introducción

El “Sturm und Drang(en alemán: tormenta e ímpetu), es un término que nace de la literatura alemana de Maximilian Klinge, caracterizado por el deseo de todo un período por romper con lo convencional, y salva guardar los derechos de las personas. En lo musical se asoció primero a C.P.E. Bach, luego a Haydn; pero claramente este decanta y se perfecciona en la figura de Beethoven, reflejado en la fogosidad y energía de sus rapsodias y su búsqueda personal por una innovación musical constante (rasgo modernista importante), de la mano de una visión Ilustrada conforme al “siglo de las luces”, donde fue inclusive considerado como un profeta por ilustrados como el escritor Romain Rolland.(Vida de Beethoven Rolland prologo); todos estos se conjugan y le dan a al músico marcados rasgos modernos, donde, como señaló Hegel, se conjuga a la perfección su expresión e intensidad artística con la complejidad de la estructura del período.

2) Biografía


Comienzos:

Beethoven nace en Bonn el año 1770, en una familia de músicos arraigada en la corte del Electorado de Colonia. Su educación inicial fue por parte de su padre y similar al caso de Mozart en el sentido de que este lo llevó por viajes musicales en Europa, pero a diferencia de la calidez familiar que vivió Amadeus, Beethoven lidió con una áspera rudeza pedagógica y emocional[1], de acuerdo a la personalidad inestable de su padre. Durante su juventud vivió la temprana muerte de su madre y tuvo que lidiar con la permanente ausencia del antes mencionado. A los 17 años “tenía ya a su cargo la familia y la educación de sus dos hermanos”[2], esto con precoces obligaciones en una orquesta de teatro, como organista y asumiendo las obligaciones de su padre ausente en la corte. Su maestro en esta etapa fue el director musical Gottlieb Neefe, quien “influyó en Beethoven amistad y guía”[3]. En 1787, Beethoven realiza un breve primer viaje a Viena, donde tiene un encuentro con Mozart y recibe clases de contrapunto por Albrechtsberger, y de escritura vocal por Salieri[4]. Luego en 1792 el músico vuelve a Viena esta vez para no retornar a su natal Valle del Rin, y da comienzo a lo que se acostumbra a llamar su “primer período”.

Primer Período (hasta 1802):

Beethoven se establece en Viena gracias a la ayuda de contactos dados por su patrono de Bonn, Maximilian Franz. Aquí aparecen mecenas importantes como los príncipes Lichnowsky y Lobkowitz, que compraron derechos de algunas de sus incipientes obras, además de brindarle alojamiento.[5] Junto con realizar clases de composición y piano, sigue su desarrollo artístico con Haydn hasta 1794, y también con Johann Schenk, popular compositor de singspiele.[6] En este período el artista “asimilaba el lenguaje musical de su tiempo y trataba de hallar una voz personal”. A él pertenecen sus cuartetos de cuerda op. 18, las 10 primeras sonatas para piano y sus dos primeras sinfonías estrenadas con gran éxito en 1800 y 1802 respectivamente.

Segundo periodo (hasta 1816):

En su llegada a Viena, ya se reconocía al músico como el principal pianista y compositor para el instrumento de su tiempo y comparable a Haydn y Mozart en sus sinfonías. En esta época los conciertos públicos tenían una importancia en Viena, influenciados por culturas de “cocierto público” como la italiana e inglesa, y el músico además de sus aportes de mecenas antes mencionados y familias aristócratas, cultivó fuertemente esta forma de trabajo. En resumen, en este período el compositor se siente plenamente independiente, y capitaliza obras como la 3era sinfonía (inmersa en el caos de la invasión francesa en Viena);[7] la música incidental para el drama de Egmont de Goethe, la Obertura Coriolano, los cuartetos Rasumovsky y sus sonatas para piano hasta el op. 90.

Tercer período:

Hacia el 1815 Beethoven estaba en lo alto de su carrera, con gran popularidad en Viena y el extranjero. Sus obras eran interpretadas regularmente sumado a   reestrenos constantes de sus sonatas y sinfonías. Además, sus mecenas se mostraban generosos hacia él y así mismo los editores quienes demandaban constantemente nuevas obras. Esto le permite una cada vez mayor libertad creadora. Por otro lado, su situación personal deteriorada por su sordera progresiva, lo lleva a aislarse, dándole un carácter meditativo y reflexivo, que será caldo de cultivo para nuevas sonoridades y búsquedas musicales, donde “el antiguo sentido perentorio de comunicación se vio sustituido por un sentimiento de segura tranquilidad, de apasionada efusión mediante una serena afirmación”. [8] Sin embargo, esta serenidad que nacía de una economía y popularidad estables, empieza a deteriorarse a medida que se aleja del mundo, de las personas y los círculos sociales que a su vez le dan la espalda. A esto se suma la quiebra del príncipe Lobkowitz y la muerte del príncipe Kinsky, mecenas principales en Viena. Por otro lado, su sordera se irá agudizando junto a crecientes trastornos hepáticos. Fallece en 1827 en funeral con más de 20.000 personas.

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