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Cuide Su Instrumento


Enviado por   •  25 de Septiembre de 2011  •  1.448 Palabras (6 Páginas)  •  501 Visitas

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Cuida tu instrumento: La humedad

BY

EDUARDO FRANCÉS

– 29 NOVIEMBRE, 2010POSTED IN: CUIDA Y PROTEGE TU INSTRUMENTO, GUÍAS Y CONSEJOS

Si hay algo que afecta de verdad a la salud de un instrumento de arco, eso es la humedad.

Cuántas veces nos ha pasado que, al cambiar de manera brusca el ambiente en el que nos encontramos, hallamos nuestro instrumento desafinado y con un sonido distinto. Pues bien, esos son sólo dos de los problemas más leves que podemos tener por culpa de la humedad.

La madera, debido a la estructura de sus fibras, es un elemento altamentehigroscópico, es decir que absorbe o pierde humedad para intentar equilibrar su nivel de contenido de agua con el del ambiente en el que se encuentra. Esto se traduce en cambios morfológicos que afectan a la estructura de la madera.

Pero ¿Cómo afecta la humedad a un instrumento?. Las distintas partes que componen un instrumento de arco reaccionan de manera distinta ante la humedad. El abeto de la tapa, el arce, el ébano, la cola que une las juntas, todo reacciona a distinta ”velocidad” ante los cambios de humedad y esta diferencia de reacciones produce tensiones que pueden llegar a ser peligrosas.

Los excesos son, como pasa con todo, desaconsejables. Tan perjudicial puede ser un exceso como un defecto de humedad. Lo mejor es mantener el instrumento entre el 40% y 55% de humedad relativa ambiente. Fuera de estos límites, las condiciones ambientales se vuelven insalubres para el instrumento y, cuanto más nos acercamos a los extremos de la escala, peor.

Pero pasemos a los detalles. Con el fin de prevenir futuros problemas, las maderas con las que están hechas los instrumentos se manipulan de manera diferente a las que son destinadas para otros fines. De todos es sabido que la madera, después de cortada, sigue “trabajando” durante años. Se llama “trabajo de la madera” a las variaciones de forma y estructura que ésta sufre a lo largo del periodo de secado. ¿Quién no ha visto como se alabea y retuerce un tablón o cómo se agrieta un tronco después de cortado?. Todo esto es debido a la manera en que la madera pierde el agua que contiene. Si este secado no se hace de forma continua, paulatina, entonces vienen los problemas.

Como ya he dicho, para prevenir estos problemas, se intentan poner remedios desde antes de construir el instrumento. Se comienza por elegir maderas estables y que no den excesivos problemas en el secado. El arce y el abeto son maderas que no plantean muchos inconvenientes en su etapa de curación. En segundo lugar, la manera en que se cortan es la que más estabilidad proporciona: para las tapas y los mangos se elige siempre el corte al cuarto o también llamado radial y en los fondos y aros, casi siempre. Este tipo de corte hace que las fuerzas que actúan sobre la estructura de la madera conforme ésta se seca se contrarresten unas con otras evitando deformaciones graves y dándoles estabilidad. Por último, el sistema de secado es completamente natural. En un primer momento, las piezas de madera se guardan apiladas en hangares y tenadas al aire libre y resguardadas de la lluvia, en condiciones climatológicas similares a aquellas de las zonas donde se cortaron, hasta que se estabilizan parcialmente. Luego pasan a almacenes cerrados donde esperan un mínimo de 5 años hasta que están en condiciones de ser utilizadas. Este sistema de secado natural deja intactas las propiedades acústicas de la madera y le da más estabilidad. El secado en hornos está desaconsejado porque, primero, malogra las propiedades acústicas del instrumento y, segundo, hace que las fibras de la madera pierdan agua con excesiva rapidez, haciéndolas menos estables.

Por supuesto que estas medidas, aunque ayudan, no solucionan el problema de la humedad y hemos de seguir teniendo cuidado. Si nuestro instrumento es de nueva factura será más sensible a los cambios de humedad que uno antiguo ya que, con el paso del tiempo, la madera va cristalizando y pierde higroscopicidad. Si bien es cierto que un instrumento antiguo corre más peligro ante los cambios de humedad que uno nuevo debido a que la madera se ha vuelto menos flexible y las tensiones le afectan más.

¿Qué le

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