CÓMO LOS BEATLES CAMBIARON LAS PORTADAS DE LOS DISCOS

CÓMO LOS BEATLES CAMBIARON LAS PORTADAS DE LOS DISCOS.

Nunca he sido un fanático de los videos musicales. Y creo que es porque me gusta mi música como música, me gusta cerrar los ojos y disfrutar lo que pasa sónicamente. Porque eso es lo que es la música, es algo que escuchas. Lo que significa que puedo estar completamente enamorado con el nuevo disco de los Luminers y no interesarme en absoluto con los vídeos que produjeron. Aunque soy minoría en esto. La verdad es que a pesar que la música es un medio auditivo desde hace mucho tiene una relación íntima con la visión. Así que quiero hablar del suplemento visual más icónico en la historia de la música. Pero antes de hablar de eso, ¿Por qué no hablamos de portadas en general?
En estos días las vemos como un sello visual, con el nombre del disco y de la banda. Que nos ayuda a situar las emociones y el tono de lo que vamos a oir. Además de estar confinado a ser un cuadrado, las opciones y estilos no tienen límites. Pero al principio los paquetes de los discos era vil utilería. Los primeros discos de 78 RPM eran, en su mayoría, cubiertos con papel café o cartulina, para proteger el disco. No fue hasta 1938 cuando Columbia Records contrato a Alex Steinweiss como su primer director de arte que la idea de una “Portada” apareció. En contra del diseño plano o tradicional de las primeras portadas, el arte atrapante de Steinweiss inicio un gran boom en ventas y el mercado lo imito, como siempre lo hace cuando algo funciona. Las tiendas de discos fueron re-inventadas de tal manera que los clientes tuvieran que hojear los discos en lugar de verlos en estantes como en una librería. Todo esto es solo para apuntar lo importantes que fueron las portadas para las ventas de un producto. Y la música es un producto. Es una comodidad que la gente consume. Y como no puedes comprar a la banda en sí, y como la música no tiene espacio dimensional, las portadas emergen como el representante de la comodidad que acabas de comprar. Esto explica el auge de las fotografías en portadas en lo que ahora es llamado “La portada de la personalidad”. ¿Saben? Una de esas portadas que solo es una foto de la banda o el artista, que es popular hasta estos días. Un ejemplo perfecto de la “Portada de Personalidad” puede verse en el primer álbum de los Beatles “Please Please Me”. Solo miren esas radiantes, caras sonrientes que miran cálidamente a la cámara. Como Susan Sontag dijo brillantemente una vez, “En su forma más simple, la fotografía es tener posesión sustituta de la persona querida o cosa”. Mientras su carrera avanzaba los Beatles se daban cuenta con oscura rapidez que eran solo una comodidad. No hay mejor manera de demostrarlo que con el título de su cuarto disco, “Beatles For Sale”. Ahí viene otro ejemplo perfecto de la portada de la personalidad, esta vez sin el calor y las sonrisas. Para cuando salió el Sgta. Pepper los Beatles ya habían empezado a retar lo que era la música popular y su rol en la cultura. Y esto se extendió a sus portadas. Primero, en “Rubber Soul”, con su imagen distorsionada y su tipografía funky. Luego con Revolver, para lo cual emplearon a su amigo y artista Klaus Voormann que hizo una adaptación de 1960 de los famosos dibujos en tinta negra de Aubrey Beardsley. En otras palabras los Beatles era líderes en expandir la función de la portada de un disco de una herramienta de ventas a una obra de arte. Lo que nos regresa a lo que es, en realidad, el Santo Grial de las portadas;  El Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band de los Beatles. Una portada que explícitamente engancha a la audiencia en tantas maneras: En crítica, en Interpretación, en Comparación, en Contraste; es una portada que te invita. Un perfecto ejemplo es el reto inmediato de trata de identificar quienes son todas estas personas. ¿Qué tienen en común Gurús Hindúes, Karl Marx y Bob Dylan? La portada del Sgt. Pepper quiere que te hagas preguntas como esa. De una manera directa, por supuesto, estas personas solo representan las influencias e intereses de los Beatles. Muchos de estos no llegaron al final. Al yuxtaposicionar a artistas y pensadores de elite, como a Marx, o Aubrey Beardsley, o George Bernard Shaw o Dylan Thomas con iconos pop como Bob Dylan, Marilyn Monroe, Marlon Brando y Shirley Temple, los Beatles señalan la ruptura y mezcla de la alta y baja cultura. Que ellos mismo ejemplifican más que cualquier otro artista. Con el Sgt Pepper, los Beatles estaban retando a todos, retando todo lo que se habían sido hasta ese punto, retando a los críticos de arte a abandonar su exclusión de la cultura popular, retando al público a prestar atención a algo más que canciones de amor con los cuatro mismos acordes. Incluso retaron los sentimientos de unidad que definieron el verano del amor en 1967, entregando un grupo de canciones que incluían alienación y pérdida (“I used to be cruel to my woman I Bet her and Kept her apart from the things that she loved”) tanto como amor y amistad. La portada es un eco de estos retos y agrega unos por ella misma, por su uso de la técnica del fotomontaje que manipula la habilidad única de la fotografía para describir la realidad, los Beatles doblaron y colapsaron los valores de momentos y lugares distintos. Acomodando la escena como un “Performance” y audiencia la banda nos reta a que habitemos en función de ambos. De hecho, estas consideraciones estaban en su mente puesto que los Beatles habían decidido recientemente dejar de presentarse en vivo, después de darse cuenta que la violencia y locura de la Beatlemania  había reducido la calidad de su música. Mientras que algunos los acusaron de olvidar a sus fans, la portada del Sgt. Pepper sugiere lo opuesto: que la decisión de dejar de dar giras fue por respeto a sus fans, no por miedo o desprecio. También debemos de saber que el diseñador de esta portada, Peter Blake, era un “Pop Artist” declarado, un estilo que usa aspectos de la cultura masiva para llevar la atención a las líneas borrosas entre el arte, lo comercial, las noticias y todas las formas comunicación. El “Pop Artist” quiere que la gente piense en el proceso y la manufacturación del arte, y como su categorización y jerarquías son enormemente arbitrarías. Blake y los Beatles diseñaron la portada del Sgt. Pepper como una obra de arte y como un producto: Dentro de su funda hay regalía de la Banda del Sargento Pimienta, añadiéndole más valor. Además, fue el primer álbum en mostrar las letras en el paquete, animando a los oyentes a interrogar el contenido intelectual del disco también. La verdad es que, la música, quizá más que cualquier otra forma de arte, juega de ambas partes: Como una comodidad y como un objeto estético. De cierta manera, ambas funciones son inseparables. Los Beatles lo sabían, y quizá se arrepintieran, pero eran lo suficientemente consientes para ver que era inescapable. Y si la música tiene que ser vendida, y si su parte visual iba a ser el vehículo para esto, John, Paul, George, y Ringo iban a ser tan juguetones con esto como lo eran con todo lo demás. Al final esta fotografía de fotografías maneja una crítica a su propia representación. Para mostrar que la música es mediada por lo visual, los Beatles se pusieron tres veces en esta portada. La primera como figuras de cera representando los Beatles trajeados que eran, la segunda como la falsa banda del Sgt. Pimienta, en toda su brillante y atrapante gloria, y finalmente, como ellos mismos, foto no incluida en la portada, pero causada por los efectos de esta. En la mente de todos los que la miran. Lo Beatles no pueden ser representados de esta manera, no realmente. No así, ni así, ni así. La portada del Sgt. Pepper’s Lonely Hearts club Band señala la verdad, lo que los mismos Beatles sabían: (Empieza a sonar “A day in the Life”)
Que toda la música es invisible.

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