En esta trama mexicana pude rescatar ciertas cosas positivas del mensaje que emiten, pues de una forma ligera y sencilla nos hablan sobre ciertas cosas que nos caracterizan a los mexicanos.

3 idiotas

En esta trama mexicana pude rescatar ciertas cosas positivas del mensaje que emiten, pues de una forma ligera y sencilla nos hablan sobre ciertas cosas que nos caracterizan a los mexicanos.

En primera el sistema como se ha forjado al dar por hecho que el tener un título universitario te hace merecedor o te asegura un éxito en toda tu vida, podemos ver cuanto poder se le da a ese documento que muchas veces no garantiza nada.

Además, también nos muestra la realidad de muchos jóvenes que estudian cierta carrera por seguir los ideales de la familia, cumplir con una tradición, hacer lo que papá o mamá dicen, cuando en ocasiones eso no les apasiona no les gusta, pero existe el miedo al rechazo o a la falta de apoyo de sus familiares para ser algo totalmente diferente a lo que ellos esperan o anhelan.

O la típica situación de superstición de las familias mexicanas que le dan toda su fe a ciertos amuletos que, sin juzgar, pero si viendo de modo realista hacen que se enfoquen en ello y no realmente en darse cuenta en el poder que puede tener cada persona de crear algo sin requerir de alguien o algo más.

Algo que también agregan es esa parte donde alguien puede tenerte envidia y que piensa que la única forma de lograr algo es haciendo trampa o perjudicando al otro para tener su objetivo, sin darse cuenta de todo lo que perjudica.

Nos abre sin duda también una nueva esperanza y posibilidad, de creer en nosotros mismos, en nuestra gente, recuperar esa pasión por vivir, crear, inventar y ser eso que tanto anhelamos, pero sobre todo y la parte que a mí me encanta es el poder volver a confiar en los mexicanos, darnos cuenta del inmenso talento que hay entre nosotros, con nuestra gente y alrededor.

Ir más allá de lo establecido o programado por la sociedad, ser diferente, seguir sueños, no ganarse, no rendirse y siempre luchar, sin olvidar de dónde venimos a donde pertenecemos, pero siempre para arriba con resultados y metas extraordinarios.

Las historias y vidas de Pancho, Beto, Felipe, Isidoro y Mariana, son situaciones que comúnmente vemos en escuelas, trabajo, con compañeros y familia y de un modo agradable nos hace reflexionar las grandes oportunidades y maravillosos logros que cada quien podría obtener si sigue eso que tanto le apasiona y confía en su talento nato.

Laura Angélica Pérez Conde

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