Haciendo Teatro

En los años de estudio de los alumnos en la educación básica, se le debe hacer participar en actividades de índole dramática. No a todos los niños les agrada actuar para otras personas. Pero les pueden agradar los juegos aprendidos y compartidos en los talleres de expresión y dramatización, o en el propio juego dramático.

Se establecen diferentes etapas de la enseñanza obligatoria para el manejo las actividades ya mencionadas:

 Fase A- Niños de 4 - 6 años: Juego dramático, Nivel l.

Paso de una situación real otra imaginaria:

- Supone previamente un paseo-aventura desde el aula a una sala amplia. Habrá dos zonas. «País de la Realidad". y «País de la Fantasía"., que permitirá este paso por los dos planos al conjunto de los alumnos.

Juego dramático:

Supone un verdadero juego, en donde el auténtico protagonista es el niño ayudado, eso sí por otro niño que es el adulto, que también tiene un Jugar dentro de él.

De vuelta de la situación imaginaria a la real: Supone la vuelta de la fantasía a la realidad estableciendo un turno para la relajación que calme a los niños, realizando un juego aventura que los lleve al aula.

 Fase B - Niños 6-8 años: Enseñanza primaria: Juego dramático, Nivel 2

En esta fase, los proyectos curriculares de centro y aula deben de seguir contemplando con fuerza y renovando interés la imagen del niño que practica actividades de carácter dramático, «se acaba la fiesta». La ruptura es tan fuerte y tan radical que muchos niños tardarán en asimilar y aceptar la entrada a otra escuela en donde el orden y la disciplina corta bruscamente la libre expresión a cambio de unos aprendizajes esencial y estrictamente intelectuales.

En esta segunda fase del Proyecto General de Trabajo, se pueden destacar diversas etapas:

1. Calentamiento corporal.

2. Ejercicios de socialización. Duración aproximada: 50 minutos.

3. Juego dramático. Duración aproximada: 30 minutos.

Para esta fase es importantísimo contemplar la posibilidad de que el grupo de niños pudiera asistir a representaciones de teatro, dichas representaciones no sólo servirán de motivación para los chicos de seis a ocho años sino también como punto de partida de trabajos efectuados en juegos dramáticos en torno al espectáculo visualizado.

Aun pensando que el juego dramático debe ser un juego espontáneo y libre, como todos los juegos debe poseer unas reglas mínimas que tendrán que ser aceptadas para que quede asegurada la participación y el control de la actividad. Estas reglas podrían ser:

1. El profesor-animador propone temas para que todos puedan jugar.

2. Confeccionando una lista, el grupo decide democráticamente jugar a uno de ellos.

3. Se dicen todos los datos que se conozcan sobre el tema en

cuestión, respetándose la opinión de cada uno de los que intervengan.

4. El

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