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La Pintura


Enviado por   •  12 de Marzo de 2013  •  1.398 Palabras (6 Páginas)  •  280 Visitas

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La Pintura “El significado de la obra”

La Historia del Arte se inicia con una tipología mágica, representada por las pinturas del mundo prehistórico. El artis¬ta eminentemente cazador fija las imágenes de las piezas que él pretende cobrar, de manera que su representación grá¬fica tiene un significado de posesión. Así, su sueño/deseo se convierte en realidad.

El arte se convierte en ocasiones en objeto decorativo, y como tal tiene significado. Ya no se pretende la copia de la rea¬lidad, sino que los elementos tangibles se organizan en com-posiciones que no explican nada, sino que tan sólo sirven de ornamento. Cenefas, grutescos renacentistas, esgrafiados e in¬cluso geometrismos árabes son elementos complementarios de una espacialidad arquitectónica. Podemos hablar así de arte aplicado, carente de significación propia

Es la mitología uno de los temas que a través de los tiempos ha tenido mayor incidencia plástica. Su sentido es doble: religioso y simbólico. En el mundo antiguo y en las culturas orientales, el dios mítico viene a representar lo que los personajes cristianos son para nosotros. Sin embargo, den¬tro de nuestra cultura occidental y cristiana el mito se convier¬te en modelo de virtudes y en ocasiones se sacraliza. Dioses y héroes pasan a representar vicios y virtudes en clara alusión a la moral. Así, no es de extrañar que Hércules sea la personi¬ficación del rey, que al igual que aquél prefiere los trabajos al ocio. Apolo simboliza la cultura, Venus, la belleza, Baco, el pla¬cer sensual, Marte, la guerra, Mercurio, el trabajo... Se utilizan los dioses dentro de un mensaje cristiano. Pero el uso de la mitología es vario. Así, los círculos culturales del Renacimien¬to y el Barroco los utilizan de manera diletante y el Neoclasi¬cismo de modelo plástico, al convenir la identidad mito clasicismo.

La temática religiosa se remonta a culturas lejanas en el tiempo y evidentemente anteriores a la Era Cristiana. El anti¬guo Egipto con las representaciones de sus dioses, Mesopota¬mia, Asiria, Persia... son ejemplos representativos.

La tipología religiosa tiene en el Antiguo y Nuevo Testa¬mento dos de sus representaciones más divulgadas.

Hemos de insistir en la ideología de cada momento artístico. Así, el mundo medieval significa los personajes dándoles un ca¬rácter totémico y simbólico, que el Renacimiento humaniza y el Barroco sentimentalista. El siglo XVII, época de crisis de valores religiosos, sensualista esta temática, mien¬tras desde el siglo XIX a nuestros días se convierte en algo amorío y sin fuerza expresiva. Los evangelios apócrifos tie¬nen en el Medievo y el Renacimiento una gran utilización que el Barroco, derivado de la contrarreforma, sustituirá por la plas¬mación de Vidas de Santos, como personajes modélicos a seguir. Es el didactismo de la imagen que convierte a la pintura en el máximo emisor de una nueva ideología religio¬sa. Las apoteosis de los santos son la manera visual de explicar la unión de las almas escogidas con Dios: modelo a se¬guir y fin a conseguir.

La relación de las distintas temáticas religiosas se haría ex¬haustiva. A veces incluyen imágenes del Nuevo Testamento unidas a diversos santos. La Sacra Conversación, en la que la Virgen es flanqueada por santos, es un ejemplo común del Renacimiento, mientras que el Barroco introduce la Inmacu¬lada Concepción, plasmación gráfica de una idea abstracta o pura. Otras veces lo religioso se une a la crónica de una rea¬lidad transmitida: milagros, apariciones, martirios de san¬tos... También los misterios de la Iglesia son tratados: San¬tísima Trinidad, Resurrección, Eucaristía... En definiti¬va, las modalidades son múltiples y, a menudo, se interrela¬cionan en un mismo cuadro.

La tipología civil tiene múltiples formulaciones temáticas. Destacamos en primer lugar el retrato. El mundo romano in¬trodujo esta temática en la pintura, y la potenció en la escultu¬ra. Tendremos que esperar hasta el mundo gótico, salvo raras excepciones anteriores, para volver a encontrar este tipo de temática. Podríamos hablar de retrato integrado orantes del mundo gótico , autorretrato y retrato. El autorretrato tiene su razón de ser en la autoestima que desde el Renaci¬miento el artista tiene de sí mismo. Su finalidad es, esencial¬mente, potenciar el personaje y sus formulaciones diversas. Así, del retrato significante del siglo XV, llegaremos al retrato simbólico del mundo barroco, con múltiples variaciones co¬mo el retrato alegórico, el retrato psicológico y el re¬trato

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