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LA PINTURA


Enviado por   •  16 de Noviembre de 2012  •  2.297 Palabras (10 Páginas)  •  272 Visitas

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CONTENIDO

Introducción 2

Objetivos 3

Pinturas para metales en exteriores 4

Acabado en pintura pulverizada del aluminio 6

Acabado superficial 7

Tipos de polvos y tabla de aplicación 7

Tabla de comparación de los polvos 8

Tipos de pistola 8

Conclusiones 10

INTRODUCCIÓN

Los procesos que se realizan para llevar a cabo un trabajo de pintura se ven afectados siempre por variables controladas que permitirán entregar o terminar un trabajo con las mejores condiciones de uso y garantizando la durabilidad.

A continuación se relacionan algunos de los procesos más convencionales de acabados de pintura basados en los tipos de materiales y las técnicas adecuadas para su tratamiento según la naturaleza de los materiales.

OBJETIVOS

1. Conocer los procesos de pintura que permiten garantizar la durabilidad de su acabado

2. Documentar al lector sobre las causas y efectos de la corrosión y la adecuada protección de los materiales al cubrirlos con pintura

3. Nombrar los procesos más comunes y utilizados en la actualidad para realizar los procesos de pintura.

Pinturas para metales en exteriores

La corrosión, según ISO 8044, es “la reacción de un material metálico con su ambiente, que puede conducir a una debilitación de la función de un componente metálico o un sistema entero con una modificación mensurable del material”.

Otra definición de la corrosión, del hierro y de los aceros, es “el proceso de transformación en óxidos de hierro hidratados, en contacto con el oxígeno y la humedad presentes en el ambiente”. La reacción química que se produce es la siguiente: 2 Fe + O2 + 2 H2O W 2 Fe O H2O. Los óxidos generados por la corrosión producen pérdidas en la pieza de metal afectada. La transformación en un inicio es superficial, de manera que el metal que se encuentra debajo de la capa oxidada mantiene intactas sus propiedades.

La pérdida de espesor que sufre es muy variable en función del tipo de acero y del ambiente en el que se encuentre.

La selección del material es decisiva para lograr una buena protección anticorrosiva. En general, las pinturas son una buena alternativa, ya que además de combatir la corrosión, evitan en cierta medida, el desgaste y la fricción. Además se produce un agradable efecto decorativo y, en algunos casos, protección térmica.

El recubrimiento con pintura sigue la estrategia de interponer una capa superficial que proteja y separe el metal del medioambiente en el que se encuentra. Para elegir una buena pintura para revestir los aleros y metales (cubiertas, sistemas de drenajes, etc.) en exteriores, el primer paso es determinar las características de la superficie: si es nueva o usada, si está limpia o no, ubicación de la pieza (interior, exterior, cerca del agua, etc.), etc. Para que la protección tenga una larga vida útil, es necesario preparar la superficie a cubrir.

Se deberá eliminar el polvo, el hollín, grasas, sustancias aceitosas, el óxido, hongos, etc., que perjudiquen la adherencia de la pintura. Se deben remover con espátula, cepillo, químicos o un simple lavado los restos de otra pintura y cepillar o lijar la superficie, para que reciba el nuevo revestimiento. El uso de desoxidantes, desengrasantes y fosfatizantes proporciona una buena limpieza a los metales antes de aplicar el anticorrosivo elegido Existen muchos aspectos a tomar en cuenta en la selección de la pintura para pintar y proteger metales. Un requisito importante, y de gran interés en la actualidad, es que deben ser amigables con el medioambiente.

Además hay que procurar que su vida útil sea media o larga. Cuando se trata de metales, los anticorrosivos son los revestimientos que mejor protección ofrecen. Su elección dependerá del medio en el que se encuentre el objeto o pieza a revestir. Habrá que especificar el grado de resistencia a la corrosión necesario, la resistencia a daños provocados por fugas, el rendimiento por metro cuadrado, el grado de adherencia, el tiempo de secado (rápido, normal, lento, etc.), el tipo de aplicación (brocha, rodillo, soplete, etc.), el acabado (mate u opaco, semibrillante y brillante), su porosidad, que debe ser mínima; su resistencia al agrietamiento con el paso del tiempo y deberá contar con una baja permeabilidad al oxígeno y a la humedad. Es importante determinar los solventes o ajustadores, que requiere el anticorrosivo elegido: thinner, aguarrás, etc. Se trata de productos líquidos que: a) Facilitan la aplicación de las pinturas. b) Aceleran o retardan el secado, según las necesidades del pintor. c) Posibilitan la obtención de acabados óptimos. d) Facilitan el lavado de los equipos de aplicación. A los anticorrosivos también se les conoce como pinturas poliuretanizadas. Para aplicarlos habrá que definir qué es lo que se desea proteger: puentes, tanques, portones, drenajes, aleros, instalaciones y aparatos deportivos, balcones y otros tipos de defensas, barcos, etc.; ya que hay tipos distintos para cada caso, como los anticorrosivos marinos, que protegen los metales expuestos a sales, vientos salinos o portadores de yodo. La mayoría de líneas de pinturas incluyen en sus anticorrosivos marinos los acondicionadores de superficie, las pinturas de barrera, acabados y anti incrustantes. Las pinturas anticorrosivas poseen algunos metales como pigmentos, como el plomo y el zinc. Otros aspectos a tomar en cuenta son la paleta de colores disponibles, el fácil mantenimiento y lavado de las superficies tratadas, la textura deseada (lisa, alto relieve, etc.), y la resistencia al rayado, a la abrasión y al amarilleo. Para determinar si una pintura cumple con los requisitos de calidad es necesario conocer algunas normas internacionales, tales como las Asimet y DIN; respecto a los

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