La señorita María, la falda de la montaña

María Fernanda Melo – 63161238

Daniela Álzate Torres - 63171188

Paula Medina – 62181033

Natalia Rodríguez

Mujeres y conocimiento

La señorita María, la falda de la montaña

A lo largo de las últimas décadas se han venido evidenciando cambios estructurales en la forma en la que se conciben los diferentes mecanismos de poder, pues en la medida en que las diferentes sociedades son capaces de desarrollar nuevos esquemas políticos, económicos, religiosos, sociales y demás, de igual manera lo hacen los individuos quienes la conforman, pues la imperante necesidad de establecer sistemas de relaciones sociales y de convivencia, han llevado al cuestionamiento sobre la eficiencia, y hasta incluso la veracidad de sistemas como lo son el patriarcado ligado con la denominada heterosexualidad y el género.

Hoy en día, términos como lo son la feminidad o el “ser realmente mujer” son conceptos bastante polémicos, pues como eje central de múltiples discursos tanto conservadores como liberales y demás, dan cuenta de la necesidad de establecer bien sea condiciones o parámetros que permitan establecer con certeza quien realmente es la persona y como se identifica (y siente) como individuo dentro de la sociedad en la que convive.

Es por esto que, al hablar de feminidad de acuerdo a la película La Señorita María, dirigida por Rubén Mendoza en el año 2011, es notable evidenciar que, la protagonista, una campesina transgénero de cuarenta y cinco años de edad, habitante del municipio de Boavita, Boyacá, nos enseña su perspectiva acerca de lo que significa realmente ser una mujer, pues se muestra como una persona libre, trabajadora y autónoma en las decisiones que ha tomado a lo largo de su vida, que a pesar del rechazo y la fuerte presión social que soportó, siempre fue fiel a sus convicciones e ideales tanto religiosos como personales, de hecho, es necesario resaltar que para la protagonista usar falda, depilarse, la manera en la que peina su cabello, emplear un léxico en particular (no decir “groserías”), ser madre (uno

de sus sueños) y hasta incluso convertir la figura de la virgen María como un ideal a alcanzar fueron símbolos determinantes para poder sentirse realmente mujer.

Para una sociedad retrógrada y analfabeta, términos como lo son “transgénero” generan cierto tipo de malestar colectivo, pues el miedo a la diferencia impide a los individuos ver más allá de lo que los sistemas tradicionales, como lo fue el patriarcado, les permiten ver, pues aunque se mencionó anteriormente, se ha evidenciado un cambio en las diferentes estructuras de poder, más sin embargo, aún existen algunos individuos rezagados con fuertes ideales marcados sobre lo que corresponde la identidad y la heterosexualidad, pues se sustentan en la asignación de responsabilidades de acuerdo al género. Sin embargo, en la película se evidencia que María Luisa, fue capaz de salir adelante cumpliendo cualquier tipo de labor ya fuese doméstica o en el campo, ¿Quién dice que las mujeres no son capaces de cortar leña o de arar los campos?, con lo anterior es claro que todos los individuos son capaces de realizar múltiples labores, bajo las mismas condiciones, puesto que ante la ley y para María Luisa “todos somos iguales”.

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