Los procesos de erosión

Los procesos de erosión actúan sobre las rocas de la corteza terrestre desde hace millones de años, incluso antes de la aparición de los dinosaurios, es normal que en este proceso la corteza terrestre cambie su geometría y su relieve con el paso de los años, los causantes de la erosión son la energía cinética, química y térmica. La energía cinética proveniente del flujo aéreo y de la precipitación del agua atmosférica, ocasiona la fragmentación de rocas expuestas sobre la trayectoria de estos (viento, agua), la energía química que proviene de la s reacciones, reacciones que ocurren por la afinidad electroquímica variada entre los componentes de las rocas ígneas y el agua, ocasiona un cambio de composición, generando un cambio de entropía del ambiente circundante, y así, generando un cambio de composición a gran escala, además, los procesos químicos, son ayudados por la inagotable energía térmica proveniente de los volúmenes debajo de la discontinuidad de Gutenberg, de esta manera ocasionamos el transporte natural de materiales con gran diversidad de propiedades físicas y químicas.

El manto superior de la corteza terrestre está constituido por , acompañado por el , etcétera. Es decir, el manto superior estará compuesto por el óxido de silicio, óxidos de magnesio, hidróxidos, sulfuros, sulfatos, fosfátos, básicamente, y en menor porcentaje el resto de componentes químicos (esto debido a la mayor afinidad electroquímica de estos elementos para formarlos).

En tanto, los procesos de erosión estarán actuando esencialmente sobre esta clase de materiales (silicatos y sulfuros) por que los demás son solubles en agua (y estarán en estadio ionizado). El agua tiene un proceso de erosión mucho más evidente que el aire (que aunque es extenso y a gran escala, necesita muchos años para ser notado); en cambio el agua tiene un poder erosivo mayor, y así en los ríos que es donde se pueden observar estos fenómenos podemos encontrar partículas de roca de diferentes tamaños, ordenados según su gravedad específica, obteniendo así estratos bien diferenciados por tamaños.

Es común que en las riveras de los ríos se acumulen partículas finas debido a su baja densidad y masa, ayudado por su propiedad hidro-fóbica, así encontraremos áreas donde se acumulan estos materiales de pequeño tamaño, homogéneo en tamaño y composición, al mismo tiempo.

La geología suele clasificar a los materiales, ultrafinos como arcillas, cuando la composición es básicamente silicatos alterados pero de densidad uniforme. Estas arcillas según la definición tienen un comportamiento plástico, mecánicamente; es decir, pueden deformarse permanentemente, y con la característica especial de que conservan su volumen al hacerlo. Debido a esto tienen una capacidad portante muy baja, empeorando proporcionalmente al porcentaje de humedad.

Sabemos también que los procesos de erosión por el viento

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