MÉTODOS Y AUTORES PARA LA EDUCACIÓN MUSICAL

El éxito de la educación musical en otros países europeos reside en que es coherente con la educación General que recibe el individuo a través de los distintos periodos de escolaridad que le componen, fundamentalmente en la primaria. De otra parte, los ambientes familiares y sociales plenamente integrados de ese “espíritu musical” contribuyen a mantener y fomentar lo que es estimado como una virtud ciudadana.

A partir de 1900 la cuestión de la educación estética de los niños y niñas llegó a ocupar el primer plano de las preocupaciones pedagógicas de los países del norte y centro de Europa. Desde 1958 la preocupación fundamental fue revalorizar la educación musical escuela.

Los argumentos esgrimidos por este grupo de didácticas tienen mucha importancia, ya que son fruto de experiencias en el aula:

1. La práctica musical crea una serie de lazos afectivos y de cooperación importantísimos para lograr la integración en el grupo.

2. El canto es un medio excelente para el desarrollo de la capacidad lingüística del niño y la niña en su doble vertiente comprensiva-expresiva.

3. La actividad de rítmica del niño y la niña, vivida a través de estímulos sonoros de calidad, favorece el desarrollo fisiológico y motriz, así como la memoria musical.

La educación musical, ha de tener un carácter progresivo, es decir, debe acompañar al niño a lo largo de su vida desde pequeño hasta la vida adulta. Esto le permitirá adaptar cada momento en todos sus intereses específicos e implicara un beneficio dentro del desarrollo de la personalidad del niño.

Debe tener así mismo un carácter integral, más que como una asignatura especial o enseñanza técnica. En todas las instituciones escolares debe existir una preocupación por abordar la realidad musical desde una perspectiva amplia, centrándose en el canto, la educación del oído, rítmica, el solfeo, la historia de la música y el conocimiento de sus obras. También es necesario que el responsable de la educación musical sea el profesor o tutor con una adecuada formación musical y conciencia de su capacidad formativa.

Al margen de las otras disciplinas que se practican en la enseñanza, la música sigue orientándose hacia una educación basada en la actividad del niño. Jaques Dalcroze, Carl Orff y Zoltan Kodaly son tres grandes pedagogos y tienen un rasgo en común en su teoría, ya que las tres hablan acerca de cómo parten de la experiencia vivida para encaminarse hacia el conocimiento teórico, fundamentando dicha experiencia en el desarrollo del sentido rítmico. Estas han sido adaptadas a otros países.

Conclusión

En general, la educación musical responde actualmente en muchos de Europa y es interpretada como un contenido formativo cuyo objetivo

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