Programado Y Edicion

Los Coristas nos muestra una situación bastante problemática, acerca de un reformatorio francés, en el que un grupo de niños son el factor principal y decisivo en el desarrollo de la trama. Más que una película es un testimonio de vida, del cual podemos resaltar dos formas de enseñanza, donde encontramos muchos valores y antivalores.

La película está basada en un hecho real ocurrido después de la Segunda Guerra Mundial, en donde un profesor se empeña en crear un coro en este reformatorio para niños abandonados o con problemas de conducta. Y debe lidiar con ellos, entre la desesperación y el esfuerzo sincero.

Todo comienza con una conversación entre dos de estos niños “rebeldes” que se reencuentran después de años. Uno de ellos le muestra al otro un diario que estaba escrito por este profesor de música, él había sido contratado como maestro vigilante en el instituto correccional de menores, donde a través de ineficaces y represivas políticas, su director intenta con dificultad mantener disciplinados a estos "alumnos problema’.

En este internado hay una forma de disciplina muy particular la de acción-reacción, esta tenía como finalidad además de vigilar y reprimir las manifestaciones subjetivas que iban en contra de las normas establecidas socialmente, hacer del cuerpo del infractor un objeto puesto al servicio de la agresión y goce del adulto, en este caso, del maestro. Lo importante a observar entonces en la disciplina acción-reacción, es que ésta pretende, de un lado, eliminar la conducta indeseada a partir de una acción externa, de otro, someter a partir del castigo el cuerpo del infractor y sus tendencias.

Al nuevo “vigilante” lo sorprende la cruda realidad de la rutina del colegio, y los métodos utilizados por el director en su intento de imponer disciplina, a su vez que esto despierta en él mucho desconcierto y compasión por los chicos.

Ante la situación, comienza a planear un cambio para "rescatar" a los niños, y descubre que la música atrae poderosamente el interés de los alumnos, por lo cual se entrega a la tarea de familiarizarlos con el canto.

Logra formar con ellos un coro y, gracias al poder y la magia de la música, el maestro consigue que sus vidas cambien para siempre. Descubre al talento en bruto, también indisciplinado; al niño tímido del cual los compañeros se aprovechan, y al portero bonachón que se une a la causa del protagonista.

El prefecto era un hombre de buenos sentimientos con otra manera de educar, con nuevas filosofías e ideologías, que viene a revolucionar la educación y la forma de enseñanza que se impartía en ese colegio, acrecentando una mejor conducta y sentimientos de los niños en base a incentivos, premios y dialogo con los mismos, ganándose su confianza y respeto de una forma pacífica y amorosa.

En síntesis es una película

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